domingo, 22 de marzo de 2009

RÓMULO LARES - GAZA SIN EMBUSTERÍAS



El texto titulado De la franja al mundo Gaza, ha sido objeto de estudio y discusión en el marco de la Línea de Investigación Problemas de la Venezuela Actual, que coordina Agustín Blanco Muñoz, en el marco del Doctorado en Ciencias Sociales de la FACES-UCV. El resultado hasta ahora ha sido un conjunto de reflexiones que tienen el mérito de aportar, ampliar y extender la compleja realidad allí expuesta.

Con ello logramos uno de nuestros objetivos fundamentales: que los productos no se conviertan en especie de verdades inobjetables, sino en materia prima de un colectivo que debe hacer suyas las interrogantes y más aún las respuestas pertinentes.

Y es esa síntesis que se va trazando en el propio desarrollo de esta labor, la que podrá funcionar como punto de partida para alentar, desarrollar, consolidar una conciencia colectiva, capaz de pasar a una acción del mismo signo.

Celebramos, en consecuencia, este esfuerzo y agradecemos altamente a quienes han intervenido para enriquecer estos puntos de vista iniciales. Hoy damos comienzo a este recorrido con el aporte de Rómulo Lares. Mery Sananes

LA GUERRA NO ES COSA DE NIÑOS. PERO LOS NIÑOS SON OBJETIVOS DE GUERRA

Rómulo Lares Sánchez


COMENTARIOS AL ENSAYO TITULADO “DE LA FRANJA AL MUNDO GAZA”,
de la Profesora Mery Sananes. 02/02/2009.
(www.embusterias.blogspot.com/2009/02/sin-embusterias-02.html )


Los conflictos bélicos como “festivales anunciados y difundidos masivamente como si fuesen festivales contra-vida”, ocupan el espacio cruel de la estrategia-táctica político-bélica: la guerra y el niño como productos e instrumentos privilegiados para la propaganda.

Por varias semanas consideramos que dedicarle tiempo a los niños en guerra, y particularmente a los niños de Gaza, reducía los espacios que reclaman el niño y la guerra en Venezuela, sobre todo, cuando el mayor esfuerzo del régimen, y de todos los medios de comunicación social, se dirige hacia disimular tanto su verdadera naturaleza como a ocultar y censurar las condiciones de nuestros niños y de nuestra guerra.

La alternativa sería, ir tomando en consideración la profundidad del texto de la reflexión de la profesora Sananes, para adaptarlo a la condición de nuestro niño, si ya no habría sido ése el objetivo inicial de la autora; porque en realidad, los niños, su espíritu, las “cosas de niños”, son el lenguaje natural de los niños, que tiende a ser por naturaleza semejante en cualquier rincón del planeta, lo que explica que hablando diferentes lenguas y proviniendo de diferentes culturas, ellos se comuniquen y se entiendan, a pesar de la esquizofrenia social de los adultos, que con persistencia interfiere el natural estado de cosas de los niños, el desarrollo de la “edad del niño”, y de la “¿Edad del niño?”.

¿Puede existir legitimidad en tales acciones? Nuestra respuesta es afirmativa, a pesar de lo trágico, o de la prioridad que cada cultura y cada conciencia le de a la paz. Porque, como en el caso venezolano, la paz es un valor social y político que se construyó con siglos de sacrificios, con sangre derramada en montoneras, guerras civiles y dictaduras, valor que se refuerza como prioridad hoy por la vía de los medios de comunicación social, -a pesar de que no se puede calificar como pacífica nuestra vida cotidiana-, pero sin advertir que esconde una contribución vital con aún más graves sacrificios: la libertad, la igualdad, la pérdida de la autonomía de la sociedad y del individuo ante el Estado abiertamente totalitario, la imposibilidad de que el colectivo determine el tipo de gobierno y de Estado que desea, tampoco la designación de los administradores públicos. ¿Valen la pena entonces tales sacrificios?

¿Tiene sentido sacrificar la infancia de una generación, por la libertad y la paz de las infancias de las generaciones del futuro? De nuevo respondemos afirmativamente, reconociendo lo trágico de tal afirmación. No hay manera de justificar “por la palabra que les han robado, por los espacios que no tienen, por la alegría que no pueden echar a rodar por las escaleras del universo, para contrarrestar el odio, la voracidad, la carga de violencia que los adultos hemos decidido hacer nuestra forma de vida permanente”.

Entonces la interrogante es otra: ¿Se justifica el sacrificio de cualquier vida inocente para salvar más vidas inocentes? ¡No se justifica! Las justificaciones han estado y están en la oscuridad de las perversiones de la naturaleza humana.

En efecto, “no hay libertad cuando impera el acoso, el hostigamiento, el adoctrinamiento, la represión y todo aquello que toma por asalto la imaginería, su inacabable manantial de invención. No hay alegría cuando se trueca en una tristeza tan densa como el humo de las bombas, los cohetes, los disparos de artillería”, aquí y en Gaza. Pareciera como que se explota la extorsión: te mostramos cómo es Gaza; tú decides si digieres, y aceptas como natural, tu secuestro bajo tus propias condiciones. Los medios de comunicación se ocupan de exportar el “producto niño despedazado por la guerra”: ¿es eso lo que quieres para tus hijos; para ti, niño?

Por eso creo que las comunicaciones ya nos han hecho partícipes y responsables de todas las guerras y “conflictos bélicos que hoy azotan este globo azul”. Pero es azul cuando lo observamos desde el espacio. En silencio, estamos envenenando con el aire, el agua, los alimentos, las radiaciones, las guerras, las masacres, a todos los niños de todo el planeta. Lentamente. ¿Tiene una carga diferente al trato que reciben los niños privilegiados, al dejarlos morir lentamente, inconscientemente; sometidos al hambre, la sed, las enfermedades genéticas, pulmonares, a la degradación de su habitat? No, pero entiendo que es un tema para debatir, porque la fuerza de la realidad así nos lo impone.

¿Cuál es el objetivo: dejar que los niños jueguen? “a campo abierto, abrazo de por medio, a vivir la vida, con creación y sin fronteras ideológicas, ni religiosas, ni políticas, ni económicas, ni sociales”? Estamos de acuerdo profesora. Si debemos conformarnos con esto, es sin duda mucho mejor que lo otro. Pero, ¿cómo cambiar el rumbo del planeta, si no involucramos en el subconsciente y experiencia del adulto la pureza del espíritu del niño, si no le asignamos un poder superior a sus intereses? para su formación como adulto y como ciudadano, que son los intereses de un futuro sin guerras, sin abandono, y sin pérdidas.

En efecto, el gran tema es la Vida. Porque como la cita Vladimir Maiacovsky en el “Poema a Sergei Esenin”: “En esta vida morir es (la) cosa fácil. Hacer vida es mucho más difícil”.

1. Rechacemos la masacre donde quiera que se produzca. Pero en particular la masacre en nuestra comunidad, en nuestra nación. Quizás, si luchamos por evitar nuestras propias masacres, estemos influenciando más en la detención de las masacres lejanas. El drama y la gran ventaja es que la finitud física, pero sobre todo mediática de ese “globo azul”, nos hace a todos, en una forma u otra víctimas, pero a la vez, interesados y afectados por todas las masacres.

2. La infinita irresponsabilidad de los medios de comunicación, de las corporaciones mediáticas internacionales y locales, es tan grave como la de los políticos que deciden, los oficiales que planifican y los mercenarios que ejecutan las masacres. Más allá de la mercancía, “que se programa como espectáculo televisivo o noticiosos es lo que se vende, lo que puede conmover o tocar a la gente”, para “vender” la línea de productos-intereses de la cadena corporativa y su ideología, el niño masacrado es la materia prima de un producto en sí mismo, para el control social y político.

3. Se requiere fabricar el producto final en función de la demanda de las negociaciones del poder global en diversos espacios, utilizando la moderna tecnología de la comunicación.

4. De esa manera, se comercializa la masacre de niños como mecanismo de control social: ¡mira en lo que podría convertirse nuestro territorio si no le hacemos caso a Bush, o a Chávez!, y se aderezan con algunas expresiones de la tensión social-política, inevitable virus-producto de la vida en aglomeraciones-ciudades: un estudiante que dispara con un arma automática, asesinando a sus compañeros de colegio; o, unos militares quemados en su sitio de retención dentro de un cuartel fronterizo de máxima seguridad, que son luego rematados en la clínica. ¿Cuál es la diferencia? Pero nuestra obligación es contribuir a corregir la más cercana. Las leyes naturales deberían dispersar ese esfuerzo hacia el resto del “globo azul”.

5. Absolutamente de acuerdo: “Lo que está detrás de esas inmensas tragedias no es algo que incumbe ni importa……………Pero no se trata de jugar a las imágenes sino de detener la masacre donde quiera que esté”. Como hemos expresado, la capacidad de influir en nuestra masacre es mayor, y debe incrementar su influencia en detener la más lejana.

6. En efecto, la “fábrica de masacre de Gaza” ofrece un producto versátil: sirve para producir y hacer sentir miedo, para aterrar, en sociedades con conflictos raciales, políticos, religiosos, fronterizos ¡que son todas! en fin, es multiuso. Yo muero de dolor cada minuto con la muerte de los 30 mil niños desconocidos que fallecen diariamente, en los primeros días de vida, o por hambre, en nuestro “globo azul”.

7. ¿La víctima convertida en victimario? Esa es una táctica muy vieja del comportamiento humano. Aceptada como un antivalor, o como un valor XXX sólo para adultos en muchas culturas, cuando se usa con un objetivo perverso, indigno. Regresamos efectivamente a la “historia de la dolida prehumanidad”.

8. No debemos permitir que se nos lleve a tomar partido por cuestiones de fondo que ignoramos. Se debe, en efecto, rechazar de plano. No nos interesan las razones, cualesquiera que ella sean, y punto. ¿Qué diálogo puede haber acá? En efecto, los medios perversos y pervertidos hacen mucho más que el papel del “mensajero”, son criminales de la categoría de criminales de guerra, de lesa humanidad, envuelven al público, pero no deberían envolver al universitario; ni siquiera al personal administrativo u obrero, que en contacto cotidiano con el académico y el estudiante, debería “estar enterado” de la criminal manipulación de la opinión pública, que como hipótesis tiene una idea distinta de la que fabrica el medio, y que, en la era de las comunicaciones, es el arma mortífera más efectiva y eficaz. Pero, ¡Oh sorpresa! es en la universidad donde encontramos mayor confusión, mayor participación en el “juego perverso”, y mayor indiferencia, pasividad, resignación y silencio.

9. Este es el punto: “hacer el deslinde claro y radical entre quienes ejercen, ejecutan, dirigen, organizan, proponen la masacre y quienes” nos situamos “del lado de la defensa de la vida del colectivo-individuo, donde quiera que esté”.

10. ¿Es posible la vida del género humano sin soldados? No lo sabemos. Pero sí consideramos necesario que debemos tener antídotos para las desviaciones totalitarias, que son las que dan origen a la pérdida del control de los demonios perversos innatos de la naturaleza humana. Debería ser bienvenida la presencia y capacidad de acción, hasta de matar, de un ejército bueno, que actuara como el antibiótico con los anticuerpos en el torrente sanguíneo. ¿Y cuál es ese ejército bueno? según el desarrollo del artículo, aquel que detenga la masacre sin preguntar razones, que enfrente a los responsables, y asegure un ambiente para el debate transparente de los argumentos del origen del conflicto; porque se supone que hay un origen, que será posible entender y controlar con la participación del colectivo.

11. Las reacciones de la juventud norteamericana en la década de los sesenta, por ejemplo, influenciada por el movimiento europeo que precedió el Mayo Francés, que condujo al activismo socio-político por la paz, del rechazo de la participación de sus tropas en la guerra en Vietnam; también la argumentación por razones de fe para renegar el sentido de esa guerra, por parte del ídolo-campeón mundial máximo de boxeo, de un deporte-culto a la violencia, Cassius M. Clay, para que Muhammad Ali renegara el símbolo del patriotismo en el dogma del uniforme militar, son muestras del inicio de un movimiento que, en nuestro criterio, condujo en 2009 a la elección del primer presidente negro en los Estados Unidos de Norteamérica. ¿Responderá Barack Obama a este reto?

12. De nuevo, el discurso con el que el señor Obama logró el respaldo del pueblo norteamericano, su compromiso, lo obligaría a contribuir en el desmantelamiento de los “grandes poderes los que manejan el colectivo a su antojo”. ¿Liderará su gobierno ese sentimiento universal, cuando el Estado norteamericano dispuso y despliega una capacidad militar interna (20 mil hombres en 4-5 centros operacionales) para controlar las expresiones esperadas de las inestabilidades sociales, ante los sacrificios que necesariamente les serán impuestos? Mientras en Venezuela, rescatamos el carácter pusilánime de la sociedad alemana, gran responsable de estimular los albores y el desarrollo del nacionalsocialismo-nazismo, abogando por las elecciones del Sistema Electoral-SE-CNE-VOTO para restablecer la república. ¡Horror!

13. En la Cátedra Pío Tamayo-CPT, han sido presentados y digeridos todos los argumentos para identificar los grandes poderes locales, y han sobrado las razones a fin de despertar la alarma por la necesidad de organizar al colectivo-sociedad civil, para hacer efectivo nuestro deslinde, pero con sorpresa y alarma vemos como cada día, en un gesto suicida, el colectivo se lanza por el precipicio, convencido por los medios de comunicación social que controlan los grandes poderes de que es “la única salida”: la salida electoral. ¡Por Dios! Permítanme que lo invoque. Entendemos que no esperamos milagros, porque también entendemos que es la responsabilidad de cada uno de nosotros.

14. La sucursal venezolana de una sociedad regida por los mismos parámetros de la violencia y la masacre, nos muestra un hombre regido por los mismos viejos valores. Sin embargo, estamos convencidos, a partir de la evidencia científico-positivista, es decir elemental, de que los nuevos valores de la libertad y de la república están allí presentes en nuestra sociedad, mostrados por nuestra Historia y por la coherencia en el comportamiento de las manifestaciones públicas y electorales a partir de 2003. ¿Cómo despertar nuevamente el activismo para organizarnos ante el miedo y el terror, que ya han sido sembrado y tenemos, y del que nos anuncian desde Gaza? Esta es la acción histórica, y la búsqueda de los medios terminó: FAN, medios de comunicación social, colectivo-sociedad civil, ahora debemos empujarlos colectivamente hacia el futuro.

15. No podremos comprender la agitación mundial, no sólo la que se mercadea con Gaza, sin pensar en el resto de los niños del “globo azul”. De nuestros niños de la calle, pero también los del barrio y los de la urbanización. Los que han emigrado por la persecución disfrazada, pero que en realidad son parte del exilio, de los hijos, hermanos o amigos de los 120 mil asesinatos callejeros desde 1999, sin responsables ni justicia. De las víctimas de la promoción de los nuevos valores del pensamiento único, de la venta de su libertad por un espejismo. Pero, la pusilanimidad está no en quien se siente obligado por el hambre a vestir la camisa y la gorra rojas, por aquellos que practican la pusilanimidad alemana del período 1930-1950, que eliminaron a partir de 1945 de sus escuelas primarias y secundarias la enseñanza de la Historia Universal, la versión occidental sobre la creación-participación alemana en el “Holocausto”.

16. Sí, el sentimiento contra el horror debe cubrir la totalidad del horror.

17. “De tantos odios estamos hechos / que ya nos parecemos al enemigo”. Esa es la semilla que siembra la “revolución del Siglo XXI”, y sobre todo sus socios disfrazados de oposiciones, en las escuelas y en los hogares, con la complicidad de los grandes poderes, que limitan su interés a la negociación de su cuota sobre la repartición del territorio y de su contenido. ¿Erradicar el odio desde hogares acosados? o ¿desde alguna Iglesia ciega, sorda, muda e inconsciente? Tarea difícil, pero indispensable.

18. La ciencia, pero también el respeto a los parámetros de la técnica para la creación del conocimiento, nos muestran, desde hace 20 años, una incapacidad para unificar los poderes planetarios hacia el cambio de rumbo en el destino del planeta. En 1992, tuvimos la fortuna de participar en un foro donde presentaban sus conclusiones una docena de laureados Nóbel: confirmaban que la dirección del “globo azul” hacia el colapso final es irreversible. El cambio radical que necesitan dar los grandes poderes al rumbo de la humanidad para impedirlo, requiere de un giro tan drástico en su dirección actual, que pareciera imposible lograr aunque nos lo propusiéramos y como colectivo tomásemos el timón. Decíamos: sólo queda “el milagro”, en la posibilidad de una colisión extra galáctica contra el “globo azul”, que podría anticipar nuestra desaparición, o imponer el nuevo rumbo, con los nuevos valores, para los sobrevivientes.

19. “Sólo el colectivo, organizado y prevalido de su ternura y de su humana condición, consciente de sus poderes creadores, de su capacidad ilimitada para alcanzar todo lo que se proponga, derrochador de virtudes, sembrador de ilusiones, repartidor de sueños y paciente reparador de malignidades, persistente horadador de muros y cercas, constructor de solares que dan de beber a los pájaros y de comer a los niños que saben de alturas por la dimensión de los árboles en los que se trepan para atrapar el cielo en sus pupilas”.

20. “Sólo ese hombre, que está repartido por todo el planeta, que no tiene rostro aún, ni nombre ni sepultura conocida, pero que trabaja hora a hora su dolor, sin clausurar los cerrojos de su casa que no tiene, sin recoger la mesa servida de sus carencias que sin embargo alcanza al que llegue, sin esa carga de odios que sólo sirve para matar al otro que somos, podrá avanzar en esos caminos. Basta reclutarlo o que nos reclute para esa tarea gigantesca y simple de vivir como hermanos. Cautivados por el misterio de todo lo que aún no conocemos, y que nos aguarda para que al fin alcancemos nuestra humana condición”.

Coincidimos con la conclusión de la profesora Sananes: “En cada uno de nosotros está la posibilidad única de convocar ese espíritu vital, o terminar de liquidarlo definitivamente. Ese es el deslinde real al cual debemos comprometernos”.

La paradoja es que esa posibilidad sólo está en el niño que hay dentro de cada uno de nosotros. ¿Entonces? ¿No será por esa razón, que destruir al niño de Gaza y a los de todo el mundo, para destruir lo más que se pueda del niño que pudiera trascender, de lo que hay de niño en cada uno de esos sobrevivientes, del adulto o del ciudadano, sea la única forma de impedir la convocatoria del espíritu vital, puro en el niño?

¿Llegará hasta allí la perversidad del género humano? Temo que sí. Las evidencias están por todas partes.


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