domingo, 12 de octubre de 2008
EDGAR JAIMES / Sr. Chávez: Trujillo y Venezuela se respetan
El sábado 11-10-2008 vino al Estado Trujillo Hugo Chávez, en su condición de Presidente de Venezuela, a expresar su apoyo al Sr. Hugo Cabeza como candidato a la Gobernación de Trujillo. Poco importa hablar de ese apoyo. Total, desde hace ocho años el Sr. Chávez anda y desanda por toda Venezuela en esos menesteres de demagogia burda y barata. Todo un fenómeno socio-político e histórico, pero con piquete al revés. ¿Por qué digo esto? Lo invito a leer lo siguiente.
El Sr. Chávez vino a Trujillo a realizar campaña electoral, violando la normativa del CNE, según la cual ningún funcionario público debe participar en apoyo de un candidato en particular y menos a despotricar en contra de otros. En efecto, usted denigró y profirió ofensas contra el Gobernador del Estado Trujillo. Recuerde que ambos representan la majestad del soberano que los eligió democráticamente, independientemente que un sector muy significativo de ese soberano no comparta sus ejecutorias o políticas como mandatarios.
Sr. Chávez, le aclaro que no me cuento entre quienes apoyan la gestión del actual Gobernador de Trujillo, Abogado Gilmer Viloria. Por el contrario, soy uno de sus más severos críticos. No tengo ni tiempo ni espacio para nombrar la alta cuota de reclamos y exigencias que públicamente he realizado, en virtud de su inepta, corrupta, ineficaz, ineficiente y lastimosa gestión como Gobernador de Trujillo. Durante más de siete años he sido su cuestionador implacable, “Un Francotirador” como muchas veces él ha querido descalificar mis denuncias.
Creo que el “Francotirador” más efectivo fue usted, porque políticamente lo destruyó. Allá Gilmer Viloria. Él verá como lame las letales heridas ocasionadas por su misma causa, que es la suya, es decir: una causa perdida.
Sr. Chávez, todo lo antes dicho se debe a que usted en dos oportunidades, de otras tantas que vino a esta región andina, le vendió al pueblo trujillano la figura de Gilmer Viloria como la representación suya en Trujillo. Se desgranó en elogios, halagos y consideraciones no solo para con él sino también para quienes optaban a las Alcaldías y diputaciones al Concejo Legislativo del Estado Trujillo y la Asamblea Nacional. Eso ocurrió en dos oportunidades, en el año 2000 y en el 2004, para las elecciones de gobernadores. Ahora, como se dio cuenta que Gilmer fracasó y él también se dio cuenta que usted ya no es un portaviones eficaz y confiable, usted quiere venderle al pueblo trujillano un nuevo representante, un nuevo candidato. Por esa razón, montó el teatro barato, agotado y aburrido de la traición y la deslealtad, de Gilmer Viloria, para promocionar a otro personaje que, dicho sea de paso, siendo trujillano no vive ni siente ni quiere a este Estado, como lo quieren otros que no nacieron aquí pero están más enraizados y compenetrados con quienes han construido y construyen el gentilicio trujillano, en comparación con Hugo Cabezas que es un extranjero en su propia tierra. Reconózcalo, Sr. Chávez usted por hacer daño a Gilmer Viloria, ofendió al pueblo trujillano. Su ataque y desconsideración hacia quien se creía era su amigo, camarada y compañero de luchas políticas, es también una afrenta para este pueblo sumido en el más absoluto abandono por culpa suya y de Gilmer Viloria.
Sr. Chávez, si usted no pudo apreciar en Valera el sábado 11-10-2008 la concentración de los Hombres-Masa que quería ver, como seguramente sí la vio en otras ocasiones, no es culpa de Gilmer Viloria. Probablemente sea porque la gente en Trujillo en estos ocho años ha ido adquiriendo conciencia de Hombre-Pueblo, que ya se cansó de ser engañado por líderes mesiánicos como usted, a diferencia de los Hombres-Masa, que todavía los tiene, a quienes seguirá engañando todos los días, hasta el 2012.
Sr. Chávez, Trujillo y otros pueblos de esta amplia geografía venezolana se cansaron de su prédica teórico-práctica sin fundamento ni resultados tangibles, eficaces y pertinentes, de cara a un proyecto revolucionario expresado en un sistema demócrata-socialista, dirigido al logro del bienestar material y felicidad espiritual de la sociedad venezolana, como un todo. En fin, ni es revolucionario y menos socialista. Es más y peor de lo ya conocido por el pueblo venezolano.
Sr. Chávez, Trujillo y Venezuela se respetan. Deje sus rabietas e impertinencias y no siga ofendiendo a este noble pueblo. Asuma su responsabilidad, una vez más, reconociendo que fracasó como gobernante, por ahora y para siempre. jaimes@ula.ve
El Sr. Chávez vino a Trujillo a realizar campaña electoral, violando la normativa del CNE, según la cual ningún funcionario público debe participar en apoyo de un candidato en particular y menos a despotricar en contra de otros. En efecto, usted denigró y profirió ofensas contra el Gobernador del Estado Trujillo. Recuerde que ambos representan la majestad del soberano que los eligió democráticamente, independientemente que un sector muy significativo de ese soberano no comparta sus ejecutorias o políticas como mandatarios.
Sr. Chávez, le aclaro que no me cuento entre quienes apoyan la gestión del actual Gobernador de Trujillo, Abogado Gilmer Viloria. Por el contrario, soy uno de sus más severos críticos. No tengo ni tiempo ni espacio para nombrar la alta cuota de reclamos y exigencias que públicamente he realizado, en virtud de su inepta, corrupta, ineficaz, ineficiente y lastimosa gestión como Gobernador de Trujillo. Durante más de siete años he sido su cuestionador implacable, “Un Francotirador” como muchas veces él ha querido descalificar mis denuncias.
Creo que el “Francotirador” más efectivo fue usted, porque políticamente lo destruyó. Allá Gilmer Viloria. Él verá como lame las letales heridas ocasionadas por su misma causa, que es la suya, es decir: una causa perdida.
Sr. Chávez, todo lo antes dicho se debe a que usted en dos oportunidades, de otras tantas que vino a esta región andina, le vendió al pueblo trujillano la figura de Gilmer Viloria como la representación suya en Trujillo. Se desgranó en elogios, halagos y consideraciones no solo para con él sino también para quienes optaban a las Alcaldías y diputaciones al Concejo Legislativo del Estado Trujillo y la Asamblea Nacional. Eso ocurrió en dos oportunidades, en el año 2000 y en el 2004, para las elecciones de gobernadores. Ahora, como se dio cuenta que Gilmer fracasó y él también se dio cuenta que usted ya no es un portaviones eficaz y confiable, usted quiere venderle al pueblo trujillano un nuevo representante, un nuevo candidato. Por esa razón, montó el teatro barato, agotado y aburrido de la traición y la deslealtad, de Gilmer Viloria, para promocionar a otro personaje que, dicho sea de paso, siendo trujillano no vive ni siente ni quiere a este Estado, como lo quieren otros que no nacieron aquí pero están más enraizados y compenetrados con quienes han construido y construyen el gentilicio trujillano, en comparación con Hugo Cabezas que es un extranjero en su propia tierra. Reconózcalo, Sr. Chávez usted por hacer daño a Gilmer Viloria, ofendió al pueblo trujillano. Su ataque y desconsideración hacia quien se creía era su amigo, camarada y compañero de luchas políticas, es también una afrenta para este pueblo sumido en el más absoluto abandono por culpa suya y de Gilmer Viloria.
Sr. Chávez, si usted no pudo apreciar en Valera el sábado 11-10-2008 la concentración de los Hombres-Masa que quería ver, como seguramente sí la vio en otras ocasiones, no es culpa de Gilmer Viloria. Probablemente sea porque la gente en Trujillo en estos ocho años ha ido adquiriendo conciencia de Hombre-Pueblo, que ya se cansó de ser engañado por líderes mesiánicos como usted, a diferencia de los Hombres-Masa, que todavía los tiene, a quienes seguirá engañando todos los días, hasta el 2012.
Sr. Chávez, Trujillo y otros pueblos de esta amplia geografía venezolana se cansaron de su prédica teórico-práctica sin fundamento ni resultados tangibles, eficaces y pertinentes, de cara a un proyecto revolucionario expresado en un sistema demócrata-socialista, dirigido al logro del bienestar material y felicidad espiritual de la sociedad venezolana, como un todo. En fin, ni es revolucionario y menos socialista. Es más y peor de lo ya conocido por el pueblo venezolano.
Sr. Chávez, Trujillo y Venezuela se respetan. Deje sus rabietas e impertinencias y no siga ofendiendo a este noble pueblo. Asuma su responsabilidad, una vez más, reconociendo que fracasó como gobernante, por ahora y para siempre. jaimes@ula.ve
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