miércoles, 16 de noviembre de 2011

JESÚS URDANETA HERNÁNDEZ - EL CAMINO CORRECTO

Los venezolanos tenemos la obligación histórica de terminar de entender lo que nos estamos jugando, y por ende, actuar en consecuencia. Debemos tomar pronto una decisión, porque la bifurcación del camino es inminente. Si seguimos la vía que estamos transitando desde hace casi 13 años no sólo nos espera el Castro comunismo, modelo inspirado en una de las más atroces experiencias del siglo XX y que por más de cincuenta años ha venido asfixiando a los cubanos y del que sólo ahora sus autoridades empiezan a reconocer sus fracasos y a aplicar políticas de apertura, a pesar de que la Perestroika  o Reestructuración comenzara en la Unión Soviética en los años 80 liderada por Mijail Gorbachov.

Porque hacia ese comunismo primigenio es hacia donde nos lleva ese camino y eso es algo que debemos tener muy claro. Y lo decimos de manera categórica porque muchos de nuestros connacionales aún no se han dado cuenta de esa realidad.  En efecto, cuando son consultados sobre si apoyan al Régimen, dicen que sí, pero cuando en paralelo se les pregunta si quieren que seamos como Cuba y los cubanos lo niegan rotundamente y sin vacilar. A ellos les digo que no se dejen engañar y que si apoyan al Régimen nuestro destino será inexorablemente similar al cubano.

Una cosa va de la mano de la otra. Chávez es el pupilo de Fidel y su sueño no es otro que detentar el poder por el mayor tiempo posible para así disfrutar del mismo mientras nos oprime; y para lograrlo no sólo implementará el comunismo, con la consecuente eliminación de la propiedad privada, sino todos los métodos ya conocidos tendientes a la desnaturalización del Hombre, a minimizar al individuo, a controlarlo y explotarlo, con la excusa de un fin colectivo mayor,  lo cual no es más que una falacia, porque el colectivo aún cuando no sea sólo la suma de sus individuos, sí está compuesto por aquéllos, por lo que si sus integrantes están mal el  colectivo jamás podrá estar bien.

Pero esa dirección también nos lleva por otras peligrosas sendas qua atentan contra nuestra estabilidad como nación. Sus alianzas internacionales con personajes que en muchos casos se encuentran al margen de la ley, nos pueden traer graves consecuencias. Su vinculación con la guerrilla colombiana y con sus líderes de manera particular (muchos de ellos ya muertos); su simpatía manifiesta y apoyo a otros terroristas como Carlos “El Chacal” (asesino confeso y condenado); su solidaridad con Ahmadineyad (Irán), Al Bashir (Sudán), Mugabe (Zimbabue), Al Assad (Siria), Lukashenko (Bielorrusia), sin olvidar  a los ya fallecidos Gadafi (Libia) o Hussein (Irak), hacen que nuestro País esté recorriendo campos minados que pueden hacernos explotar en cualquier momento.

Adicionalmente, ese camino tortuoso lleno de atraso, control, manipulación, carencias y pobreza, nos impone una sólo línea de pensamiento y viene acompañado de  confrontación, desunión y enfrentamiento entre los venezolanos.

Por el contrario, si tomamos la otra dirección, nuestras esperanzas se verán materializadas en virtud de la reconstrucción nacional y así, revisando los errores del pasado, podremos alcanzar la meta de que todos tengamos igualdad de oportunidades, ya que aún cuando ningún sistema es perfecto, la tendencia natural será la de reconocer  el pleno ejercicio de los derechos humanos por lo que la propiedad privada volverá a establecerse como principio, la educación nuevamente será plural y libre, la libertad de expresión se ejercerá plenamente y en definitiva, la persona, como individuo único e irrepetible, podrá desarrollarse de manera plena y feliz.

Nuestros acuerdos y pactos internacionales apuntarán hacia el mundo libre, plural y democrático, donde se velará  por nuestros intereses económicos a los fines de lograr el desarrollo y bienestar de todos los venezolanos; y la fraternidad propia de nuestro gentilicio, volverá a surgir entre nosotros, donde el debate abierto, amplio, franco, respetuoso y productivo, será la dinámica diaria, para de esta forma volver a ser ese país al que todos querían llegar y nadie pensaba en irse.

Jesús Urdaneta Hernández
C.I.  4.391.814
Twitter @jesusurdanetah

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