lunes, 11 de julio de 2011

JORGE RIVADENEYRA

EL SOCIALISMO CHINO
 
                                                              Jorge Rivadeneyra A.

De acuerdo a su concepción evolucionista de la historia, Marx estableció sucesivas etapas del desarrollo social,   determinadas por el modo de producción. La  primera fue el comunismo primitivo, a continuación el esclavismo, luego  el feudalismo, y el capitalismo. Ninguna de ellas fue pensada previamente como un proyecto; es decir que esos modos de producción se fueron dando espontáneamente. “El hombre hace la historia, dedujo Marx, pero de espaldas a ella”.

La siguiente etapa sería el comunismo, pero eso sería posible cuando las fuerzas productivas del capitalismo llegan a contradicciones insolubles entre sus fuerzas productivas y las relaciones sociales de producción. A esta transformación la llamó revolución. Pero el requisito indispensable para que ocurra es la  plenitud del capitalismo, lo cual incluye el desarrollo global de la ciencia, de la técnica y de la conciencia humana. En este caso, a diferencia de las etapas anteriores,   se necesita planificar y coadyuvar al parto inevitable de la nueva forma de organización social.

De lo anotado se desprende que  el comunismo es imposible en una sociedad que no haya alcanzado los más altos niveles capitalistas. Por esto, Lenin y los bolcheviques de principios del siglo XX, malinterpretando a Marx,  dividieron el proceso revolucionario  en dos etapas, a saber, el socialismo y el comunismo. En el socialismo, como etapa previa, el Estado propiciaría la eliminación de todos los rezagos del feudalismo,  impulsando planificadamente el desarrollo capitalista,   la  superación de la pobreza, el atraso tanto de la estructura como de la superestructura de la sociedad.

Esto se debía, según Lenin, a que el capitalismo,  y  todas las etapas históricas de la sociedad,  tienen un desarrollo desigual. Para superar el problema, Stalin inventó la tesis del socialismo en un solo país, y  Trotsky  propuso la revolución permanente, es decir la lucha para lograr el desarrollo global  del capitalismo y del proletariado. Es decir que Lenin, Stalin y Trotsky tergiversaron a Marx. Además, todos los socialismos del siglo XX fueron variables del capitalismo de Estado, y sus teóricos, incluyendo a los marxistas críticos, como Gramsci,  los pensadores de la  “Escuela de Frankfurt”, o el euro-socialismo,  discutieron y propusieron modificaciones tomando como punto de referencia la experiencia de la URSS, como si hubiese sido la única válida y posible.


Y en Rusia, el país más atrasado de la Europa de ese entonces,  se llamó socialismo a una dictadura que impuso el capitalismo por decreto, reprimiendo la disidencia y asesinando a millones de personas acusadas de traidores porque fallaban los planes quinquenales, porque disentían o por supuestos  agentes del imperialismo.

También China compartía esta estrategia revolucionaria. Pero a raíz del fracaso de la Revolución Cultural y del Gran Salto Adelante, propiciado y dirigido por Mao Zedong, la dirección del partido comunista chino inició un proceso de evaluación y autocrítica de la revolución. Llegaron a la conclusión de que la economía planificada  no conduce a la riqueza, es decir al desarrollo integral del capitalismo, y Deng Xiaoping propuso y logró que se adopte la producción y la legalidad de acuerdo a la economía del  mercado. Y a finales del siglo XX se re-estableció legalmente la propiedad privada. Todo esto sin la eliminación del Partido Comunista, ni la supresión de una dictadura a la que no llaman del proletariado.

La permanencia del partido comunista permite suponer que sus líderes evaluaron el papel del capitalismo de Estado de la antigua URSS, su estancamiento después de 70 años en el poder, hasta el punto de que Kruschev, acorralado por la guerra fría, tuvo que proclamar la coexistencia pacífica entre el capitalismo occidental y el soviético. También cabe suponer que los chinos, trataron o tratan de llegar al comunismo de acuerdo a las tesis iniciales de Marx, es decir permitiendo el superdesarrollo del capitalismo, así sea con el capital transnacional.

Hay poco información acerca de estos supuestos. Los marxismos sobrevivientes, es decir el de Corea del Norte, Cuba y Venezuela, nada dicen del actual proceso marxista-capitalista de China. Sus gobiernos actúan como si no existiera ese proceso, acaso pensando, con el dogmatismo de antaño,  que los chinos son traidores, por lo cual dieron el paso que los sobrevivientes no se atreven, aun cuando les tengan envidia. 

1 comentario:

Anónimo dijo...

China es la repetición del fracaso ruso con 2 intentos fallidos de “propiedad social de los medios de producción”, es decir, el gran salto adelante y la Revolución Cultural según la receta del Manifiesto Comunista. Al final los camaradas chinos repiten la salida ideada por Lenin en 1921, es decir, entregan la clase trabajadora en condiciones de esclavitud a los capitalistas herederos del dominio británico que de esta manera alargan su sistema de dominación esclavista–capitalista.

5. La acción represiva del Estado comunista chino sobre la clase trabajadora china está causando una caída mundial del salario hasta condiciones de pobreza extrema. Los capitalistas del grupo heredero del dominio secular del imperio británico con sus agregados norteamericanos, están viviendo un nuevo período de resurgimiento de la esclavitud con la asociación con los países socialistas.
Continuación