martes, 17 de julio de 2018
LA PRIVATIZACIÓN: ¿ADIÓS A LOS FINES DEPORTIVOS DEL OLÍMPICO?
LA PRIVATIZACIÓN:
¿ADIÓS A LOS FINES DEPORTIVOS
DEL OLÍMPICO?
Enrique
Alfonso
Sin entrar en consideraciones que vayan más allá del
campo deportivo y su desarrollo, consideramos indispensable en esta hora
recordar y retomar con mucha precisión lo que son los fines que se asigna a un campo deportivo como el
Olímpico y los que, en general, corresponden a la acción físico-deportivos de
las personas para las cuales se diseñó.
Y en este sentido, pensamos que la remodelación de una
infraestructura de esta naturaleza tiene que estar en función de la
práctica que en el mismo se realizan. El Plan-Proyecto del
Olímpico es muy claro en tanto escenario multideportivo y espacio diseñado para
atender y permitir el desarrollo del deporte de la comunidad universitaria.
Y en este punto debe comenzar la evaluación de la
remodelación que se adelanta hoy en el EO. En general no se percibe el respeto
al diseño y propósito del proyectista. Consideramos que la empresa ejecutora no
ha atendido ni atiende a los intereses del usuario de esta universidad. Porque para
ellos el deporte no constituye un fin en sí mismo, que sirve, ante todo y sobre
todo, para proporcionar buena salud.
Para los empresarios la óptica de análisis es diferente
por cuanto su atención gira alrededor del deporte que paga dividendos: el deporte
profesional. Es el desarrollo del deporte praxis. Espectáculo que puede
funcionar como deporte vehículo de propaganda política, económica o de
cualquier otro orden.
Y viendo que las obras realizadas en el Estadio Olímpico
están orientadas a los requisitos exigidos por la FIFA, el organismo que rige
el futbol profesional a nivel mundial, es obligado colegir que se soslaya el
deporte universitario que es el objetivo de la instalación.
En esta dirección nos preocupa y llama a la reflexión lo
relativo a las vías del deporte universitario que se desarrolla en el EO con
sus planes, programas, proyectos.
·
Físico-deportivo (educativo-electivo-oficial)
·
Deporte federativo destinado a fines técnico
para el logro del profesionalismo ligado a los programas de competencia.
·
El programa del deporte comunal-municipal en
este caso unido a las necesidades
ciudadanas de la comunidad universitaria: profesores, estudiantes, empleados y
obreros
·
Planes del deporte sanitario, deporte
preventivo, deporte de recuperación, calidad de vida.
Y teniendo el deporte como una realidad social y cultural
resulta impensable hoy en día abstraerlo de los engranajes de los clubes,
asociaciones, federaciones. Al no permitir la acción deportiva masiva se
cercena la vida deportiva encomendada al EO. Y al acabar con el plan-proyecto original, se abre el camino para que la
instalación pase a cumplir con intereses bien productivos en el terreno del
deporte espectáculo-mercancía-ganancia.
Al hacer una evaluación de manera genérica se puede
comprobar que los trabajos realizados en este escenario a la hora de los Panamericanos / 93 y Copa América 2007 respetaron
el proyecto original. Pero hoy, al
arreglarlo todo para servir a la empresa del futbol, se deja de lado cualquier
otra política deportiva. ¡Qué todo lo ocupe el Fútbol! El atletismo, por su parte,
tanto para su desenvolvimiento cotidiano como para su desarrollar a nivel de
competencias (lanzamiento de bala, martillo, disco, salto garrocha, decatlón)
queda reducido a su mínima expresión.
Por lo tanto en lo que se determina atletismo esa
instalación no califica para ninguna competencia nacional o internacional.
Por otra parte el rugby como oferta de la dirección de
deporte con veinte y seis años de desarrollo queda fuera como disciplina
deportiva porque los inversionistas consideran que el engramado será
básicamente para su uso y para quienes consideren y autoricen.
Pero esto no es todo. Las demás disciplinas: pesas, kárate, yoga y
los estudiantes, profesores, empleados y obreros que son usuarios del EO
tendrán ahora menos posibilidades de hacer vida deportiva en estos espacios.
Porque todo estará regido por las disposiciones de los inversionistas del
Caracas y La Guaira FC.
Y es que desde el momento en el cual se le da a estas dos
empresas carácter de sede y garantías de espacio físicos fijos, ellos
determinan uso o desuso de la comunidad universitaria. Este es el producto de
la privatización. Lo contrario a este
secuestro habría de ser el debate con la comunidad sobre los planes que se
adelantan. Explicar las razones que dejaron atrás el arrendamiento para dar
paso a la privatización del EO.
El arrendamiento, que no significaba sede de los equipos
en el EO, se justificaba como la manera de levantar recursos para el
mantenimiento de este campo deportivo. Pero esa inversión no llegó a verse y
hoy, sin revisar ese pasado, se plantea la privatización. Se le entrega
materialmente este espacio a las empresas deportivas.
Voceros de la Fundación UCV y de la Dirección de Deportes
/ UCV niegan que se adelante un plan de privatización. Pero cuando se les pide
que exhiban los contratos firmados para
tener certeza de su alcance, se responde con un absoluto silencio, aduciendo
que es imposible mostrar la contratación porque lo impide una cláusula de
privacidad. Esta es la primera imposición sobre la voluntad de una comunidad,
De este modo está a punto de comenzar una dura etapa para el deporte en la UCV.
Todo el poder pasa a manos del capital privado. Y los universitarios estamos a la expectativa de sus decisiones. La
Dirección de Deportes y la Fundación UCV guardan silencio. El negocio del
fútbol crece y recibe la mayor protección. De este modo se le dice adiós a los
fines deportivos comunitarios del Olímpico.
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