viernes, 17 de abril de 2015

LA VII CUMBRE DE LAS AMERICAS II/III



LA VIIa CUMBRE DE LAS AMERICAS II/III
Rafael Iribarren


.- No hay “Carta Democrática” para Maduro; la “Guerra Fria” terminó.

Para las oposiciones venezolanas y sus pares de “la Comunidad Internacional”; para sus opinadores y politólogos habituales; nacionales e internacionales; la Cumbre de Panamá, fue un fracaso; fue decepcionante. Según, América Latina y El Caribe cabronearon a Maduro. Los presidentes del hemisferio, ahora, incluido Obama; siguen dándole la espalda a los venezolanos; desentendiéndose de la realidad que vivimos en el país; de la violación de los DDHH y la democracia; etcétera. Sin que, aunque no es el tema, se logre entender, qué es lo que en concreto pretendían o esperaban que hiciera la reunión hemisférica al gobierno chavista. Quizás, con alguna hipotética votación mayoritaria impuesta como entonces, sería; ¿aplicarle la “Carta Democrática”?; y repitiendo la historia, cincuenta y dos años después, ¿sacarla de la OEA como a Cuba en 1962?.

La realidad es que Venezuela, con todo y la crisis profunda que vivimos; no era, ni tenía que ser el tema. El tema no era Maduro ni siquiera los DDHH; ni la soberanía ciudadana sobre el Estado, que ni chavistas ni oposiciones  mencionan. Ni los presos políticos ni la inexistencia de independencia entre los poderes públicos eran el tema.
Ni tampoco; ni siquiera los EEUU, en el supuesto de que se lo propusiera; de que estuviera otro Nixon u otro Bush en la Casa Blanca; hoy estaría en condiciones de imponer sanciones como sucedió en la conferencia de la OEA de Punta del Este en 1962. La “Guerra Fría” que por ese entonces comenzó; terminó hace un cuarto de siglo. Y no solamente “por allá”, en el Mundo; sino aquí también.

.- Una derrota para Maduro

Simétricamente; aunque lo tapan con una retórica de simulado triunfalismo; para los chavismos,  particularmente para el madurismo, también fue un fracaso; peor aún, una derrota. Maduro salió de Maiquetía. declarando que iba a Panamá a que Obama derogara su Resolución; o a una confrontación con la mayoría del continente; con cuyo apoyo contaba. Ellos sí apostaban a un resultado más concreto; apostaban a ser, solo además de Cuba, el tema central de la Cumbre; hasta imponer una resolución “antimperialista” de apoyo a Venezuela contra los EEUU;  lo que no fue en nada ni para nada.

La manipulación del equívoco señalamiento técnico-jurídico de Venezuela como una amenaza; se redujo a referencias de paso o casi, en muchos discursos; no en todos; sin concreción de propuestas; salvo la idea general de lo deseable de la derogatoria de la resolución de Obama. Ciertamente una solidaridad general, pero, en contra de la medida concreta. De ninguna forma el apoyo que se pretende.



 .- Una nueva agenda.

En la dinámica continental que puede desarrollarse a partir de esta nueva coyuntura; se plantean otras cuestiones de fondo, más allá de los temas de las soberanías nacionales y los derechos humanos; que han dominado determinantemente la agenda hemisférica en la última década Una nueva agenda se planteará. Ahora la atención concreta  del conjunto de los países latinoamericanos y caribeños, estuvo y está, en la perspectiva; en el futuro; definido y alcanzado soberanamente. En una relación diferente, de iguales, con los EEUU; que parecería posible. Ya no en la historia; ni siquiera en la reciente; ni en sus persistencias actuales. De tal forma que, a pesar de su vigencia y dificultad de procesamiento, las violaciones  a los DDHH, no era el tema. Y no lo fue ningún país en concreto; ni siquiera Cuba, que por razones obvias, fue el tema concreto más importante y referido; pero no el central.

.- Dos show que se quedaron embalados.

Dos shows, contrapuestos, estaban montados para imponer en la Cumbre el tema Venezuela. Ninguno se desembaló. El de las firmas. Diez millones; o doce o catorce o quince; según cual protagonismo chavista declarara;  se quedaron embaladas en Maiquetía o La carlota; ni siquiera salieron del país. Aunque Maduro y el madurismo durante semanas, a diario y por todos los medios  lo estuvo anunciando; lo anunció al llegar a Panamá; y hasta en su discurso en la Cumbre dijo que las llevaba para entregárselas a Obama. Para que derogara la Resolución.

El otro show, de la declaración de veintitrés expresidentes promovida por Felipe Gonzales; en función de nunca se supo qué en concreto se esperaba lograr con ella  en Panamá; tampoco ni siquiera se mencionó en la reunión. Ni siquiera tuvo cobertura importante en los medios, Un show malo; no el que varios expresidentes, algunos respetables, firmaran y se pronunciaran sobre los problemas nacionales; sino el pretender que podían ser considerada en la reunión. Además de llevadas y promovidas por Aznar que como Uribe, Fox, Martinelli, y otros firmantes, en relación a la defensa de los DDHH, ni en Venezuela ni en ninguna parte, le dicen nada bueno, al contrario, a América Latina.

.-Sin polarización Ni contra Maduro ni contra EEUU. El ALBA no actuó.

En esta VIIa Cumbre a pesar del consenso general latinoamericano y caribeño contra la Resolución de Obama; y a contrapelo de lo que esperaban los chavismos nacionales e internacionales; EEUU no fue puesto contra la pared; ni, condenado ni denunciado por amenazar a Venezuela; de querer apropiarse de su Faja del Orinoco; etcétera. Y aunque se repitió el rechazo genérico al ingerencismo en los asuntos internos de los países; también se hizo frecuente mención, y en algunos casos, bien explícita, a la cuestión de los DDHH en Venezuela bajo el régimen de Maduro.

Tampoco, como pretendían las oposiciones hubo por parte de ningún país acusación ni condena al gobierno venezolano. Ni siquiera emplazamiento o referencias concretas, a nuestros problemas y crisis internas.

Por lo visto, las expectativas de parte y parte, de que algún grupo de países del Hemisferio asumiera una actitud beligerante ante uno u otro, según; no tenían ningún soporte en la realidad actual latinoamericana y caribeña. Por lo visto, la polarización internacional, que nunca llegó a concretarse; pero que siempre fue promovida y aparecía implícita en las retóricas opuestas de la última década; ya no se maneja  ni siquiera sobre-entendida. Y, no es que haya  homogeneidad, ideológica, política, sociopolítica, cultural, etcétera, en los 35 países del Hemisferio. Es que, por visto, por encima de las  diferencias, tensiones y conflictos; internacionales y nacionales; de alineamientos y polarizaciones; se diría que como fue en los orígenes de la Unión Europea; se visualiza una dimensión en la que todos pueden estar.  
 
En ese sentido  y en contra de lo que se esperaba y hasta se había anunciado; fue notorio que el ALBA no actuara ni asumiera posiciones como bloque. Aunque con matices, estilos e intensidades diferentes, Morales, Correa, Ortega, y Maduro mantuvieron la confrontación con EEUU; pero fue evidente que no estaban coordinados ni manejaron alguna forma de estrategia común

.- Obama se reunió con Maduro; pero la Resolución se mantiene.

Antes de ir a Panamá, además de que sus voceros oficiales lo habían reiterado; Obama mismo declaró expresamente que no consideraba a Venezuela una amenaza; y que los EEUU no amenazan a Venezuela. Reiteró que las sanciones establecidas en su Resolución, eran específicamente a personas, por violación de los DDHH y otras causas; que no eran ni al país ni al gobierno En su discurso no mencionó el asunto; contradictoriamente con la política exterior de su país en el tema; reivindicó su derecho a ocuparse de los derechos humanos en donde fuera. Obviamente refiriéndose sin nombrarla a Venezuela. Desde antes de la Cumbre su vocera Roberta Jacobson declaró que la Resolución se mantiene. Coherentemente, no fue derogada, ni por lo visto, lo será.

Pero, sin anuncio previo ni presencia de prensa, Obama se reunió con Maduro; de lo que éste informó; y que la Casa Blanca confirmó.

Caracas abril 2015,-

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