viernes, 7 de noviembre de 2014

UNA “COMPLEJA” RESPUESTA A ROLAND DENIS




UNA “COMPLEJA” RESPUESTA A ROLAND DENIS. (I)

 Un artículo de Roland Denis “La funcionalidad de la muerte: de Robert Serra a José Odreman” [1], en el cual habla del asesinato del joven diputado y destaca como en medio del despliegue de honores al nuevo “mártir” de la revolución, se produce la masacre  -por parte de CICPC “bolivariano”-  de cinco activistas del colectivo 5 de Marzo. Respondiendo al artículo aludido, escribimos: “Rolan Denis y la funcionalidad del doble discurso” [2] donde confrontamos nuestro análisis a esa corriente emergente a la que llamamos “chavismo vergonzante”. La contra respuesta de Denis no se hizo esperar; aparece acá en negritas y cursivas, seguida de  nuestro comentario escrito sobre la base de realidades que demuestran la continuidad histórica de una política que se corresponde con un modo de producción y distribución y su correspondiente Estado, donde abundan discursos reformistas, oportunistas y utopistas para ocultar lo inocultable: que la esencia opresiva del Estado capitalista no ha sido alterada, como pretenden hacérnoslo creer quienes, desde diversas trincheras, persisten en maquillar las actuaciones del Estado y  en descontextualizar éstas del proceso económico y político mundial.

Si bien es cierto que este material va dirigido a Roland, vale también para responder a los postulados de ese “chavismo vergonzante” que, valiéndose de toda una “neo taxonomía marxista”, persiste en su empeño de sostener la contrarrevolución en pleno desarrollo en Venezuela.

“Una sencilla contra respuesta a Pablo Hernández[3]

1.- Muy bueno tu análisis Pablo, efectivamente este es un gobierno que se ha transformado de más en más en un gobierno de camarillas desfalcadoras. ¿Solamente militar?, no, allí entran múltiples agentes políticos y económicos más allá de los militares- Ahora bien, tu como buen hijo del marxismo mecanicista estás viendo al gobierno como una totalidad cerrada, una dictadura contra el pueblo, contra quien se ejerce toda una carga de represión y opresión”. (RD)

Antes que nada Roland, vayamos a lo concreto de tu análisis, sobre lo que llamas mi visión hija del “marxismo mecanicista” que, “de la totalidad del gobierno, apenas alcanza a ver algo cerrado solamente militar, cuando también hay agentes económicos y políticos”. Entendemos al Estado, y la forma de ejercer el dominio y el poder a través de los llamados gobiernos, monarquías, etc., como una institución de la sociedad, muy vieja y antigua, creada a partir de la aparición de la propiedad privada, las clases, la familia patriarcal y la religión.

  La historia ha probado desde la antigüedad que las instituciones políticas y militares creadas por la propiedad privada y la clase propietaria, como minoría social, sirven para ejercer el dominio y la explotación sobre las mayorías trabajadoras, en función de los intereses de los propietarios privados. Por ello, la burguesía cuando derrocó al feudalismo dejó intacto al ejército, la burocracia y la religión;  modificó sí las formas del Estado pero sin alterar su esencia, hasta el punto que dejó a los reyes y monarcas, como en Holanda e Inglaterra, que luego de 400 años de capitalismo, siguen siendo bastiones del capital y son instituciones de dominio arraigadas dentro de la población. El llamado “socialismo realmente existente de Stalin, así como los llamados socialismo cubano, chino, etc., han seguido exactamente el mismo camino. Ejercito permanente, burocracia gubernamental hegemonizada por el “partido de vanguardia” y la religión divina es sustituida por el más vulgar culto a la personalidad al nuevo dios viviente. Mientras la explotación económica, el trabajo asalariado, las clases y la familia patriarcal se desarrolla a todas sus anchas

Pero no se necesita ir a Europa, ni recurrir al “marxismo”, para comprobar cómo en la historia de Venezuela, desde sus orígenes hasta hoy, la espada y la cruz, la violencia y la religión, el ejército y las iglesias[4] siguen siendo el fundamento del llamado Estado venezolano como organización de la sociedad, de acuerdo a los intereses y privilegios de la minoría propietaria vencedora en cada momento, a pesar de la infinidad de “revoluciones” de las cuales nos cuenta la historia nacional y oficial, del gobierno de los vencedores.

Observa cómo el ESTADO FUNDADAMENTADO EN LA PROPIEDAD PRIVADA, LAS CLASES SOCIALES, LA RELIGIÓN,  DIRIGIDO POR  GOBIERNOS CIVILES O MILITARES, SIEMPRE Y EN TODO MOMENTO HAN SIDO Y HAN REPRESENTADO A LOS INTERESES DE LA MINORIA PROPIETARIA. Estos pilares de la dominación de los propietarios han exhibido determinadas formas modificadas a lo largo del tiempo, de acuerdo al modo de producción y de la clase que ha vencido, pero la esencia de esa TOTALIDAD CERRADA LLAMADA ESTADO SIGUE SIENDO LA MISMA, AUNQUE LOS IDEÓLOGOS DEL CAPITAL, DE TIEMPO EN TIEMPO,  TRATEN DE VENDER AL ESTADO Y SUS GOBIERNOS COMO UN ORGANO APROVECHABLE Y MODIFICABLE EN BENEFICIO DE LAS MAYORIAS. En nuestro caso, aquí en Venezuela, desde 1500 hasta hoy el amo extranjero con sus agentes y cómplices internos (patronos, políticos, curas y militares), sigue siendo el principal factor de propiedad y por ende del poder político, independientemente de los gobiernos civiles o militares, “democráticos” o dictatoriales que se han conocido a lo largo de ese periodo.

Haz un simple ejercicio: compara el Requerimiento que el conquistador y el cura que lo acompañaba, le leían en latín o español antiguo a los aborígenes antes de masacrarlos, con el artículo 1 de la Constitución de 1811 y con el Preámbulo de la Constitución Bolivariana de 1999,  y verás sin solución de continuidad como el cuento ha cambiado muy poco, es el mismo musiú con diferente cachimbo.

Entonces Roland eso que llamas gobierno, que no es más que una parte de esa totalidad que se llama Estado y que como bien sabes, dentro de esa totalidad, vale decir la hegemonía, o sea el poder del Estado, la detenta siempre la minoría propietaria. Este es un poder que la clase propietaria  NO COMPARTE, y que es erigida en una totalidad que no admite cuestionamientos[5].

Lamentablemente Odreman, para mencionar al más reciente de los ejecutados,  no comprendió que el Estado del capital, y los militares y políticos que ejercen el Poder politico, no admite competencia, solo permite servidores públicos a su servicio y fines de dominación,  y para ello necesita -como tu bien sabes y lo has comprobado por experiencia propia-, hombres y mujeres venidos de abajo, desde los Odreman hasta los Britto Garcia, pasando por los Chávez, Rodríguez Torres, Cabello, Maduro y en la “Venezuela del siglo XXI” a todos esos “guerrilleros” que el 4 de febrero del 2012 vimos desfilando ante el caudillo de turno.

Roland, al Estado y al gobierno se les derroca y se les enfrenta en la calle, ese es el escenario donde se dirimen los derechos y libertades de los explotados que, históricamente, solo se  conquistan luchando porque el Estado no se los “regala”.  Cómo actúan los factores de poder y cómo manejan la política  lo pudiste observar con  lujo de detalles entre el 11 y el 13 de abril del 2002. ¿O es que tú crees en verdad, que el pueblo rescató a Chávez?

Pregúntale a Ali Rodríguez, “antes de que se le olvide”,  cómo y quiénes  negociaron el retorno de Chávez.

Pregúntale a Baduel, quién le dio la orden para ir a buscar a Chávez a La Orchila, en aquella maniobra que luego se vendió como Operación Rescate.

Pregúntate tú, cómo y por qué  supuestos fascistas y gorilas de la talla de Néstor Rodríguez, Medina Gómez y el resto de militares, le perdonaron la vida a Chávez EN ABRIL. Singulares fascistas estos que le perdonan la vida a su “acérrimo enemigo”; Pinochet no vaciló en asesinar a Allende bombardeándole el Palacio.

Todo esto es historia muy reciente, y el asesinato de Odreman  es un ejemplo más del verdadero militarismo y terrorismo de Estado que nunca se ha ido de Venezuela.


El Estado es el escenario de la lucha de clases. Pero eso sí, es lucha de clases cuando éstas, en especial las clases trabajadoras y asalariadas tienen conciencia y organizaciones autónomas que recojan y defiendan sus intereses y aspiraciones. Y te pregunto, salvo con Boves y su Rebelión Popular de 1814, ¿me podrías mencionar un solo ejemplo en la historia de Venezuela donde el indio, el campesino, el artesano o el obrero  hayan levantado un programa de clase y, sobre todo, una organización que se contraponga al programa y estructura de la clase propietaria?

Lamentablemente, la historia de Venezuela conoce de luchas y violencia donde los de abajo han puesto los muertos y los votos, pero estas luchas generalmente fueron conducidas en beneficio del sector de la clase dominante que tiene claridad de lo que busca, verbigracia los mantuanos caraqueños, los terratenientes  y caudillos con Zamora y Falcón;  y así ha sido, no como fatalidad, pero si como tragedia a lo largo de la historia de este país, hasta llegar al presente donde tú y muchos “guerrilleros, comunistas y revolucionarios” repiten  la historia al servir de furgón de cola, de coro y de careta al partido militar que logró, en 15 años, lo que no pudieron AD y COPEI en 40 años de dominación: PRIVATIZAR EL YACIMIENTO PETROLERO VENEZOLANO, HIPOTECAR EL PETRÓLEO Y MINAS, ENDEUDAR MASIVAMENTE A VENEZUELA, Y LO QUE SE CREIA IMPOSIBLE: QUEBRAR AL PAIS CON EL YACIMIENTO PETROLERO MÁS GRANDE DEL MUNDO. CON TAMAÑA HAZAÑA, EN SOLO SEIS AÑOS, CHÁVEZ Y SU GOBIERNO SE HACEN MERECEDORES POR UNANIMIDAD DEL PREMIO NOBEL DE ECONOMIA.

Y por favor, no argumentemos la necesidad de las luchas económicas y reivindicativas, que no es igual un gobierno “democrático” a una dictadura, que las reformas son necesarias,  y tantos otros lugares comunes que se han convertido en los  principios de la táctica de los oportunistas, muy especialmente de la “vanguardia histórica”, como es el caso del célebre camaleón llamado el PCV. Mejor, centrémonos en  el escenario de la discusión.

“A mí no me interesa salvar gobiernos, no creo en gobierno nacidos de la ley burguesa y sabrá el destino humano si algún día podremos deslastrarnos de ellos, simplemente trato de ver como decía Lenin la realidad desde la situación concreta y no la que se ajusta solamente a mis preceptos ideológicos.” (RD)

Roland, declaras que “no te interesa salvar gobiernos y menos salidos de las leyes de la burguesía”. Bueno, a los seres humanos se les caracteriza y analiza por sus hechos y no por sus palabras, por lo que hacen y no por lo que dicen de sí mismos, significa entonces que nuestros actos nos definen. Pero, es inocultable que tú, a lo largo de varios años, has tratado de salvar a este gobierno y de convencer a quienes te oyen de que este gobierno es una especie de revolución, de avance,  y  sobre todo que Chávez fue un revolucionario.

Pues bien, qué te dice hoy la situación concreta y el resultado final de 15 años de gobierno de militares con políticos adoradores de un caudillo, que en el más vulgar culto a la personalidad, tratan por todos los medios de erigir como un nuevo padre de la patria:

Venezuela ha sido entregada amordazada, atada y doblegada al capital financiero y petrolero internacional sin necesidad de un ejército de intervención. Hoy las mayorías del país sufren la más grande crisis de su historia y en  todos los órdenes. Esta, y no otra, es la situación concreta a la cual tú ni le das explicación, ni respuesta, por el contrario, pretendes “vender una realidad” como si las condiciones actuales del país, surgieron  con Maduro y lo  que  existe  es una “lucha entre fracciones de poder en su proceso de descomposición”; un análisis parcelado y sin continuidad que desvincula a Chávez, y su política, de lo que ocurre hoy en Venezuela.

Precisamente, esto es tratar de ajustar la “realidad de la situación concreta a tus preceptos ideológicos”, según la cual Chávez fue una especie de revolucionario, que intentó una transformación del país en beneficio de las mayorías. Y se insiste en ello precisamente cuando los hechos, las cifras, las estadísticas y la vida diaria de millones de hombres y mujeres de a pié, no demuestran más que la contrarrevolución y el retroceso que han significado 15 años de gobierno militar y policiaco. Es evidente Roland, que después del camino andado tengas que defender, justificar y tratar de explicar tu posición de apoyo y defensa de todo este proceso que llamas revolución o como quieras. Seamos sinceros,  y revisemos quién  ajusta la realidad a “preceptos ideológicos”. Veo que el prisionero de su pasado reciente- y sobre todo de sus acciones-  eres tú y no yo. Es innegable que tú, y otros tantos, se montaron  en ese autobús creyendo en los gritos y palabrerías del conductor y ahora no encuentran como bajarse, pero lo más grave, es que no encuentran como bajar a quienes ustedes embarcaron en semejante fraude.

Llama mi atención que uses al marxista Lenin como argumento, cuando más adelante  acusas mi posición de “ideología”, mientras que lo tuyo es un intento de “recreación política, desde algo donde estamos en muy mal momento”.  Buen juego de palabras, lo mío es ideología, algo así como reflejo invertido de la realidad, falsedad; lo tuyo es “recreación política”, algo así como pseudociencia o por lo menos una postura “científica” que supera  la ideológica.

 “Tú me acusas de pequeño burgués por estar diciendo que al pobre de Serra lo mataron paramilitares ligados a la derecha. Muy bien, pero en todo caso eso no es lo que digo, simplemente le dejo la ventana abierta a la gente para que entienda que eso no es así, que hay mucha ingenuidad es que querer ver algo como mis deseos lo dictan, cuando la realidad es otra. Pero no importa si quieren interpretarlo de esa manera perfecto. Asumamos en todo caso que estamos ante dos grandes monstruos uno que tiene que ver con el terrorismo internacional fascista y el otro el terrorismo interno de Estado, eso es lo importante, en ese lío estamos más allá de ideologías. El problema es que tu --y me disculpas pusiste la cagada- al reivindicar las guarimbas y los movimientos de ultraderecha en su momento, Hasta los francotiradores de Valencia que se pegaron a tres obreros y un policía los vistes como víctimas del opresor interno, cuando eran unos asesinos. En tu momento a cualquier militante quedaba expulsado cuando menos, de hecho no hay el mas mínimo criterio de clase en esas opiniones. De allí que no aceptes ver otra cosa que la tiranía del gobierno y todos tus análisis hacia allí apuntan sin importarle factores externos que inciden dentro del pedazo de Estado venezolano y su realidad nacional.” (RD)

Empezando, tu afirmas alegremente que “reivindiqué las Guarimbas y los movimientos de ultraderecha”, yo te invito a demostrar tal afirmación, o al menos a sustentarlo para que no quedes como un hablador de pendejadas, toda vez que mis escritos son públicos y de libre acceso. Durante este año, en unos 10 o más artículos y ensayos, he denunciando el papel del gobierno y de la oposición en su intento por frenar la rebelión popular[6] y tratar de contener – y de desviar- las más de 5.000 protestas populares espontáneas, primordialmente laborales, por servicios e inseguridad que han ocurrido en Venezuela anualmente en los últimos cuatro años. Sostengo que ambos bandos han recurrido a este mecanismo para encubrir la crisis económica, profundizar la polarización entre los de abajo y fundamentalmente para tomar medidas políticas, económicas y militares en contra de la población trabajadora. Esta acción conjunta de gobierno y oposición, este jueguito perverso y trágico, le ha permitido al Estado blindarse más y unirse a la oposición y a la burguesía, en su objetivo común como defensores del Estado venezolano, para contener una rebelión popular.

A Odreman, lo ejecutó el CICPC (cuerpo policial que venimos denunciando desde febrero como un instrumento político de represión, pero en el caso de Lara venimos denunciando colectiva y sistemáticamente estas prácticas extrajudiciales desde el 2004[7]). La represión contra la oposición, concretamente contra los estudiantes y clase media, donde María Corina y Leopoldo López jugaron muy bien su papel de enemigos de paja y provocadores de oficio, ha sido el ensayo para aplicarle hoy la misma medicina a los llamados colectivos y trabajadores.

Analiza bien, desde el 2003 cuando apareció la Ley Antiterrorista por orientación del FMI, la práctica de la criminalización de la protesta, el sicariato laboral y campesino y el enjuiciamiento de líderes populares y sindicales, todo este perverso juego de “gobierno contra oposición”, condujo a una fase que ahora se recrudece y que desde el propio chavismo se ha denunciado, no solo en las revelaciones de Mario Silva, sino desde hace mucho tiempo. Revisa los escritos de la articulista de Aporrea,  Rosa Natalia, ella viene alertando desde julio pasado que se está gestando un golpe sin resistencia contra la población chavista por parte de los nuevos gorilas militares.

Insisto, muéstrame dónde está nuestra defensa a los francotiradores y a la ultraderecha, porque así es muy fácil descalificar a cualquiera, sobre todo dentro del circulo en el que te mueves donde el fanatismo, los sentimientos y las simpatías emocionales por Chávez, con demasiada frecuencia privan más que la razón y los hechos.

Para que encuentres mejores argumentos en mi contra, te explico, estoy casi convencido de que hoy en Venezuela, como en abril del 2002, están operando mercenarios ligados directamente al capital financiero, que junto con la Guardia Nacional juegan al caos y  obedecen directamente a los intereses de esos capitales.

Lee bien los escritos y recomendaciones de la Banca,  en febrero de este año,  sobre la necesidad de la crisis para aplicar las medidas y el papel de la represión como política de distracción,  y verás que aquí como en el Medio Oriente, Ucrania y otras regiones operan esos mercenarios, precisamente para apoyar al gobierno, que en este caso fue, ha sido y es -en medio de la crisis económica- el mayor beneficiario político de la misma. Pregúntale a Mario Silva, él sabe algo de eso cuando denunció a Diosdado y a grupos de ultraderecha donde mencionaba, entre otros personeros, a la señora Achkar.

El problema es que siguen con el jueguito de denunciar a Uribe, al payaso de Lorent, Ángel Vivas y otros espantapájaros y ocultan lo incontestable: En este yacimiento petrolero actúan, como es de esperarse, agencias y organismos policiales internacionales  que juegan al caos en función mantener en el gobierno a esta mafia de militares, o como tú lo llamas “gobierno de camarillas desfalcadoras” que quiérase o no son ¡por ahora! la mejor garantía que tienen para evitar la rebelión popular y garantizarse el pago de la deuda y el suministro de petróleo.

Deduzco Roland que no has leído uno solo de mis artículos, en los que desde hace años vengo exponiendo:

El capitalismo es un todo mundial, no una simple suma de economías y Estado nacionales. No hay un terrorismo internacional, desligado de los terrorismos de los Estado nacionales. Quienes se creyeron los cuentos y los show mediáticos antiimperialistas de Chávez -contra el imperio y sus testaferros políticos como Bush u Obama-, no captaron el mensaje del presidente de Chevron, cuando le dijo "Señor Presidente tenga la seguridad que usted puede contar con nosotros porque creemos en hechos no en palabras".


Con relación a ello y para que hablemos de “criterio de clase”,  te cito una de las mejores recomendaciones de Lenin:

“Los hombres han sido siempre, en política, víctimas necias del engaño ajeno y propio, y lo seguirán siendo mientras no aprendan a descubrir detrás de todas las frases, declaraciones y promesas morales, religiosas, políticas y sociales, los intereses de una u otra clase. Los que abogan por reformas y mejoras se verán siempre burlados por los defensores de lo viejo mientras no comprendan que toda institución vieja, por bárbara y podrida que parezca, se sostiene por la fuerza de determinadas clases dominantes. Y para vencer la resistencia de esas clases, sólo hay un medio: encontrar en la misma sociedad que nos rodea, las fuerzas que pueden -- y, por su situación social, deben -- constituir la fuerza capaz de barrer lo viejo y crear lo nuevo, y educar y organizar a esas fuerzas para la lucha”.(Lenin)

En fin Roland, analizo a este gobierno y a todos los anteriores, como parte de un sistema mundial de dominación, donde los agentes nacionales son expresión y agentes del capital. Desde 1963 hasta hoy, he aprendido que como comunistas hay que enfrentar al Estado capitalista y sus respectivos gobiernos, y no prestarse para la colaboración con ellos, y eso no excluye –al contrario- a un gobierno de militares en una  época como la actual de  descomposición, cuando el capital financiero internacional establece e impone, con muy poca resistencia y por todos los medios, su añorado Nuevo Orden Mundial.

En síntesis, la dictadura de clase, no importa el disfraz democrático o militar que adopte, es en todo momento y lugar una autentica dictadura, no porque en ella predomine lo militar, policiaco o represivo, no amigo, es una dictadura PORQUE NO ESTA SOMETIDA A LEY ALGUNA Y SE APOYA EN LA VIOLENCIA.

Y dime Roland cuál es el gobierno o Estado en el mundo donde la burguesía se somete a las leyes y Constituciones que dicta y pregona. En todas, incluso en la  república más “democrática”, la burguesía se reserva el poder y el derecho de gobernar sin leyes, para ello deja la mesa servida con su arsenal jurídico las condiciones y la posibilidad de decretar estados de excepción, suspender garantías, detener sin orden judicial, declarar la guerra, emitir ejecutivamente leyes habilitantes, cambiar el ordenamiento legal a su conveniencia. Eso es lo que realmente significa dictadura de una clase, y no las bolserías ideológicas de los liberales que señalan a Hitler, Stalin o Perón  como dictadores, pero ven en Obama, Roosevelt  o Churchill a señores demócratas.

Creo que una lectura de “Qué es una Constitución”, de Lasalle te ayudaría mucho a comprender esto que me reprochas sobre la TIRANIA DEL GOBIERNO. Si Roland, todo gobierno y Estado es tirano, demuéstrame lo contrario. Creo que ahora se te hace más fácil explicarlo, tengo entendido que te acercas hoy a los llamados libertarios, esos que difunden como algo novedoso el viejo cuento de “Cambiar el mundo, sin tomar el poder”

“Tu y yo al fin no somos que más pequeños burgueses tratando de interpretar desde una óptica revolucionaria una realidad que nos excede. Tu eres un profesor y yo cualquier cosa, pero ni tu ni yo estamos vendiendo empanadas ni buscando trabajo en un cafetín o alguna empresa de caña que nos deje trabajo en la cosecha. “(RD)

          Totalmente de acuerdo, somos pequeño burgueses, no reniego ni me ruborizo de mi pasado. Procedo de la pequeña burguesía en el sentido de que soy hijo de un empleado de comercio, y luego empleado público, y de una mujer dedicada al hogar. Tuve la oportunidad de estudiar, porque en aquella época en ese sector social era donde se anclaba con más facilidad la ideología pequeño burguesa que el capital petrolero y el nuevo Estado, difundió entre la población. Exactamente ser profesional, tener un título, ser “doctor” fue una vía de ascenso social  que -desde Gómez hasta finales de los años 70 del siglo pasado- nucleó a las llamadas clases medias o pequeña burguesía urbana. Aunque aprovecho para aclararte que no poseo título de profesor, desde 1963 abandoné la carrera, y  nunca más volví a interesarme por retomarla. Para los efectos, cambié de oficio, me sienta mejor mi rol de agitador y me enorgullece más mi prontuario, que un currículo.

Pero Roland, el problema no es la procedencia de clase, ni el lugar que se ocupe en el proceso productivo, “ ni vendiendo empanadas ni buscando trabajo en un cafetín o alguna empresa”, en nuestro caso, la cuestión es más concreta, se trata del LUGAR QUE SE OCUPA DE HECHO Y NO DE PALABRA EN LA LUCHA DE CLASES Y AQUÍ –QUIÉRASE O NO-  LA POSICIÓN ANTE EL ESTADO Y SUS GOBIERNOS ES UNA POSICION DEFINITORIA  

          ¿Se apoya o no se apoya al Estado y al gobierno de los patronos?

¿Pueden conciliarse los intereses y aspiraciones de los trabajadores y asalariados del capital con el papel y función de los Estados y Gobiernos, en defensa de los intereses y aspiraciones de los patronos?

¿Pueden lograr los trabajadores y asalariados sus reivindicaciones, derechos y libertades sin enfrentar decididamente al Estado y gobiernos, sin luchas?

Roland, para ser más sencilla la pregunta.

¿Por qué a este gobierno le resultó tan fácil asesinar a los Odreman o Montoya, que los defendía,  y a los supuestos y temidos “fascistas”, “oligarcas apátridas”, como dicen, ni con el pétalo de una rosa?

¿Recuerdas? a Leopoldo López el propio Diosdado fue a buscarlo ¡hasta le sirvió de chofer! para protegerlo dizque porque lo iban a matar, en cambio ¿Quién daría la orden de ejecutar a Odreman y al resto de los integrantes del colectivo 5 de marzo?
¿Por qué todos los gobiernos, a través de las instituciones y organismos policiales y militares,  violan a diario y sistemáticamente los llamados Derechos Humanos a todos los trabajadores, asalariados y pobres en general, derechos consagrados como esencia de toda Constitución y expresión jurídica de la llamada igualdad política. En cambio por qué respetan y protegen tanto a los patronos, a sus propiedades?

Tan fácil que es para un policía ejecutar a un pobre, lo detiene si orden judicial, le allana la casa, le siembra un delito, lo extorsiona o lo atropella, y tan difícil para detener  a un Cisneros, a un patrono especulador, a un López Cisco o Rodríguez Chacín. Por cierto, qué dirá la Comisión de la Verdad de Roger Cordero Lara y el resto de militares bolivarianos implicados en las Masacres de la IV república, donde era el sostén principal del gobierno de turno.

“Tú tienes una obsesión por buscar tiranías donde lo que hay es una cuerda de malandros peleándose la renta petrolera, aprovechándose de la circunstancia que los dejó Chávez en el poder. Atados a unas coordenadas discursivas de orden revolucionario. Ellos las utilizan porque desde allí se creó la unidad histórica que quebró la IV república, algunos hasta tendrán identificación con ellas, pero a la final, las usan como todo Estado que se reproduce utilizando el sustrato ideológico que le ha servido para mantenerse. No son tiranos, simplemente los oportunistas de turno que buscan a como dé lugar conservarse en el poder hasta donde puedan. A la derecha por supuesto, puesto que las coordenadas de gobierno son revolucionarias, les interesa acusarlos de cualquier cosa, conspirar contra ellos, no por ellos sino por lo que puedan provocar en la verdadera masa que los escucha, por ejemplo Odreman. Y tu en tu marxismo mecánico terminas dándole la razón y te conviertes así en una liberal cualquiera viendo tiranos donde lo único que hay es descomposición y lucha interna de poder. De hecho todo esto de Odreman y Serra no es más que una lucha entre fracciones de poder en su proceso de descomposición, y sobre esto no quiero añadir más porque no es el momento y porque toda la realidad terminará por descubrirse.” (RD)

Roland, este párrafo tuyo es un dechado de enredos y mescolanzas, supongo que es una muestra de eso que tú llamas “recreación política”. Es increíble que califiques a este gobierno como “una cuerda de malandros peleándose la renta petrolera, aprovechándose de la circunstancia que los dejó Chávez en el poder. Atados a unas coordenadas discursivas de orden revolucionario”,  y me digas que tengo obsesión por “buscar tiranías”. Precisamente Roland no hay tiranía más infausta que la de unos malandros disfrazados de revolucionarios, de “izquierda” y para colmo de “socialistas”. Esto equivale a unir el agravio a la ofensa.

No se  discute que Gómez  y Pérez Jiménez fueron unos tiranos y que,  en las condiciones históricas que les tocó ejercer la tiranía, estaban forzados a echar las bases de este Estado Moderno; Estado que precisamente estos malandros y mafias, como los califican en Aporrea, han terminado de reformar. Ciertamente es así,  lo han modificado no de acuerdo a las necesidades e intereses de las mayorías explotadas, sino de las necesidades e intereses principales del capital: Pagar la deuda y despachar el petróleo al mercado mundial.

 Y te digo terminaron, porque la “misión histórica”  de Chávez y el partido militar fue coronar la Reforma del Estado, como parte de la política mundial del capitalismo financiero emprendida por allá en los años 70 del siglo pasado. El endeudamiento iniciado con CAP I y la apertura petrolera, por cuya causa fue derrocado en su segundo mandato, fueron concluidos exitosamente por Chávez con las empresas mixtas, la hipoteca del petróleo  y el endeudamiento masivo del país.

Exactamente, Roland, esta banda de malandros y mafias, es una expresión de lo que los griegos llamaron oclocracia, también caracterizada magistralmente en el siglo XIX por Marx cuando analizó el gobierno de Luis Bonaparte.

En el siglo XX esta modalidad de oclocracia fue adoptada por el fascismo italiano y el nazismo alemán. En esas tiranías se unen la demagogia, el populismo, el atraso de las masas, las sucesivas derrotas de los trabajadores, las crisis económicas para los explotados; y bajo esas condiciones materiales creadas por el desarrollo del capital, es cuando los gobernantes movilizan y se apoyan con especial empeño en los sectores desclasados de la sociedad, tanto del lumpen proletario como del lumpen burgués. “Polibio, historiador griego, llamó oclocracia al fruto de la acción demagógica y la definió como "la tiranía de las mayorías incultas y uso indebido de la fuerza para obligar a los gobernantes a adoptar políticas, decisiones o regulaciones desafortunadas"… "Cuando esta (la democracia), a su vez, se mancha de ilegalidad y violencia, con el pasar del tiempo, se constituye la oclocracia"

Por su parte, Marx describió a la oclocracia de la sociedad francesa bajo Luis Bonaparte, con estas lucidas palabras : “En estas giras, que el gran Moniteur oficial y los pequeños «monitores» privados de Bonaparte, tenían, naturalmente, que celebrar como cruzadas triunfales, le acompañaban constantemente afiliados de la Sociedad del 10 de Diciembre. Esta sociedad data del año 1849. Bajo el pretexto de crear una sociedad de beneficencia, se organizó al lumpemproletariado de París en secciones secretas, cada una de ellas dirigida por agentes bonapartistas y en general bonapartista a la cabeza de todas. Junto a roués arruinados, con equívocos medios de vida y de equívoca procedencia, junto a vástagos degenerados y aventureros de la burguesía, vagabundos, licenciados de tropa, licenciados de presidio, huidos de galeras, timadores, saltimbanquis, lazzaroni, carteristas y rateros, jugadores, alcahuetes, dueños de burdeles, mozos de cuerda, escritorzuelos, organilleros, traperos, afiladores, caldereros, mendigos, en una palabra, toda esa masa informe, difusa y errante que los franceses llaman la bohème: con estos elementos, tan afines a él, formó Bonaparte la solera de la Sociedad del 10 de Diciembre, «Sociedad de beneficencia» en cuanto que todos sus componentes sentían, al igual que Bonaparte, la necesidad de beneficiarse a costa de la nación trabajadora. Este Bonaparte, que se erige en jefe del lumpen proletariado, que sólo en éste encuentra reproducidos en masa los intereses, que él personalmente persigue, que reconoce en esta hez, desecho y escoria de todas las clases, la única clase en la que puede apoyarse sin reservas, es el auténtico Bonaparte, el Bonaparte sans phrase. Viejo roué ladino, concibe la vida histórica de los pueblos y los grandes actos de Gobierno y de Estado como una comedia, en el sentido más vulgar de la palabra, como una mascarada, en que los grandes disfraces y los frases y gestos no son más que la careta para ocultar lo más mezquino y miserable.” Marx.

Cualquier parecido con la realidad venezolana es pura coincidencia.

Sin embargo Roland, hay algo sorprendente en tu análisis, expresado en el extracto de tu párrafo que refiero arriba,  donde queda trazada tu prisión ideológica y tu apego por el fallecido Chávez. Resulta, que esta “cuerda de malandros” no son los herederos de Chávez, los continuadores de su política, sino que estos mafiosos  aprovechándose de la circunstancia que los dejó Chávez en el poder. Atados a unas coordenadas discursivas de orden revolucionario, surgieron de la nada, repentinamente y por generación espontánea.

Bueno Roland, la verdad considero que ni tú mismo crees este cuento, elevado a teoría política, y recurrido por todos los partidarios de Chávez que, desde la muerte del caudillo, el dúo Maduro-Cabello y la camarilla militar han apartado de sus esferas. Esta práctica de reivindicarse como continuadores y verdaderos defensores y custodias del legado de Chávez, y acusar a Maduro y Cabello de traicionar el Plan de la Patria, el golpe de timón, etc., etc.,  es puro y simple oportunismo, falta de rigurosidad en el análisis de los hechos y complicidad encubierta al ocultar la responsabilidad total y absoluta de Chávez en toda esta política, con la clara intención de sacar rédito del apoyo y devociones que despertó el líder entre los pobres y humildes.

Este explicación que oigo, y me repiten a diario amigos simpatizantes del chavismo, me parece deshonesta y falaz. Equivale al ateo y al científico que para ganarse el apoyo de los creyentes se disfraza de religioso para formar parte de la farsa; el resultado es conocido: la gente persiste en el engaño, creyendo más en dios, y es el ateo quien acaba convertido a fanático religioso.

Se llega al absurdo de negar lo elemental, y es lo que todo el mundo sabe: que fue el propio Chávez, aquella noche cuando se despidió de Venezuela, quien nombró públicamente a Maduro y a Diosdado como sus herederos políticos. Indudablemente que no es nada fácil -luego de 15 años defendiendo a un gobierno y calificando a un caudillo como “revolucionario y socialista”- la tarea de revelar ciertas verdades a millones de creyentes ante los cuales edificaron un culto.

Chávez siempre estuvo consciente y claro de dos cuestiones básicas en la formación de todo militar: Primero, los civiles sobran, como le contestó al flaco Prada cuando éste le increpó sobre el papel de los civiles en el golpe de 1992; y segundo, el único partido y organización en que puede apoyarse un militar es en el ejército. Chávez y los militares del 4 de febrero, se levantan contra los partidos y políticos de la IV República, concretamente Arias Cárdenas ya en 1985, en la famosa reunión en San Cristóbal, había estipulado que en el golpe, no debía participar  la izquierda;  si contraviniendo esto Chávez se apoya en los últimos restos de la izquierda, lo hace con el pragmatismo y el cinismo que lo caracterizaron hasta el final,  siguiendo las enseñanzas de su mentor.

En efecto, el Libertador en la Victoria antes de entrar a Caracas en 1813 y para aplacar el temor de los mantuanos por  las castas populares que componían el ejército que lo acompañaba,  le dice a su amigo Francisco Iturbe: "No tema usted por las castas; las adulo porque las necesito: la democracia en los labios y la aristocracia en el corazón”. 

Como puede verse, esta conducta demagógica y populista no es nueva en la política venezolana, ya Caldera el salvador político de Chávez el 4 de febrero y principal beneficiario político del golpe, gobernó en su segundo mandato no solo con el chiripero que incluía al PCV, MAS, restos de la izquierda, sino también con militares del 4 de febrero, y no por eso calificaríamos Caldera de demócrata o revolucionario. En fin Roland, eso que tú llamas la Unidad histórica que quebró a la IV República, nació con Caldera y continúo con Chávez. Recuerda que los gobiernos pasan, pero el Estado queda.

 En fin, confieso que para continuar analizando este párrafo necesitaría la ayuda de un psicólogo, pues cómo es que tu Roland llegas a la conclusión de que soy yo quien le da la razón a la derecha y a los tiranos, cuando afirmas: “tú en tu marxismo mecánico terminas dándole la razón y te conviertes así en un liberal cualquiera viendo tiranos donde lo único que hay es decomposición y lucha interna de poder. 

Por si queda alguna duda, debo decirte que obviaste un detalle fundamental: Los principales cabecillas de esos “malandros  en descomposición” a los  que Chávez les entregó el poder, y siguieron con su discurso, fueron formados y educados directamente por el propio Chávez; recuerda que los Centuriones de Chávez y los capitanes fueron y siguen siendo el núcleo central del gobierno. Cómo es que luego de 15 años la “izquierda dentro del chavismo” descubre que los herederos de Chávez, nombrados y educados por él son unos malandros. O de otro modo, “el inocente y caído de la mata” Chávez no sabía que andaba con malandros. Perdón, Roland, no subestimes la inteligencia y el entendimiento de la gente, ¿no te parece que lo lógico, sensato y razonable es concluir que Chávez era y fue siempre el jefe de la banda?

“Por otro lado compañero, entiendo que quieras decir las cosas con toda crudeza, en eso me asumo hasta alumno tuyo. Ahora una cosa es escribir para nuestra propia consciencia y otra es entender que nuestro papel como divulgadores de una visión de realidad que se tiene que confrontar con la conciencia del otro. Si quieres estar tranquilo con tu consciencia, perfecto lo has dicho todo pero a nadie le llegaste, solo a círculos cerrados de verdad homóloga a tí. En mi caso mi problema es un poco más político, viéndome yo mismo como producto de una realidad a la cual tengo -digo yo- algo que decirle pero respetando su proceso, su historia, sus coordenadas de valores y verdades: es lo que siempre llamamos "la razón de todos", y no de una élite iluminada. Tu código es la ideología mientras que el mío es un intento de recreación política, desde algo donde estamos en muy mal momento”. (RD)

Realmente vuelves a sorprenderme en tu intento por justificar lo injustificable. No Roland, mi problema no es tener la conciencia tranquila, mi posición no deriva de la fe o de creencias, allá aquellos que viven mortificados por sus pecados, tanto más cuando han secundado a este gobierno en un inmenso fraude y estafa contra millones de hombres y mujeres, a los cuales vendieron un caudillo militar como líder revolucionario, a un demagogo y populista, que de no ser por las condiciones materiales de la sociedad venezolana, entre las que destacan las continuas derrotas propinadas al movimiento de los trabajadores, un militar mediocre designado para dirigir una proveeduría, terminó convertido en un “héroe revolucionario”. El problema indudablemente es político, se trata de ser consecuente con una posición y ser coherentes. De ser así no se necesitaría cambiar de ropaje, como vienen haciendo quienes por años defendieron  a ultranza a un gobierno, para ahora salir a calificarlo como una camarilla de estafadores y malandros.

Justamente porque el problema es político y muy grave, es que he venido tomando partido con base al análisis de realidades concretas. Habría que ser muy miope o fanático, para no ver el inmenso revés que ha sufrido el movimiento de los trabajadores y con él las ideas del socialismo y el comunismo, en Venezuela y en América Latina, cuando en una situación como la crisis que vive la sociedad venezolana, las opciones que se le ofrecen al trabajador son precisamente esa camarilla de malandros llamado gobierno bolivariano y socialista, frente a la reacción neoliberal de María Corina y Leopoldo López. En otras palabras, las salidas a la crisis que se dirimen en Venezuela serían  algo así como entre el Opus Dei y el Ku Khu Klan. Y frente a estas nefastas opciones hay quienes todavía tienen la desfachatez de seguir enarbolando el legado de Chávez.

Pero la miopía y el oportunismo van más allá, porque se propone secundar abiertamente el atraso de la población, el dominio de la ideología del capital y de Chávez, el oscurantismo y religiosidad de todo tipo que ha permeado todos los rincones y estratos sociales del país. Decir sin tapujo:  “En mi caso mi problema es un poco más político, viéndome yo mismo como producto de una realidad a la cual tengo -digo yo- algo que decirle pero respetando su proceso, su historia, sus coordenadas de valores y verdades: es lo que siempre llamamos "la razón de todos", y no de una élite iluminada. Tu código es la ideológía mientras que el mío es un intento de recreación política, desde algo donde estamos en muy mal momento (RD). En este punto debo decirte con “toda crudeza”, que esto es una declaración de hipocresía y cinismo supremos.

 Realmente Roland  has dejado plasmado, a cuerpo entero, tu verdadero autorretrato; resulta que ser político es colocarse a la cola del atraso político, cultural, religioso que el capital y su Estado  ha impuesto a través de todas sus instituciones, órganos de poder y medios de información, difusión y educación a la población, porque lo  “democrático, libertario e igualitario” es respetar su proceso, su historia, sus coordenadas de valores y verdades: es lo que siempre llamamos "la razón de todos", (RD)

Perdóname la “crudeza”, pero considero que es difícil encontrar una mayor muestra de oportunismo en tan pocas líneas, sobre todo viniendo de alguien curtido en política supuestamente al lado de los trabajadores.

 Resulta que  la ideología dominante, que condiciona la conciencia y el carácter de la mayoría de la población, desde que nacemos, hay que respetarla. “Ideología y verdades”,  impuestas y transmitidas por las clases poderosas a lo largo de 500 años de dominio por medio de la moral, costumbres, tradiciones, familia, educación. ¿Realmente piensas que para “ser político” hay que reverenciar estas “coordenadas de valores y verdades”, acompañar a los creyentes en su sufrimiento  y ayudarles a arrastrar tan pesadas  cadenas? Si es así, serías un político en el más amplio sentido vulgar del término, un político al servicio del capital, un demagogo que se aprovecha de la confianza y credulidad de la población, valiéndose del dominio que sobre ella ejerce la ideología del capital.

 Insisto, si eso es verdad,  “ser político”  se asemeja muchísimo a ser predicador religioso,  de la calaña de un Pare de Sufrir, ellos haciendo exactamente lo mismo que propones -respetarle “a la gente su proceso, su historia, sus coordenadas de valores y verdades”- tienen mucho éxito.

Si estas son las “coordenadas” que orientan tu visión y papel dentro de la lucha de clases, entiendo perfectamente tus discrepancias, pero por favor no tienes que recurrir al término “recreación política” para velar lo que en resumidas es una posición política muy clara. Si tu papel es acompañar a la gente en su historia y vida diaria, ir a la cola de su ideología y prácticas, entonces Roland, no se requiere estudio, investigación, trabajo intelectual, en pocas palabras no se requiere ni de tu presencia, ni de la mía. Con semejante concepción, ante la humanidad sufriente, la humanidad pensante sobra.

No podemos negar a estas alturas de la historia que en la política, como la guerra, analizar las expresiones de la lucha de clases requiere de  un trabajo intelectual bastante sólido, aunque ello les resulte tan impopular y pesado a quienes levantan las banderas de la “verdad de todos”. Por ello, y acá tienes toda la razón, debe ser que no tengo el acceso a tu auditórium que, sin duda,  es mayor;  sin embargo, deberíamos preguntarnos –al menos como ejercicio-  no solo por la cantidad de butacas ocupadas en ese  auditórium, sino por lo que allí se pregona y sobre todo por lo que se defiende. Total,  la verdad en la historia no es un problema numérico, sino de reflejar lo más exactamente posible los hechos y la realidad concreta. Sabemos muy bien cómo y cuánto ha tenido que pujar la “otra historia” para abrirse paso y mostrar el abismo existente entre aquella y la historia oficial. Hoy, en tu “recreación política”, has escogido el lado del capital y del militarismo, al persistir  en llamar a esta contrarrevolución como socialista y revolucionaria, y al vendernos a este nuevo “semidiós de la patria” como un revolucionario socialista.

La historia de la lucha de clases nos ha mostrado hasta la saciedad el papel de los individuos y de las organizaciones minoritarias de la clase revolucionaria que impulsa las transformaciones, estos individuos y organizaciones –producto de las condiciones concretas- generalmente son quienes han coordinado y dirigido las luchas. Si esto fue una norma en el pasado, imagínate hoy, cuando la lucha de clases es definitivamente mundial.

En lo que a mí respecta jamás me he creído- y menos aspiro-  ser parte de una elite y mucho menos de eso que llaman la “vanguardia del proletariado”. Desde hace ya dejé de pertenecer a la secta “marxista”, a mis 70 años puedo decir que creo haber asimilado el significado de aquella célebre frase de Marx ”SOLO SÉ QUE NO SOY MARXISTA”. En ese camino sigo aprendiendo y continúo intentando ser un MATERIALISTA PRÁCTICO, tal como definió Marx, desde su juventud, al comunista que participa en el movimiento real de la lucha de clases con miras a establecer un modelo de sociedad verdaderamente justa, a partir  del capitalismo existente, con sus trabajadores, pero también con sus fuerzas productivas, y no recreando ilusiones del tipo “planes de salvación”  o “nuevas civilizaciones” nacidas de “genios pensantes”. De tal manera nadie me verá en el papel de pregonar a los trabajadores que desde el Estado del capital - y sobre todo a la cola de su instrumento principal de represión y sometimiento, como es el ejército-, se puede hacer o iniciar una revolución en beneficio de las mayorías.

En función de ello, intento aplicar el materialismo como concepción para  analizar el mundo, eso que llamamos la realidad objetiva, los hechos, la naturaleza,  usando aún con  limitaciones, la dialéctica como método de abordaje de dicha realidad. Para ser más claro, analizamos los hechos, como procesos en movimiento, como una totalidad interrelacionada y no partiendo de palabras y discursos “preñados de buenas intenciones”. A partir de allí - de esa realidad que se llama la lucha de clases y la producción-  se desprenden las soluciones, los caminos, las formas de lucha y organización de la clase en función de su misión histórica: una verdadera revolución en beneficio de las mayorías trabajadoras y asalariadas, que todo lo producen y nada tienen.


“Y finalmente camarada, más allá de discusiones estúpidas entre izquierdistas, si te puedo decir con alguna certeza, que el momento no da para eso. Me interesa, esperando que la larga historia qu está tras tus espaldas te sean de escuela, que entindas que vivimos una circunstacia tan grave, que más allá de todo, necesitamos buscar los terrenos de diálogo y organización frente a algo que puede terminar siendo terrible. La burguesía creciendo en poder económico todos los días, incluida la de gobierno, puede estar de acuerdo en llevar a este país a un caos total sin fronteras. Hay que actuar no discursear que luego será demasiado tarde. Por ello insisto el reto no es solo ideológico eminentemente político, y esto es mucho más complejo, es el momento de la unidad profunda de "la patria buena", fuera de allí no hay nada, si te gusta que sea así para corroborar tus agumentos, perfecto ...saludos compañero”. (RD)

No subestimo la lucha ideológica en ningún momento, de hecho tengo abiertas reservas por los prácticos y pragmáticos que consideran estúpida la discusión en el seno de cualquier movimiento social que participe en la lucha de clases. Mi experiencia particular me ha enseñado que quienes subestiman el debate, la investigación, el estudio, la cuestión programática, para dónde se va y qué se busca, terminan siempre en el otro lado de la lucha de clase, y como hijos pródigos regresan al hogar de procedencia. La historia nos enseña que las posiciones que hoy se discuten, mañana se pelearán en las calles. Lo que hoy consume tintas y palabras, pronto se traducirá en combates. Odreman y Montoya son pálidas expresiones de lo que conlleva subestimar la cuestión ideológica y creer en palabras, discursos y verborreas de predicadores y caudillos.

Sin unidad ideológica y programática, sin claridad de fines y de medios para alcanzarlos, las derrotas de la clase son previsibles y seguras; de esto conocemos bastante, sobre todo cuando  la unidad no pasa de un espectáculo mediático, una declaración  o llamado a la participación electoral. En conclusión, el principio es supremamente claro: cualquier política de transformación social, de derrocamiento de un Estado, de erigir una nueva sociedad, pasa obligatoriamente por definir la cuestión ideológica, en especial el programa de transformación que nos une y nos dice hacia dónde vamos. La ausencia de una teoría en que fundamentar la acción política y militar deviene en espontaneismo puro y simple, cuyos resultados y consecuencias son  harto conocidos.  Saludos, de mi parte.

Pablo Hernández Parra
04/11/2014



[1] La funcionalidad de la muerte: de Robert Serra a José Odreman. Roland Denis. En:   http://www.aporrea.org/ddhh/a196364.html

[2] Rolan Denis y la funcionalidad del doble discurso”. Pablo Hernández Parra. En:  http://www.soberania.org/2014/10/17/roland-denis-y-la-funcionalidad-del-doble-discurso/
[3] De la respuesta de Rolan Denis
[4] Ahora reforzadas y multiplicadas por ese inmenso aparato de control y manipulación ideológica, como son los llamados medios de comunicación.
[5]  Ayer el hombre fuerte del gobierno han sido Páez, Guzman, Gómez, Betancourt o Chavez hoy pretende serlo Diosdado Cabello pero todos ellos como parte de la clase dominante o a su servicio como testaferros políticos no modificaron en absoluto la relación con los factores reales de poder, en especial con el amo extranjero.

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