sábado, 31 de enero de 2009

EDGAR JAIMES - ENMIENDA, ABUSO, REPRESIÓN Y SOBERANÍA


Desde hace cinco semanas he venido desarrollando un análisis crítico en torno a la propuesta de “enmienda-reforma” de la carta magna formulada por Hugo Chávez (HC) y avalada por la Asamblea Nacional (AN). En efecto, he denunciado con base en soportes irrefutables la comisión de un doble delito de Estado por la inconstitucionalidad implícita en dicha propuesta, sin que hasta el presente ningún personero del gobierno nacional rechace con criterios valederos los planteamientos que he expuesto sobre esta materia.

Entiendo las razones que motivan este silencio por parte del bando oficialista y particularmente del PSUV. Ciertamente, no es fácil y, menos aún cómodo, refutar argumentos que son el fundamento esencial de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (CRBV) toda vez que sería público y notorio reconocer que, en la consulta del próximo 15F, se estaría violando, flagrantemente, dicho texto constitucional.



En fin, HC y sus “asesores” están aplicando una de las reglas cuartelarías que más priva en un comando militar, es decir las ordenes no se discuten, se obedecen y cumplen. En consecuencia, lo que hoy se vive en Venezuela es una especie de democracia tutelada por una visión militarista o bien por un régimen militar con mampara democrática. El orden de las palabras no altera la brutalidad del producto obtenido o por obtener.

La prueba fehaciente de lo antes señalado está en el abuso de poder puesto de manifiesto por HC en cuanto a utilizar todos los recursos del Estado, en términos financieros, propagandísticos, logísticos, humanos, entre otros, con el fin de promocionar su inconstitucional propuesta sin que medie ningún tipo de reparo u observación por parte del poder ciudadano y electoral, menos de la AN.

De allí que, HC y el PSUV convirtieran los recursos de los venezolanos, en la fuente del halago, la presión, el chantaje, la compra de conciencia, la corrupción y la perversión político-ideológica, a la usanza de la cuarta república, sólo comparable con las mafias italianas de comienzos del siglo XX. 
La actual represión que se vive en el país es la etapa final del abuso de poder continuado que estimula directamente HC al ordenar reprimir “con gas del bueno” cualquier movilización de calle, principalmente si ella va dirigida a rechazar la “enmienda-reforma” que será consultada el 15F.

Después vendrá “palo, peinilla y plomo del bueno” porque gane o pierda dicha consulta HC y su podrida cúpula “cívico-militar” buscaran, por todos los medios posibles, atornillarse en el poder, esgrimiendo como excusa “…la defensa nacional de la patria, la revolución y el socialismo, amenazados por los traidores vende-patria y lacayos del imperialismo yanki y de la CIA…” ya que, según HC, todo venezolano que esté en contra de la enmienda, está contra él y contra la patria. Luego entonces, la patria es Chávez. ¡Yo te aviso chirulí!, parafraseando el refranero popular venezolano.
Sólo me resta recordar en esta reflexión el ejercicio directo de la soberanía por parte del pueblo venezolano previsto en el Artículo 350 de la CRBV, el cual dice textualmente:

“EL PUEBLO DE VENEZUELA, FIEL A SU TRADICIÓN REPUBLICANA, A SU LUCHA POR LA INDEPENDENCIA, LA PAZ Y LA LIBERTAD, DESCONOCERÁ CUALQUIER RÉGIMEN, LEGISLACIÓN O AUTORIDAD QUE CONTRARÍE LOS VALORES, PRINCIPIOS Y GARANTÍAS DEMOCRÁTICAS O MENOSCABE LOS DERECHOS HUMANOS.” jaimes@ula.ve

Dr. Edgar Jaimes, Prof. Titular Jubilado del NURR-ULA



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