lunes, 8 de septiembre de 2014

Y MARÍA ESPERA AHORA LAS CINCO REVOLUCIONES


Y MARÍA ESPERA AHORA LAS CINCO
REVOLUCIONES
Ramón Santaella Yegre

          María, la vecina del edificio de al lado, camina alrededor de la plaza “Los aguacates” como todas las mañanas,  se nota algo cansada y según Victoria, su ahijada, no es cansancio por la actividad doméstica o algo parecido, mejor diríamos, malhumorada por haber trasnochado esperando que el Presidente de la República moviera la mata e hiciera desaparecer parte importante de quienes han contribuido con la bancarrota del país.

Ella siempre, dice la ahijada, con su bocota abierta, hablando mal del Gobierno, sin aceptar todo cuanto hace nuestro Presidente por sacar adelante al país, pero, ¿Quien puede quitarle esa mala costumbre de criticar a todo el que puede?, aunque en ocasiones, utiliza la ironía como medio para lograr el mismo objetivo crítico y según se comenta, siempre ha sido así, desde pequeña.

          En una de las vueltas, nos acercamos al sitio donde María conversa con el señor Críspulo, vecino que pocas veces hace acto de presencia entre los caminantes del lugar; lo cierto es que le oímos decir: Sí, viejo Críspulo, así como le cuento, estuve despierta durante varias horas y el hombre no dijo  gran cosa; deje ver si puedo recordar algo; ¡Ah, sí!, supongo que Usted el día anterior vio al Presidente que hablaba en cadena nacional.

 A RAMÍREZ LO SACARON DE PDVSA Y LO
PUSIERON DE CANCILLER

Dígame ¿A quién notó Usted, detrás del mismo Presidente, así como pálido y serio?, al mismísimo Ramírez que ya sabía lo iban a tumbar de la mata, aunque a decir verdad, no le fue tan mal; figúrese que lo sacaron del Misterio de petróleo y minas, y de la vicepresidencia de la economía nacional y lo colocaron como canciller de la República, de donde quitaron a Jaua, a quien pusieron como Ministro de las comunas.

          En verdad, amigo Críspulo, no entendí nada de ese jueguito “quitas” y “pones”, algo parecido o igual a lo que hacía el “papá” cuando hacía cambios en el gabinete; eso sí, fueron muchos los que ahora quedaron fuera porque el hombre habló de burocracia y redujo a 27 los 40 ministerios existentes.

          ¡Doña María!, dice Críspulo, ¿Usted no recuerda que en 1999 cuando ganó el que supuestamente era el “padre”, ese que parece seguir vivo según la publicidad del Gobierno porque cada pancarta  está presidida por el “Comandante eterno”, el mismo que se encargó de criticar al Dr. Rafael Caldera por tener mucha burocracia repartida en 13 ministerios y propuso que los reduciría al mínimo y llegó el día en que contamos 40?

¡ESTE PAÍS NO VA PARA EL BAILE!

          Me parece, doña María que este país “no va para el baile” como decía mi difunta esposa, de continuar con la misma pareja.

          ¡Sabe algo, don Críspulo!, voy a estar de acuerdo con usted porque lo mismito veo yo. ¡Mire!, que este hombre o es muy optimista o cree que habla a una población de enfermos mentales que debe acatar y decir amén a todo cuanto diga; ahora, en vez de una revolución que no han sabido qué hacer con ella, vamos a tener 5: una económica que versará sobre la producción y la productividad, al punto que en “poquito” tiempo tendremos nada más y nada menos que un “país desarrollado”  porque tenemos el mismo derecho a serlo como cualquier otro país del mundo.

A LO MEJOR PARA NAVIDAD EL NIÑO DIOS NOS REGALE
UN PAÍS DESARROLLADO

          Como Usted lo oyó don Críspulo  de la misma boca de nuestro Presidente y así será; ¡Na guará!, ¡nosotros desarrollados!. Yo creo viejo Críspulo que el regalo del Niño Dios para los venezolanos en la próxima Navidad es que al fin, la revolución nos hará un “país desarrollado”.

          ¡Que, maravilla!, yo no sé que se hará Usted pero, lo que soy yo, voy a gozar un puyero con todo lo que pienso comprarme, lástima que no sé manejar pero, lo primero que haré será sacar un carro, así sea a crédito  y comenzar a disfrutar de los beneficios de la revolución.

¡Yo sabía que la oposición estaba equivocada!

          El amigo la interrumpe: ¡está bien!, ¡está bien!, vas a disfrutar de esa revolución económica pero, ¿Cuáles son las otras cuatro revoluciones?

ESTE GOBIERNO SE LAS SABE TODAS

          ¡Ay!, disculpe Usted señor Críspulo pero, una se alegra con cualquier cosa positiva que oye del Gobierno. Tengo entendida que otra de las revoluciones es del conocimiento, digamos así como “revolución de la ciencia”; menos mal que el Gobierno siempre se ha preocupado por la “calidad” de la educación, así la oposición ande diciendo lo contrario; figúrese, don Críspulo que todas las escuelas del país tendrán esas computadoras que llaman “Canaimita”, para que nuestros muchachos sean verdaderos científicos desde pequeños; de esa manera, cuando sean médicos, ingenieros, abogados y qué sé yo, otras cosas, ¿Quién les podrá venir con cuentos? Verdad que este Gobierno se las sabe todas de todas. Ahora sí que vamos a echar pa’ lante señor Críspulo.

¡Que vaina tan buena!
¡Na guará!
¿Cuándo en mis tiempos de democracia?

          Doña María, ¡Por favor!, diga ¿cuáles son las otras revoluciones mencionadas por el Presidente? que yo no pude oír nada porque me quedé dormido esperando las medidas económicas que anunciara días antes y por lo visto no dijo nada al respecto.

A MUERTO NO SE LE NIEGA VELAS

          ¡Señor Críspulo!, Le parece poco todas esas revoluciones que vamos a tener en Venezuela, ¡“a muerto no se le niega velas”!, no se me vaya a poner como Rita, la mujer del adeco de la esquina, para quien todo lo que hace el Gobierno es malo; Usted es un hombre sensato y siempre ha sido leal a la revolución, a no ser que también se esté cambiando al otro bando y no va a ver las cosas buenas de la revolución.

          ¡Figúrese!, habrá una revolución social o de las misiones.

          Disculpe que la interrumpa de nuevo, doña María, ¿Será que nos van a eliminar de la lista o nos van a dar más dinero mensual?

          ¡Caramba, señor Críspulo!, ahora, sí que me atrapó Usted porque no entendí mucho de lo que señaló el Presidente pero, creo que se refería a la población en general, diciendo que seremos atendidos mejor en clínicas y hospitales, no faltarán los medicamentos, funcionarán todos los quirófanos existentes en nuestro país y ya no le amputarán miembros a los pacientes de diabetes, más que cuando sea necesario para salvarles la vida.

Tengo entendido, incluso, que niños y adultos atacados por el cáncer ya no tendrán problemas de asistencia farmacéutica, ni médica.

TODO ESTO SÓLO SE LOGRA EN UNA REVOLUCIÓN
SOCIALISTA COMO LA NUESTRA

¡Ay!, don Críspulo, estoy tan alegre por esa noticia del Presidente que no sé si podré esperar con los brazos cruzados ese día del triunfo, ya estoy ansiosa por saber que esto solo se logra en una revolución socialista como la nuestra y, le pregunto: ¿Sabe cuántos países de esos que se dicen desarrollados, se morirán de purita envidia, viendo nuestro desarrollo revolucionario?

Mejor ni siquiera intente responderme, porque no creo pueda imaginarse siquiera la cantidad más pequeña.

¡Está bien!, ¡está bien!, asienta el amigo Críspulo, ¿Qué pasó con las otras revoluciones?   

           ¡Bueno, mire!, habló de la revolución del Estado o política porque como Usted sabe, hemos liquidado aquel Estado burgués de la llamada IV República y hemos creado el de la revolución socialista que es el que está dirigiendo todas las revoluciones que le he mencionado, con la finalidad de guiarnos hacia la tierra de la felicidad nunca vista jamás.

IMAGÍNESE
NO HAY OPOSICIÓN CERO DELINCUENTES Y
VIVIMOS SIN TRABAJAR

          ¡Señor Críspulo!, cierre los ojos y déjese llevar por la imaginación y dígame ¿Cómo se siente en esa tierra donde no hay gente de oposición, cero delincuentes y vivimos sin trabajar? ¡Se fija!, eso solo se logrará con la revolución socialista.

          Y finalmente, don Críspulo, la Eco-revolución. ¡Por Dios!, eso será la apoteosis o día de gloria para Venezuela, Usted sabe lo que significa lograr entre otras cosas: que no haya basura en las calles del país, sanear el curso del río Guaire y podernos bañar en sus aguas como hubo prometido el papá del hijo, lograr limpiar el Lago de Maracaibo y transformar las podridas aguas del Lago de Valencia, en aguas purificadas y desarrollar toda una industria turística alrededor de sus aguas.

          ¡Mire, doña María!, interrumpe el amigo Críspulo, yo me conformaría con ver palas mecánicas extrayendo las bolsas de basura acumuladas en la desembocadura del río “Madre Vieja” en la porción norte del Lago de Valencia o centro-sur de Maracay, y que al momento de llover, sus aguas podridas por la desidia del gobierno estatal, no inúndenlas pocas viviendas que aún permanecen habitadas en el área “mata redonda” y sus alrededores.

CÓNCHALE DON CRÍSPULO
NO HAY FORMA QUE USTED CREA EN LA
PALABRA DE NUESTRO PRESIDENTE

          ¡Cónchale!, don Críspulo, en verdad que Usted está bastante impertinente, no hay forma ni manera que Usted crea en la palabra de nuestro Presidente, jefe de nuestra revolución, ¿Cómo puedo hacer para que entienda que hay que poner un poco de imaginación si queremos vivir mejor en este país, no olvide que estamos viviendo lo heredado de la IV República y la secuela del paro petrolero de 2002; Si Usted no es capaz de entender eso, no va a comprender por qué tenemos una inflación anual equivalente al 70%, no tendrá respuestas para el desabastecimiento que tenemos que soportar y no podrá siquiera imaginar por qué nuestra moneda se devalúa día a día frente al dólar y las monedas de los países vecinos: Colombia y Brasil.

          ¡Póngase las pilas, don Críspulo!, ¡Póngase las pilas!, no vaya a desaparecer de la lista de nuestras misiones y vaya quedar sin “queso, ni tostada”.

          Doña María se aleja y la oímos refunfuñar:

¡Qué hombrecito este, mi Dios!, bruto como él solo.

¡Mijito!, yo los he visto tapados pero, cuando llegó este, se acabó lo que quedaba.

¡Madre mía!

¡Que duro!    

RSY 3/9/2014.   

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