viernes, 4 de diciembre de 2009

ABM - ¿ACABARÁ ESTE ROBO CON ESTA “REVOLUCIÓN”?



¿Cambió esta robadera el cuadro histórico de este ex país? Hay quienes piensan que este ‘proceso revolucionario’ tiene ya un punto de quiebre en esta crisis en la que ha quedado al descubierto una enorme estructura de robo-corrupción cuyos niveles superan abiertamente los registrados a lo largo de la llamada cuarta república.

Pero hay también quienes dicen que aquí la robadera no es ni mal de morir ni motivo para acabar con un gobierno. Y al sacar a relucir el caso de la defenestración de Carlos Andrés Pérez II, se explica que su liquidación no fue ocasionada por haber derivado fondos de la partida secreta para pagar el cuerpo de seguridad de la presidenta de Nicaragua Violeta Chamorro, sino por su propio partido que llegó a creer que sacrificando su presidente se podía recuperar la organización y su poder de influencia.

La dirección de Acción Democrática no entendió que se había producido el agotamiento del modelo puntofijista y que el 27F-89 se inicia un período de vacío y consecuente alejamiento de las instituciones, partidos o dirigentes por parte de la ciudadanía. Partido de gobierno y similares en plan de opositores perdieron vigencia y credibilidad. Y la antigua militancia se volcó al encuentro de las nuevas promesas de un populismo que ponía como tarea prioritaria la lucha contra la corrupción.

Hoy se hace patente una descomposición adelantada por un alumnado que superó abiertamente a sus maestros.

Pero ahora, a diferencia de aquel tiempo, cuando la sociedad se quedó a la espera de la muy célebre lista de Luís Piñerua Ordaz, se ha dado la lista de los implicados en el gran saqueo a la sociedad y al Estado. Y al igual que en el pasado aún no pasa nada trascendente.

Hoy es el ruido de los discursos anticorrupción, muchos de los cuales son pronunciados por políticos que han pasado por donde mismo. Y se mantiene por tanto la vigencia del refrán popular que establece que un ladrón no puede juzgar a otro ladrón aunque le ofrezcan cien años de perdón.

Y así, en una sociedad acostumbrada a identificar al político con el robo y a sabiendas de la existencia de un gran contexto de cómplices, tiene asidero el señalamiento de un lector: esto de la corrupción desde hace mucho tiempo fastidia y creo que hoy no será diferente.

Y agrega: Sobre esto se habla mucho y nunca se hace nada. Los ladrones, simplemente, siguen cumpliendo con su misión. Y déjeme decirle que la corrupción parece consustancial a la llamada democracia y a la ‘revolución’. Dentro de unos meses todo habrá pasado al olvido.

Fíjese que los señalados como jefes ni se dan por aludidos ni intentan defenderse. Saben que eso no hace falta. Nada les pasará, porque supuestamente ya se hizo justicia en la persona del “ricachón boliburgués” Ricardo Fernández, exprotegido del golpista presidente.

Y en verdad que hasta los discursos que parecen más radicales que dan los nombres de los ladrones y de los correspondientes testaferros, concluyen manifestando su confianza en unas investigaciones que establezcan responsabilidades o signifiquen la derrota del régimen por la vía democrático-electoral.

Y en este punto hay que repreguntar: ¿olvidan estos políticos que estamos frente a un régimen autoritario y de firme inspiración totalitaria que cada vez será más represivo y limitador del ejercicio de toda democracia?

Venecuba no caerá por votos. Raúl o el GP no pasarán por la pena de entregar el mando-poder por haber perdido en unos libres y transparentes comicios. Primero muertos!

Nos esperan tiempos aún más duros. Y es indispensable prepararse para ir más allá de la sobrevivencia y el dejar hacer! abm333@gmail.com

El Universal, 05 de diciembre del 2009.

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