domingo, 21 de agosto de 2016
LA PESTE POPULISTA
LA PESTE POPULISTA
Miguel Aponte
Para los populistas el Estado es capaz de satisfacer las necesidades
materiales y espirituales y garantizar la felicidad social. ¿Cómo se llegó a
este absurdo? Hegel afirmó que el Estado era la madre de los hombres y que
estos jamás alcanzarían “una auténtica posición ética y auto consciente fuera
del Estado”; para él, en caso contrario, adquirirían “una autonomía auto
destructora”. Marx, por su parte, creyó que “el ser social determina la
conciencia social”.
Fueron pensadores deterministas, ¿cómo evitar el pase autoritario y
despótico? ¿Vale la pena disculparlos hoy cuando marxistas y liberales, ambos,
aceptaron al Estado y sus consecuencias para siempre? ¿No se tratará más bien
de superar al liberalismo y al marxismo?
Esta vena estatista-autoritaria deviene populista y hace que la
desgracia aplaste al chavismo; todo lo que hace le sale mal. La historia para
el chavismo no existe y los anteriores fracasos comunistas no le dicen nada,
pero ese fracaso los incluye como proyecto político; con lo cual, llegamos a
donde queríamos: ¿cuál es su proyecto político?
Todo se quedó en ese enredo, ignorante y pérfido, perdido entre el
marxismo más ortodoxo, fracasado y bruto y los libritos de autoayuda citados
por el mismísimo Chávez en aquellos ya lejanos minutos de falsa gloria y
verdadera cursilería militaroide.
Incluya el endoso de unos “intelectuales” que facturaron a precio de oro
sus adulancias -Iglesias, Monedero, Dieterich, Ramonet y otros- de valor cero,
incluyendo sus “recomendaciones”: recetas seguras del desastre que ahora
sufrimos todos los venezolanos.
¿Puede ser el populismo el soporte de un proyecto político? Sí y no. Sí,
porque lo fue para la mente política criolla del siglo xx; y, a la vez, no,
porque fracasó siempre: ¿quién negaría la línea de continuidad de este fracaso,
desde su aplicación anterior a Chávez, hasta la ruina estrepitosa, brutal e
incluso ridícula del chavismo de hoy? La pregunta es: ¿habremos aprendido?
Pronto habrá una nueva oportunidad para demostrarlo.
Steiner, George (2009), Antígonas: la travesía de un mito universal por
la historia de Occidente, Gedisa, Madrid, páginas 39 – 45.
Miguel Aponte
@DoublePlusUT
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