En el transcurso de esta semana (13 al 17-12-2010) debió ser presentado para el debate en la Asamblea Nacional (AN) el Proyecto de Ley de Educación Universitaria (PLEU), propuesto por un grupo de estudiantes y profesores universitarios, como alternativa al que pretende aprobar la AN sin consultar a las comunidades universitarios. Aún cuando tengo algunas observaciones de forma y contenido del PLEU doy mi apoyo al mismo por estar sustentado en las premisas siguientes:
1) Refuerza la ética de la solidaridad. Porque respeta la pluralidad, da legitimidad a las diferencias, reconoce y valora la otredad. En el contexto del PLEU, esta premisa tiene tres vertientes significativas: la ética del conocimiento, derivada de la realidad de los hechos que se estudian o investigan, de las prácticas y relaciones sociales que están implícitas en dicha objetividad; la ética del trabajo, como expresión de la dedicación, eficiencia, eficacia y pertinencia de las actividades docentes, estudiantiles, laborales y de gerencia universitaria de acuerdo con una visión y misión permanente como es la de “…satisfacer las necesidades educativas, científicas, y profesionales de la sociedad.” (Art. 11 del PLEU) y, por último la ética de la calidad en la actividad docente-estudiantil, laboral y gerencial orientada por los principios de equidad, libertad académica, corresponsabilidad, pertinencia y honestidad.
2) Consolida la autonomía universitaria y la libertad académica. Es el concepto central propuesto en el PLEU en el Artículo 8, estableciendo que: “Los institutos de educación universitaria son autónomos, en consecuencia dichas instituciones estarán facultadas para establecer sus propias normas de gobierno, funcionamiento y administración de su patrimonio, elegir y designar sus autoridades y personal docente, así como planificar, organizar y elaborar los programas de estudio, docencia, investigación y extensión”. Respecto a la libertad académica, el Artículo 10 del PLEU propone que todo el trabajo universitario se regirá por: “…el derecho inalienable a exponer o aplicar enfoques, puntos de vista, perspectivas, hipótesis o teorías propias, y a argumentar a favor de lo expuesto, en el marco del respeto y apertura a las distintas opiniones”
3) Exige la rendición de cuentas. La rendición de cuentas no solo es una política, sino una cultura propia de las instituciones democráticos, sin la cual no podría concebirse en las instituciones del Estado, y en particular de las instituciones universitarias, un franco progreso social en términos de su organización, productividad, competitividad y control de gestión. Además, la importancia de esta cualidad radica en el valor agregado a sumar en la relación de confianza con la sociedad, toda vez que ésta espera que las instituciones le rindan cuentas de manera oportuna y veraz. Esta idea está consagrada en el Artículo 12 del PLEU.
Por otra parte, bajo el enfoque de una visión de totalidad, en el PLEU también son considerados aspectos no menos importantes como es el caso de los sistemas de evaluación y acreditación; ingreso, formación y bienestar de los estudiantes en la educación universitaria; fortalecimiento de la carrera docente; estudios de postgrado; incorporación del personal administrativo, técnico y obrero a los Consejos Universitarios y la descentralización y articulación interinstitucional de todas las universidades venezolanas.
En fin, conviene a todo el país la urgente transformación del subsistema de educación universitaria de acuerdo con los propósitos indicados en este un nuevo marco normativo, para que los cambios estructurales estén sustentados en la legalidad y no en la arbitrariedad como pretende hacer el gobierno. Ciertamente, la AN quiere imponer una Ley Universitaria articulada en función de un esquema de pensamiento o ideología única, con la finalidad de ejercer un férreo control político-militar y policial para reprimir cualquier atisbo de pensamiento crítico contrarios a los intereses de las cúpulas del poder que hoy desgobiernan a Venezuela.
Con base en esta reflexión, invito a la comunidad universitaria nacional y al pueblo venezolano a apoyar, con movilizaciónes de calle, el debate y pronta aprobación por la AN del PLEU, toda vez que en él se resaltan y valoran: “…los principios de honestidad intelectual, libertad, democracia, justicia social, autonomía, solidaridad, responsabilidad y corresponsabilidad, pluralismo, paz, respeto al ser humano, participación, bien común, cooperación mutua y legalidad…”, que son las guías permanentes del sendero por donde ha de transitar “…la casa que vence las sombras…”
Edgar Jaimes (*)
(*) Profesor Titular del NURR-ULA, Trujillo, Venezuela; jaimes.5060@gmail.com
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