1º) “El alma de la revolución está en demoler las viejas costumbres, las odiosas diferencias de clase, los obscenos privilegios” (10-01-07).
2º) “La eficacia política y la calidad revolucionaria son la columna vertebral de la Revolución” (29-06-06).
3º) “No importa que andemos desnudos, que no tengamos para comer. Aquí se trata de salvar la Revolución” (17-11-03).
4º) “Cada día debemos ser civiles y militares más revolucionarios. Hay que revolucionarse por dentro: en los valores espirituales y morales. Un verdadero revolucionario, por ejemplo, no anda buscando beneficio económico alguno…está pendiente del buen vivir del colectivo” (21-03-06).
5º) “Esto (el régimen chavista) no es el capitalismo, en el que hay un dueño y los demás son sus esclavos, y el dueño se vuelve rico y los esclavos son pobres toda su vida” (20-03-05).
Las frases antes transcritas son una muestra representativa de lo que el Dr. Walter Riso en su libro “El Poder del Pensamiento Flexible” (2007, Grupo Editorial Norma), define como “mente rígida”, cuya estructura interna está signada por los rasgos del dogmatismo, la solemnidad, la normatividad, el prejuicio, la simplicidad y el autoritarismo. Un análisis más detallado sobre las características del discurso chavista lo abordaré en un próximo artículo.
De momento, sólo interesa demostrar que no existe ningún tipo de asociación correlativa positiva o directa entre el mensaje contenido en las expresiones antes indicadas y la gestión de gobierno llevada a cabo por HC y sus mujiquitas, a todos los niveles de la administración pública. Por ejemplo, ¿cómo se compagina lo antes transcrito, con la creciente corrupción y malversación de los dineros públicos, y con la notoria ineptitud, incapacidad, ineficiencia e improductividad manifestada por los funcionarios chavistas, y el propio HC, desde el año 1999? En todo caso, lo demostrable es una relación inversa entre lo que se dice y lo que se practica.
En efecto, no se requiere ser un fiel seguidor de HC para estar de acuerdo con el propósito implícito en algunos de sus discursos o reflexiones toda vez que en muchos de esos mensajes se prefigura el perfil de un sistema socio-político como el socialismo el cual considero constituye la única opción para lograr una sociedad en paz y de iguales, bajo una visión integral compartida de la vida, necesaria para alcanzar el desarrollo social auto-sostenible, basado en concepciones pluralistas, éticas y morales, dialógicas y comunitarias, cuyo objetivo final es alcanzar el bienestar humano, privilegiando la justicia, la equidad, la solidaridad y la libertad de la gente.
Pero esta visión no es la que se ha puesto de manifiesto, en lo objetivo y en lo subjetivo, durante los diez años de gobierno de HC. Por el contrario, algunos de sus rasgos más típicos los expongo a continuación:
A) El régimen de HC es un fiel reproductor de viejas costumbres y obscenos privilegios. Ello es verificable a través de las prerrogativas de que gozan y hacen gala los altos funcionarios chavistas, en términos de elevados sueldos, salarios, gastos de representación, viáticos, acceso a divisas, entre otras, sin que a cambio se muestren los resultados tangibles propios de una eficiente, eficaz, efectiva y productiva gestión pública en beneficio del pueblo.
B) Donde sí es evidente la eficacia política y la calidad “revolucionaria” del régimen chavista es en la concentración y abuso del poder político, militar, económico y mediático por parte de HC y de su cúpula “cívico-militar”, y ello es la expresión más palpable de las características que definen el socialismo autoritario y no.las nobles cualidades del verdadero socialismo.
C) H.C. y su selecta cohorte “cívico-militar”, le exigen sacrificios al pueblo, incluso pasar hambre y otras miserias humanas, con tal de defender o salvar esta revolución de pacotilla. Sin embargo, nada dicen o explican en relación con sus cuentas bancarias en bancos extranjeros, con divisas provenientes del erario nacional, violando las normas que rigen los procesos cambiarios de divisas extranjeras establecidas por CADIVI. En ese sentido, es del conocimiento público la identidad de noventa y dos (92) funcionarios y ex-funcionarios venezolanos que tenían depósitos superiores al millón de dólares ($) en el recién intervenido Stanford Bank, con sede en la isla caribeña de Antigua, estimándose que estos “socialistas” habrían depositado más de mil quinientos veinte millones de dólares ($ 1.520.000.000,00), antes de la intervención de dicho banco, riqueza ésta que, muy probablemente, fue mal habida durante los diez años del régimen chavista ¿A cuánto llegarán los depósitos de estos u otros “sacrificados revolucionarios” en las nóminas de otros bancos que han sido fundados, mantenidos, potenciados y hasta quebrados por el mismo “capitalismo salvaje”, o sea el imperialismo yanqui, que estos abnegados y valientes luchadores sociales dicen combatir, rodilla en tierra, desde sus cómodas trincheras venezolanas? Algún día tendré la respuesta a esta interrogante.jaimes@ula.ve
Dr. Edgar Jaimes, Prof. Titular Jubilado del NURR-ULA, Trujillo
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