lunes, 8 de julio de 2013

RÓMULO LARES - HISTORIAS DEL ENGAÑO EN EL DÍA PATRIO




HISTORIAS DEL ENGAÑO EN EL DÍA PATRIO

Cuando reflexionamos acerca de la historia del engaño que es la historia de Venezuela, hasta transformarse a partir de 1999 en otra nación distinta y sumida en la vergüenza que bautizamos VENECUBA, podríamos concluir que la traición y el fraude son características sembradas en lo más íntimo de nuestra genética, del ser del humano y del denominado humanismo.

No se trata de otra Kakania, evidentemente, aunque el barniz ideológico idealista-materialista estimula a nuestra pseudo sociedad intelectual y académica germinada con la Gran Colombia, la de la Capitanía General de Venezuela, para que celebre con escandalosa ignorancia otra muestra del extremo hasta dónde, con un patético disfraz, podría reiniciarse otro ciclo de la perversión fascista y nacional socialista planetaria de la modernidad.

Todos los elementos pestilentes están dispuestos en el escenario, hasta una Sissi criolla, presentando la máxima contradicción que anunciaría la profundidad de las patologías que nos muestra el siglo XXI en el “show mundial” VENECUBA.

Sin embargo, mientras en la sociedad imperial y real Austro Húngara florecían las artes, las ciencias y la filosofía, en la capitanía siguen proliferando y extendiéndose todas las variedades de parásitos y perversiones intelectuales, materiales y sobre todo espirituales.

Si autores actores de aquella época como Karl Krauss tituló su obra de teatro: “Los últimos días de la naturaleza humana”, ¿cómo podríamos los venecubanos titular la nuestra si hace un siglo se estrenó aquella?

El centro del éxito de la estrategia del Foro del fascismo de Sao Paulo y del crimen organizado transnacional castrista, que se encamina con los recursos financieros y materiales de su colonia hacia la superación de los 70 años de duración de la hecatombe del secuestro del pueblo ruso y sus colonias soviéticas, estaría fundamentado en la pusilanimidad de nuestra “sociedad”, representada por las “caras visibles” de los guías espirituales de las diversas iglesias y de las élites de la academia, las artes y las ciencias, los gremios, sindicatos y las logias de todo orden seglar y militar, porque políticos y ciudadanos habrían desaparecido.

Esta tragedia que tiene su foco hoy, aún oscuro, en la republiqueta de VENECUBA,  posee una dimensión global, no sólo la del más puro crimen organizado mencionado, sino la de las políticas internas e internacionales de naciones imperiales o con influencia en Hispanoamérica, América y el mundo, encabezadas por los Estados Unidos de Norteamérica y sus aliados, y principalmente por el Reino de España.

La inteligencia local, sin espíritu propio y confundida, desvaría sobre las crisis nacionales e imperiales disimuladas mediante una pantomima de debate ideológico, así como en la España comprometida con las atrocidades hispanoamericanas y africanas pretenden promover y continuar aplicando las mismas terapias de las colonias, como cuando en la evolución del sufragio en la Venezuela de 1948 se aceptó una elección en segundo grado con el “pañuelo en la nariz”, en la contemporánea Iberia se exhibirían las contradicciones al señalar como opción de algún programa ético para ganar las elecciones, que harían lo opuesto a Kakania: “De lo contrario, el hedor de la papeleta con la que vamos a votar no se irá de nuestra mano en mucho tiempo”.

Y como si tuviese algún sentido comparar la papeleta en España con la cibernética electoral y virtual en VENECUBA, promueven y aplican similares ideas a nuestras patologías tropicales como la de Ángel López García-Molins en “EL PAÍS” de Madrid (Kakania. 16ABR2011) según la cual, Kakania no tendría connotación escatológica alguna, errando por partida doble y promoviendo la confusión hispanoamericana y planetaria que ha contribuido a inutilizar las instituciones nacionales e internacionales, mientras el contradictorio “desengrase” proviene realmente del poder financiero del petróleo “propio”.

Aunque García-Molins atribuye la paternidad del “Imperial-Real” a Robert Musil, pasa por alto lo que sería familiar para cualquiera habituado con el lenguaje infantil alemán, que atribuiría a kakania, según el mismo Musil, un segundo sentido de “excremencia” o “mierdalandia”.

Ese es el mismo sentido que se pretende pasar por alto cuando venezolanos, historiadores, políticos, músicos, científicos, artistas, deportistas, académicos y profesionales en general pretenden, pusilánimemente, resolver la modernización de la letrina vencubana mediante la pantomima político administrativa judicial y del voto del CNE. La paradoja se muestra por un lado original, con carácter de noticia mundial: la escasez local de papel higiénico.

No toleramos, no permitimos el debate ni la tribuna a intelectuales independientes comparables con José Bernardo Núñez y Antonio Arráiz, para señalar el escándalo mayor y centro de nuestra vergüenza contemporánea, la denominada “Asamblea Nacional”, rechazada de manera clara y definitiva por el colectivo a partir del 4DICIEMBRE2005, como en su crítica y rechazo a aquel cuerpo legislativo de la “continuidad” de Juan Vicente Gómez y Eleazar López Contreras disfrazado de “transición”, como un mal mayor, más profundo y perverso para la nación y para la construcción de una república, para la formación de las futuras generaciones, que la continuidad de la ocupación del crimen organizado transnacional disfrazada de dictadura.

La solución seguramente sería variada y múltiple, sin paternidad individual sino más bien colectiva, pero lo obvio y despreciable, patético, es seguir flirteando con una margarita de plástico: voto sí, voto no, voto sí, voto no…

Compatriotas, se trata en efecto de pasión, pero también de razón, y sobre todo, y primero frente a los beatos ignorantes que sin vergüenza alguna, más bien con orgullo, se golpean y amoratan sus pechos, de DIGNIDAD.

Rómulo Lares Sánchez.
5JULIO2013

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