sábado, 7 de abril de 2018

LA VISITA DE LA MUERTE

Marc Chagall

LA VISITA DE LA MUERTE
Héctor Espinoza

Comienzo este relato explicando que soy mago. Practico la magia verdadera, aquella que transforma realidades con el dominio del pensamiento. Los verdaderos magos desarrollamos muchas facultades mentales. La más importante de ellas es el dominio del pensamiento. Con esta facultad podemos transformar la realidad que percibimos en la realidad que deseamos. Esto nos permite cambiar vidas y hacer que todo lo bueno sea posible.

En esta oportunidad quiero contarles, la experiencia vivida al ser visitado por la muerte. Existe una categoría de monstruos muy temidos por los seres humanos. En el lenguaje de la magia verdadera son conocidos como los demonios y su misión es atormentar con el miedo. Para ello adquieren diferentes formas. Se disfrazan, ocultan, atacan sin piedad en cualquier momento de debilidad.

Los magos les conocemos muy bien y sabemos cómo controlarlos. Estos demonios están siempre al acecho esperando la oportunidad para hacer daño. Se presentan en su ataque disfrazados de tristeza, de soledad, de angustia, de depresión, de enfermedad y de todo aquello que pueda atemorizar a las personas. El más temido de estos demonios es conocido por todos. Pero nadie quiere hablar de él. Solo nombrarlo produce pavor y por eso se evita mencionarlo. Su nombre es muerte. Adquiere ilimitadas formas y persigue y atormenta a los seres humanos desde el momento de su nacimiento.

Luego de estas palabras iniciales, intentaré relatar lo acontecido en mi encuentro con la muerte. El objetivo fundamental es explicar, de manera sencilla, como la magia verdadera puede vencer a la muerte. Esto con el propósito de que aquellas personas que creen en la magia verdadera, tengan una herramienta que les permita a ellos también vencer a la muerte, tal como la he vencido yo.

Mi encuentro con la muerte comenzó el día martes 13 de febrero del año 2018 en el hospital de Laredo en la región de Cantabria, España. Todo se inició en el consultorio del Dr De Diego, urólogo al servicio del mencionado hospital. Fui citado a la consulta del Dr De Diego, para conocer los resultados de los exámenes que se me practicaron con el objeto de determinar mi estado de salud. Mi condición de mago, me permitió percatarme de inmediato, al entrar al consultorio, de la presencia del demonio mayor, es decir la muerte.

En efecto allí estaba en un rincón desde el cual podía observar y oír todo. En estas ocasiones suele presentarse con el aspecto más atemorizante, según sean las creencias de la persona a quien deba infundir temor. En esta oportunidad escogió el aspecto de un maestro de rituales fúnebres. Debo señalar que la muerte determina quien percibe su imagen. En este caso solo se hizo visible ante mí.

Pude ver y sentir como disfrutaba por la información que yo estaba por recibir. Sonriente siguió las palabras del médico al leer su diagnóstico: cáncer  avanzado de próstata y con metástasis en ganglios y huesos. Observé la reacción de la muerte al ver mi actitud serena. Su expresión era de sorpresa y desagrado. Quizás no tomo en cuenta que mi condición de mago, me permitió a través de la intuición, conocer anticipadamente el diagnóstico y mantener mediante el autocontrol, el equilibrio de mis emociones.

La muerte permaneció inmóvil sin sonreír y cuando me marchaba se acercó a mí y con su mano en mi hombro, me dijo: hablaremos en los próximos días, le respondí, te esperaré. Desde ese día 13 de febrero he conversado muchas veces con el gran demonio. Hemos hablado de sus misterios, de su condición de inevitable, del sufrimiento que produce, del temor que infunde a los humanos y de a dónde nos lleva después de acabar con nuestras vidas.

Y de tanto pensar y conversar he logrado que la muerte esté dispuesta a cambiar su significado para aquellas personas que crean y practiquen la magia verdadera. Para lograr esto tuve que convencer al gran demonio de que la muerte no es inevitable y que podemos dejar de sufrir y sentir temor por ella y que podemos escoger a donde ir después de abandonar este mundo. Y también le dije que seguiría intentando resolver todos sus misterios, para que un día todos los seres humanos puedan ser felices al liberarse del temor y el sufrimiento de la muerte.

Todo lo que aquí relato, es posible si creemos en la magia verdadera. Si la practicamos, si dominamos el pensamiento y somos capaces de transformar realidades, cambiar vidas y hacer que todo lo bueno sea posible. Termino este relato, invitando a todos los que quieran vencer a la muerte, para que crean y practiquen la magia verdadera. Ella les ayudará a utilizar, de manera eficiente, todo el poder de la mente y podrán resolver las dificultades de la problemática existencial.     

abril 2018   

2 comentarios:

Rosana dijo...

Profesor Héctor que extraordinario leer su relato acerca del encuentro con la muerte, que su fuerza y valentía para enfrentarla alumbre los senderos de magia que acompañan sus pasos en este transitar llamado vida.

Anónimo dijo...

Espinoza, leo su escrito y pienso es esto: Quien ha tenido la suerte de aprender
a vivir, puede tener el valor y la sabiduría para saber morir...¿No cree usted?

Ana Marìa Estrada