domingo, 6 de mayo de 2018
TODOS SOMOS REHENES EN ESTA PRISIÓN SOCIALISTA DEL SXXI
Sergio Sáez
Rehén: persona retenida en contra de su
voluntad por alguien que exige el cumplimiento de una determinada condición
Este
análisis describe la condición de rehén que vive el pueblo venezolano, sin
distingos, con la finalidad de crear conciencia sobre el deber ser ciudadano,
contribuir a la formación cívica que los motive a integrarse activamente en la
recuperación de la dignidad ciudadana. la libertad y la democracia.
El
hacer del venezolano un rehén en su propio país ha sido producto de un proceso
progresivo intencionado, cumpliendo las ordenes emanadas del régimen cubano,
comunista, marxista-leninista, y liderado por una clase gobernante indolente,
corrupta y depredadora, que valiéndose de la pobreza y las necesidades básicas
del pueblo, le ha manipulado con la compra de sus voluntades para mantenerlos
sometidos, y ganar votos en procesos electorales controlados y afianzarse en el
poder, bajo un manto falso de democracia; y continuar con su nefasto plan de
demolición del Estado Constitucional Democrático de Derecho y de Justicia, e
instauración de un sistema de gobierno, al calco del cubano, que secuestra
la soberanía popular, violenta los derechos de los ciudadanos, y utiliza la
persecución como herramienta política, generando miedo y desesperanza para acallar la
disidencia, y destruir el aparato productivo, apropiándose y estatizando los medios privados de producción
y de comunicación.
Como
resultado esta situación el país ha sido conducido al desastre económico,
financiero social, y de ingobernabilidad, que se evidencia en: a) creciente
pobreza de la población, escasez de alimentos, medicinas, deterioro de la salud;
afectando con mayor intensidad a los más
vulnerables ancianos, niños y minusválidos; y para agravar más esta situación,
el régimen no permite, e impide tenazmente, cualquier intento de ayuda
humanitaria internacional, para no perder el control y la manipulación de la
pobreza; b) al ciudadano le fue coartada la libertad de disponer libremente de
su dinero; c) un éxodo migratorio nunca visto de venezolanos, huyendo e la
barbarie en búsqueda de mejores condiciones de vida;
d)
el ciudadano vive bajo inseguridad total, tanto del hampa común como de quienes
han sido llamados a ser guardianes del orden público. Cualquier persona es
potencialmente un preso político. Nadie está exento de esta situación, tan solo
una declaración de un compatriota cooperante es suficiente para privar de
libertad al ciudadano. situaciones que le generan temor, indefensión e
impotencia; e) no se sabe a ciencia cierta quién gobierna; si quien usurpa la
presidencia de la República, el Vicepresidente, la forajida Asamblea Nacional
Constituyente, o el alto mando militar.
Bajo
esta situación de rehenes también se encuentra la clase gobernante, al quedar
entrampada en su accionar maquiavélico. Y ante la inacción de los tribunales
nacionales ordinarios, ha tenido que pronunciarse y actuar en consecuencia, gobernantes
de países democráticos, de tribunales y organismos internacionales de derechos
humanos, organizaciones políticas y económicas de países, al evidenciar el
comportamiento dictatorial del régimen, la continuada violación de los derechos
humanos, la corrupción imperante, el tráfico de estupefacientes y lavado de
dinero a través del sistema bancario internacional, que les está afectando y les
ha obligado a la imposición de sanciones personales por delitos considerados de
lesa humanidad. Tales medidas les impide a esa clase gobernante, el libre
tránsito fuera del país, quedando en condición de permanecer como rehenes en su
propio país, salvo en aquellos otros que todavía apoya y sostiene al régimen e incumplen
las decisiones tomadas.
LA LIBERTAD
No
existe bien más preciado y transcendental para el hombre que su libertad, en el
mejor sentido de la palabra. Es la facultad natural del hombre para actuar a
voluntad sin restricciones, respetando su propia
conciencia y el deber ser, para alcanzar su plena realización. La dimensión
o medida de la libertad está condicionada por las delimitaciones que derivan
del derecho de los demás, del orden público y social y de la responsabilidad de
cada quien.
Es
por ello que la Constitución Nacional contempla que toda persona tiene derecho inviolable
a la vida (Artículo 43), al libre desenvolvimiento de su personalidad, sin más
limitaciones que las que derivan del derecho de los demás y del orden público y
social (Artículo 20), garantiza el secreto e inviolabilidad de las
comunicaciones privadas en todas sus formas (Artículo 48 constitucional); tiene
derecho de reunirse, pública o privadamente, sin permiso previo, con fines lícitos
(Artículo 53) libertad de reunión como garantía para asociarse con aquellos que
comparten ideales y trabajar por los mismos; libertad de religión y de culto
(Artículo 59 constitucional); tiene el derecho de participar libremente en los
asuntos públicos, directamente o a través de sus representantes elegidos
(Artículo 62 constitucional), libertad para elegir responsable y pacíficamente
a los gobernantes; tiene derecho a manifestar, pacíficamente (Artículo 68
constitucional)
Este
es el sentimiento generalizado de los ciudadanos cuando la realidad les ha
demostrado que el régimen imperante en el país ha venido sistemáticamente
demoliendo el Estado Constitucional, Democrático y Social de Derecho y de
Justicia, y de su concomitante la libre empresa privada, para instaurar un
Estado Popular, llamado Comunal, inexistente en la Constitución Nacional,
caracterizado por ser dictatorial, centralizado, policial, secuestrador de los
poderes públicos, militar-militarista al subordinar el poder civil al militar, negador
de la libertad, que se apropia y estatiza los medios de producción privados, al
estilo del régimen impuesto en Cuba por los hermanos Castro y que mantiene
sojuzgados a los cubanos por seis (6) décadas y sin solución de continuidad.
El
ciudadano perdió su condición como tal y se hunde cada vez más en la pobreza. Fue
segregado en una odiosa condición binaria. Si se somete en humillación al
régimen y se inscribe en el partido, condicionando su voluntad y la de su
familia dependiente, se hace merecedor del “Carnet de la Patria”, y puede optar, si la suerte le acompaña, a
conseguir una bolsa CLAP de alimentos importados previo pago; a ser atendido en
los servicios de Barrio Adentro por “médicos integrales” cubanos; y optar por
una vivienda “digna”. Si se resiste a ser humillado es considerado enemigo del
régimen y relegado a su suerte.
Al
ciudadano le fue coartada su libertad de
disponer libremente de su dinero, su salario, su pensión de jubilación, y vive
permanentemente haciendo colas en los bancos y máquinas expendedoras de dinero
para pagar el pasaje, cuando consigue transporte, mientras cientos de autobuses
nuevecitos, bien pintaditos de rojo, se deterioran o están inservibles en grandes
estacionamientos a la vista del público; o para conseguir los alimentos
básicos, que en la calle se tasan a dos precios, si es en efectivo le cuestan
la mitad de lo que le cuesta con tarjeta de débito, para que los billetes de
alta denominación vayan a ingresar al circuito de la “compra vente de efectivo”.
Lo
más triste, cruel y abominable, es la
condición a la que han llevado a los más necesitados y vulnerables de nuestro
pueblo, los pobres de solemnidad, los ancianos, niños y madres del hogar, que se
van a tratar de conciliar el sueño sin haber probado bocado alguno, y ver el
amanecer de otro día a la espera que la providencia le depare algo de comer o
de medicinas para sus enfermos, o tener que deambular con sus niños a rebuscar
entre la basura de la calle, los chiqueros de los mercados o en los basureros,
en busca de algo para comer, que les ayude a sobrellevar el drama y la pesada
carga de su pobreza, y tristemente ver morir de mengua su familia, mientras una
clase gobernante indolente, corrupta y depredadora, condenada por los órganos
internacionales, gobiernos y tribunales extranjeros, que les esquilmó su
posibilidad de vida digna, disfruta de lo malhabido y rechaza el recibir la
ayuda internacional para socorrerlos.
Se
revirtió la condición de país abierto a la inmigración que caracterizó a
Venezuela, y acogió e hizo ciudadanos de esta patria a esa corriente de inmigrantes
que la II Guerra Mundial dejó en la miseria, o que las guerrillas y la pobreza
de nuestros vecinos países obligó a desplazarse a nuestro país y ayudaron a
desarrollarla; para que hoy por la acción depredadora y destructora de un
régimen, mal llamado socialista, obligue a sus hijos y nietos marcharse, corriendo
riesgos y maltratos, a probar suerte a otros países.
Restringió
los vuelos de las líneas aéreas internacionales. Hoy los aeropuertos del país
ven cada día a cientos de venezolanos despedidos en llanto por sus familiares
ante la partida sin retorno cierto.
¿QUÉ CONTEMPLA LA CONSTITUCIÓN NACIONAL?
Cuando
nos paseamos por la lectura de nuestra Carta Magna, la Constitución Nacional de la República Bolivariana de Venezuela,
observamos que en la redacción de los primeros cuatro artículos, los “constituyentistas”
de 1999 no escatimaron esfuerzos en plasmar esas preciosas palabras y
conceptos, gratos a los oídos del pueblo, esperanzado en su redención a un tte.
cnel. (r), golpista, que logró entusiasmarlo con sus promesas:
“República…
irrevocablemente libre e independiente
y fundamentada su patrimonio moral y sus
valores de libertad, igualdad, justicia
y paz.. en la doctrina de Simón
Bolívar… derechos irrenunciables de la Nación
la independencia, la libertad, la soberanía, la inmunidad…
la autodeterminación nacional… Estado
democrático y social de Derecho y de justicia.. propugna como valores superiores de su ordenamiento
jurídico… la vida, la libertad, la justicia, la igualdad,
la solidaridad, la democracia, la responsabilidad social… la preeminencia
de los derechos humanos, la ética,
el pluralismo político… el Estado
tiene como forma esencial la defensa y
desarrollo de la persona y el respeto
de su dignidad, el ejercicio
democrático de la voluntad popular… una sociedad justa…. Bienestar del
pueblo…. La garantía del
cumplimiento de los derechos y deberes reconocidos y consagrados en esta
Constitución… educación, trabajo….” (RIP).
Que
han resultado en el mayor fiasco y burla a la esperanza sembrada en ese pueblo,
que creyó ciegamente en sus promesas de redención; y que hoy, algunos de esos
“constituyentistas”, violando sus “principios” plasmados en esta Carta Magna; y
en traición a la patria, se hayan prestado a formar parte del régimen, e integrar
una forajida e inconstitucional Asamblea Nacional Constituyente, que se ha
erigido en un poder supraconstitucional y plenipotenciario, violando la
soberanía que reside en el pueblo, y que se hayan subordinados a ella para
acabar con el último vestigio de la República, quien ocupa el cargo de
presidente de la misma, los representantes de los poderes públicos, magistrados
del Tribunal Supremo de Justicia, rectores del Poder Electoral, integrantes del
Poder Moral Ciudadano, Alto Mando Militar, gobernadores y alcaldes. No existe
gobernabilidad. No está claro quien gobierna en el país, si es la presidenta de
la Constituyente o quien ocupa la presidencia del país, o en su defecto, el
Vicepresidente, o el ministro de la Defensa.
El
CNE está empeñado en celebrar inconstitucionalmente elecciones presidenciales
para el próximo 20 de Mayo, con miras a reelegir a quien ocupa la presidencia
de la República, que se mantiene en ella a pesar de haber sido removido por la
legítima Asamblea Nacional en dos ocasiones, y que por su condición, si fuera
el caso, de continuar ostentando el “rango
y grado militar” de Comandante en Jefe de la FAN, esa condición le invalida
constitucionalmente de ser candidato
presidencial. El extraño mundo de Subuso, que el genial Gabriel García Márquez,
en paz descanse, hubiese podido crear otra obra genial superior a “Cien años de
soledad”, en solo dieciocho años de desastre de este régimen. Que tristemente
lo vaticinó y plasmó el periodista, cubano, nacionalizado venezolano recién
liberado por el régimen de castro, y ahora ciudadano español, Carlos Montaner, en
su artículo premonitorio en el diario El Universal el domingo 9 de agosto de
1998, antes que fuese electo como presidente el tte. cnel. (r) Hugo Rafael
Chávez Frías, “Un caudillo con la cara pintada”, que invito a leer en http://tururutururu.com/carlos-alberto-montaner-un-caudillo-con-la-cara-pintada/
El
ciudadano vive en permanente temor, en indefensión, inerme, impotente. Todos
los venezolanos somos presos potenciales, aún aquellos que fueron
incondicionales serviciales y les rendían pleitesía al comandante eterno; y hoy
andan por el mundo como alma en pena buscando que país los acoja. A veces se teme
más a la autoridad que al hampa. Los órganos policiales en ausencia de la
Justicia han asumido el papel de la Ley.
Le puede llevar a prisión por cualquier motivo pueril, o acusado por algún “patriota cooperante”. De
ser así el calvario es duro. Y una vez en prisión, todos sus derechos quedan
conculcados y a merced de la misericordia, visitado de ser posible únicamente por
sus familiares más cercanos o por sus defensores, y solo cuando la autoridad lo
permita.
DE LOS PRIVADOS DE LIBERTAD
De
la población penal del país, se ha podido contabilizar hasta ahora, de acuerdo
a lo señalado por los integrantes de la Coalición por los Derechos Humanos y la
Libertad, en las Jornadas sobre la prisión socialista del SXXI, de la Cátedra Pío Tamayo de
la UCV, 396 presos por “delitos políticos”, de los cuales solo 27 son
reconocidos como militantes políticos, la mayoría no hace activismo político,
22 se encuentran en estado grave. Se contabilizan además, 92 militares activos
y/o en disponibilidad. Muchos continúan en esa condición a pesar de habérseles
librado boleta de excarcelación, violándose su derecho contemplado en el
Artículo44, Numeral 5 constitucional.
Los
presos se sienten abandonados, desasistidos de la Justicia y de la sociedad. El
Estado ha incumplido con su deber de proteger la vida de los privados de su
libertad (Artículo 42), y les ha violado su libertad personal (Artículo 44),
muchos han confesado a los jueces que siguen sus casos y a sus abogados, el
haber sido maltratados y torturados, lo que constituye una violación del
Artículo 46, Numeral 1 constitucional, sin que se castigue a quienes los
infiere (Numeral 4, mismo Artículo). Por lo que el problema carcelario y de los
presos, independientemente de las razones por las cuales se les ha privado de
su libertad, pasa a ser de interés de todos los ciudadanos, de ejercicio de la
ciudadanía.
En
tal sentido, un grupo de abogados dedicados a la defensa de los presos han
decidido constituirse en Coalición para intercambiar experiencia y datos sobre
la defensa de los presos y demandar ayuda de la sociedad para que no se
olviden, se conozca y se documente los casos para lograr amparo de los
organismos internacionales de derechos humanos, y se luche por la justa
aplicación de la Ley y la Justicia, y puedan disfrutar de la libertad.
Pero
quizás los más afectados en su condición de rehenes son los altos personeros
del régimen, quien ocupa la presidencia, el vicepresidente, ministros de su
gabinete, magistrados del TSJ, rectores del CNE, integrantes del poder moral
ciudadano, oficiales del alto mando militar, la dirigencia de sus partidos
políticos, a quienes el gobierno de países democráticos, órganos de derechos
humanos, tribunales extranjeros, les han señalado para ser sometidos a juicios
y congelados sus cuentas en la banca internacional, y no pueden andar
libremente por el mundo, salvo en aquellos países que le son afines. Es por
ello que extreman sus medidas y represión para mantenerse gobernando al país.
No les queda otra alternativa, sin pactar, o enfrentarse a la justicia
internacional.
EPILOGO
Nosotros
los rehenes del régimen debemos hacer valer nuestra dignidad y deber ser
ciudadano, y dar cumplimiento a los deberes que nos impone la Constitución
Nacional y desconocer al régimen, los decretos y leyes anticonstitucionales por
contrariar los valores, principios y garantías democráticas y menos cavar los
derechos humanos (Artículo 350 constitucional); y, colaborar en el
restablecimiento de la efectiva vigencia de la Constitución Nacional, se
restablezca la dignidad ciudadana, la libertad y la democracia, y se restituya
el Estado de Derecho y de Justicia Artículo 333 constitucional)); para que
impere la Justicia y puedan los presos políticos, de conciencia y los no
culpables ver la libertad que tanto
anhelan. Así como también, todos aquellos culpables de traición a la patria por
permitir la intromisión de Cuba en nuestro país, haber traficado con drogas, dilapidado
el Tesoro Nacional, e implantado el terror en la población en franca violación
de los derechos humanos, reciban el castigo que merecen de manos de jueces
probos y en estricta aplicación de la justicia.
Sergio
Sáez
Auditor
Social
Abril
24, 2017
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