miércoles, 18 de mayo de 2011

JESÚS URDANETA HERNÁNDEZ - CONTRA VIENTO Y MAREA HAY QUE GANAR



Entre gallos y medianoche. Así fue como  la sociedad venezolana se enteró del nuevo proyecto que tiene el CNE para “modernizar” el sistema electoral. El día anterior al conocimiento de la noticia, representantes de la Mesa de la Unidad Democrática, se habían reunido con los rectores en la sede del organismo para solicitar el cronograma electoral. La reunión fue breve y la respuesta negativa: el cronograma aún no está establecido.

EL CNE: DEPENDENCIA DIRECTA DEL
EJECUTIVO

Así, junto a la incertidumbre de la fecha, se añade un nuevo elemento que si bien se mantiene a oscuras, a todas luces nos indica que nada bueno podemos esperar del CNE. Es bien sabido que el Consejo Nacional Electoral, es en realidad una dependencia directa del Ejecutivo. Tan sólo uno de sus rectores hace malabarismos para tratar de mantener un equilibrio que por supuesto no logra y que con tristeza me recuerda a esos muchachos que frente a los semáforos,  lanzan sus pelotas al aire tratando de controlarlas y sin embargo todas ruedan por las calles.

Nadie, absolutamente nadie, tiene confianza en el sistema electoral venezolano. Y todos, absolutamente todos, conocen las graves irregularidades existen en las distintas áreas que conforman ese misterio que constituye el organismo electoral.

DEBEMOS NEGARNOS A BAILAR AL
RITMO DE SUS ABUSOS

Con suspicacia es que acudimos a votar, pero por supuesto que hay que participar. No existe otra alternativa, pero deberíamos hacerlo en igualdad de condiciones que el oficialismo. Aun cuando sabemos que eso es un imposible, porque nos enfrentamos a un régimen que controla todas las Instituciones, lo cierto es que sí debemos exigirlo y sí debemos protestar ante todas las irregularidades que vayamos encontrando en el camino. Debemos hacer que nos respeten y debemos negarnos a seguir bailando al ritmo de sus abusos.

El CNE pretende adquirir 45 mil nuevas máquinas captahuellas a un costo nada más y nada menos de 45 millones de dólares. 45 millones de dólares adicionales a la inversión  hecha de 115 millones de dólares por la compra de los equipos, transferencia de tecnología  y máquinas captahuellas utilizadas hasta ahora. La situación es tan inmoral que hasta el rector Vicente Díaz ha exhortado a todos los ciudadanos a que nos opongamos a este “proyecto”. “Una vergüenza”, así lo ha calificado, señalando que mientras en Venezuela existen 120 mil familias damnificadas (que seguramente ya serán más por las fuertes precipitaciones de los últimos días) no es posible destinar tantos recursos a un proyecto de esa naturaleza.

TECNOLOGÍA DE PUNTA EN UN PAÍS PRECARIO

Estamos seguros que esas no son las únicas razones por las cuales el rector Díaz se opone al proyecto, pero eso no impide que tenga absolutamente razón en su planteamiento. Pretenden imponernos una supuesta tecnología de punta en materia electoral mientras que en paralelo, los venezolanos no vemos cubiertas nuestras necesidades básicas. La situación de los damnificados en sólo un ejemplo, porque la realidad es que el País se está cayendo a pedazos. La precaria situación de nuestros hospitales, la desastrosa situación de nuestras vías de comunicación terrestres,  la falta de escuelas y las pobres condiciones de la mayoría de ellas, los niños de la calle, la vergüenza de nuestras cárceles, por citar sólo algunos ejemplos y en general el estado de abandono en que se encuentra toda la infraestructura del País, hace necesario que nos opongamos fehacientemente a que se sigan malgastando de esa manera todos nuestros recursos.




LAS MÁQUINAS DE VOTACIÓN SÓLO GENERAN
DESCONFIANZA

Y es que además, la implementación de ese sistema tan costoso tampoco garantiza ni efectividad ni transparencia. Hasta ahora, el sistema de votación mediante la implementación de las captahuellas y las máquinas de votación, lo único que ha generado es desconfianza. Estamos convencidos que las cosas hubieran resultado mucho más claras si el conteo de votos se hubiere realizado manualmente. Hemos visto como en otros países el conteo manual funciona  de manera efectiva y oportuna, mientras que nosotros, con toda la tecnología,  aún no conocemos con exactitud los resultados de algunos  de nuestros procesos electorales.



¿DESAPARECERÁN TAMBIÉN LOS CUADERNOS ELECTORALES?

Con estos nuevos equipos, no sólo se mantendrán las dudas existentes sino que se agregarán otras. ¿Cómo se va a afrontar  el tema de los cuadernos electorales (única evidencia física con la que contábamos y que ahora desaparecerá)? ¿Cómo se resolverán los errores en los equipos de identificación biométrica?  En Brasil por ejemplo, se constató que el 7% de los electores no fue reconocido por las máquinas y por lo tanto no pudo votar y que además el tiempo de votación se duplicó. ¿Quién nos garantiza que no sean las máquinas de ciertos estados las que se dañen?  Y si el Gobierno va conociendo, no el contenido de cada voto particular, pero sí la inclinación de la votación general ¿acaso no intervendrá de alguna manera para tratar de alterar los resultados?

DEBEMOS DERROTAR EL MIEDO

¿Realmente se hace necesario seguir invirtiendo recursos mil millonarios en un sistema electoral que por lo demás sólo genera desconfianza y miedo?  Desde la perspectiva e intereses del Gobierno, claro que sí. El sistema genera miedo  y ese miedo es lo que lo mantiene en el poder. Debemos derrotar el miedo. Debemos exigir que se respeten nuestros derechos y la mejor forma de hacerlo es oponernos a todos los desmanes que pretenden imponernos y por supuesto cuando llegue el momento, salir a votar masivamente. Contra viento y marea. Contra abuso y opresión. Por un futuro mejor. Por nosotros, por nuestros hijos, por todos, por Venezuela. ¿Quién dijo miedo? 
             
Jesús Urdaneta Hernández
C.I.  4.391.814
Twitter @jesusurdanetah

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