“Quien no vaya a votar este domingo se convierte en títere de Fidel Castro y por ende traidor a la patria”, sentencia de manera insólita Oscar Yanes, aprovechándose de forma villana de la posibilidad que tiene y que le brindan de intimidar al colectivo, mientras que éste no tiene quien lo defienda tampoco en los medios de comunicación social, debido al bochornoso escándalo de la parcialización, la censura y la autocensura generalizada.
Esta cayapa del Chivo Negro contra los demócratas la promovería en: “ASÍ SON LAS COSAS” “Comunismo o no comunismo”, publicado en la Revista “Z” del 10-16 DE FEBERERO DE 2012.
En efecto, habría habido una verdadera elección de los cuerpos electorales en 1834-35, para que la joven nación decidiera entre un presidente civil o un prócer de la Independencia y caudillo militar, entre el ex presidente General José Antonio Páez o el Rector de la Universidad de Caracas, Doctor José María Vargas, quien proclamado ejercería por breve lapso como primer presidente civil de la República. La escena política del siglo XIX estaría dominada por los caudillos militares.
También se habría producido un interesante acontecimiento durante el proceso electoral de 1845, cuando compitieron por la presidencia dos hermanos, única vez en nuestra historia, “José” (Judas) Tadeo y José Gregorio Monagas. Elegido Judas, habría sido relevante su asalto al Palacio Legislativo y sede del Congreso Nacional el 24ENERO1848, determinando de facto la conclusión de un conflicto de poderes y la consolidación de todos en úno.
Con relación al período 1936-1945, se produce el “golpe natural” que determinaría la caída de Juan Vicente Gómez, y con su deceso el ascenso del sucesor a la primera magistratura, determinado oportunamente por el propio difunto, su Ministro de Guerra, a su tiempo sucedido por la cabeza del “partido militar” al concluir su período en 1945. Imposible comprender la Historia de Venezuela sin tener claros estos episodios.
La relevancia del año 1945 en nuestra historia nos presenta la ejecución de otro golpe, “moderno”, cívico-militar, que dispondría entre sus prioridades la instauración de la elección universal, directa y secreta con la participación exclusiva de todos los civiles mayores de edad, incluyendo a la mujer, que tendría que esperar hasta 1948 cuando se produjeran elecciones “modernas” para incorporar tales condiciones, con el objeto de promover sólo presidentes civiles, decidiendo el colectivo de forma soberana por el maestro Don Rómulo Gallegos.
Pero el país “no estaba preparado” para ser gobernado por civiles. Sólo unos meses, desde el 15FEBRERO hasta el 24NOVIEMBRE1948 podría ejercer el maestro, porque una vez más el “Partido Militar” habría pasado a la oposición desde aquel amanecer del mismo 19OCTUBRE1945, como lo afirmara el Coronel Marcos Pérez Jiménez. De manera que a partir de la conquista de nuestra “democracia” en 1959 y su ejercicio hasta 1998, siempre habría sido tutelada por el “Partido Militar”.
Baste referirnos a la frase repetida de forma religiosa, en cada discurso, por todos los jefes de Estado de la democracia, quienes habiendo sido proclamados como resultado de elecciones libres y transparentes, declaraban solemnemente al asumir la jefatura del Estado que lo hacían: “contando con el apoyo irrestricto de las FFAANN”.
La ratificación del retorno de Venezuela a una sociedad aún más primitiva y atrasada que la del siglo XIX, a partir de 1999, quedaría confirmada entre otras realidades, con los más de 150 mil asesinatos, más de 19 mil en un año entre 2010 y 2011, con la creación de un nuevo Estado federado: “Venecuba”, afiliado a la subversión, al narcotráfico y al terrorismo internacional, con unas Fuerzas Armadas reafirmadas oficialmente en 2012 como “Partido Militar”, que han permitido la ocupación militar extranjera de nuestro territorio, así como el hostigamiento, la persecución, el secuestro, el exilio y la muerte de nuestros nacionales y el saqueo del patrimonio público y privado.
Toda esta trágica realidad frente a una ceguera colectiva difícil de explicar, que se niega a percibirla y a aceptarla, en particular la electoralista y la del “Partido Militar”, asociadas para sostener la violación sistemática, permanente y continuada de los derechos humanos a partir del fraude-pantomima político-administrativo-
Promover una polarización ideológica entre “comunismo o no comunismo”, es una desviación que representa otra burla al gentilicio venezolano, en vías de dilución, esa sí sería una verdadera traición a la patria, que se desborda este 2012 cuando se pretende organizar la pantomima electoralista perfeccionada en 3 actos: febrero, octubre y diciembre para la consolidación del régimen por varias generaciones.
Chivo Negro concluye la serie de desvaríos que promociona con una primera referencia al juego, al tirano amante del “base ball”, ligera para referirse a nuestra tragedia, no la suya, y la segunda al “diablo”, que “en Venezuela siempre cobra”. ¡En esto tendría razón! Y también tendría razón Fidel Castro: “Las elecciones son una bobería”. Con la ventaja de que en su isla como que el diablo no cobra, o cobra tarde.
El drama del inicio de nuestro siglo XXI al avanzar en el colaboracionismo electoralista, es al mismo tiempo similar y opuesto a nuestro pasado, similar a la historia del engaño desde que existe nuestra República, al partido militar que ratificaba que “las elecciones eran una bobería”, y opuesto, en cuanto a que en la época de la globalización, de las comunicaciones y la informática, de los derechos humanos y de la justicia internacional sin prescripción ni jurisdicción para los crímenes contra la humanidad, muy populares en nuestro suelo, los venezolanos hemos deshonrado las tradiciones de la libertad y de la Independencia y escogido retornar a la condición de colonia, ahora primitiva: “Venecuba”, para condenar o acabar con nuestro presente y nuestro futuro.
Rómulo Lares Sánchez. 10FEBRERO2012
Rómulo Lares Sánchez. 10FEBRERO2012
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