El escenario después del 15 de Febrero es cada día mas propicio para que Hugo deje el país y paralizar así la destrucción de Venezuela. La pésima gestión del gobierno ya se siente en los sectores populares lo que se evidencia de las tres últimas mediciones electorales convertidas en plebiscito, de la racha de amenazas y expropiaciones en los últimos días para simular una fortaleza que no tiene, de la asfixia a la descentralización y las protestas crecientes dentro del sector laboral. Como todos estamos siendo afectados el futuro del régimen es bien incierto y oscuro. Los problemas económicos que se avecinan este año lo tienen más que desesperado. Por todo esto el momento es propicio para salir de Hugo…Pero como?
Descartado el magnicidio porque la vida la da y la quita solo Dios. Descartada la vía electoral porque la Conserjería Electoral (anterior C.N.E.) no ofrece las garantías necesarias para conocer cual es la voluntad popular, entonces solo nos queda actualizar los antecedentes de este personaje singular para conocer su “punto débil” a través de su propio comportamiento histórico en momentos difíciles para su seguridad personal, que sí nos puede dar una luz sobre como debe actuar la Sociedad Democrática dispuesta como está defender sus libertades.
El 4F se rindió cuando sintió miedo, lanzó aquel “Por ahora” y corrió a esconderse en el Mueso Militar. La amenaza y el retiro van juntos. El 11 de Abril cuando el Alto Mando le solicitó la renuncia interpretando el sentir de millones de ciudadanos, no salió tampoco a defender el cargo sino que todo el país lo vió pidiendo que le respetaran su vida que él se iba tranquilo para Cuba y puso como garante de su vida a Mons. Baltazar Porras quien dió fiel cumplimiento a su misión. Estas dos reacciones en situaciones similares para su seguridad personal nos permiten concluir que estamos ante un ciudadano que amenaza cual guapetón para simular valentía pero que es la fría razón, en los momentos difíciles, la que toma las riendas y decide su conducta. En estos momentos las amenazas y acciones desesperadas ponen de manifiesto que necesita compensar con ellas el miedo que están sintiendo él y su equipo.
Quien asusta es porque asustado está para así intentar neutralizar sus propios temores. Dos acciones concretas lo llevarán a orientarse nuevamente por la razón y dejar las amenazas y el escándalo. La primera es que un equipo de penalistas estudie si con todo lo que ha sucedido en estos diez años en Venezuela hay causales suficientes para hacer una acusación formal ante la Corte Penal Internacional, ahora mismo o cuando deje el Poder. EL Dictador de Sudán condenado por esta Corte constituye un antecedente bien interesante. Mantener constantemente informada a la Sociedad Democrática y al autócrata de esta demanda es muy importante como “aviso preventivo” a sus presuntos colaboradores y cómplices. La segunda, que va en la misma dirección que la anterior, generar inseguridad y miedo, es que la Sociedad Democrática, partidos políticos y estudiantes se constituyan en un solo frente y convoquen a todos los ciudadanos a tomar las calles sin violencia pero con el peso de la masa que tanto lo asustó el 11 de Abril cuando renunció. La cantidad de problemas que están explotando y los que se avecinan en este año configuran un escenario muy propicio para que todas las protestas se consoliden en una sola y las calles se llenen. Estas dos medidas, en función de los antecedentes de valentía del sujeto, solo buscan colocarlo en una situación difícil que lo conduzca a repetir una decisión racional en beneficio suyo y de todo el país.
DR. VALENTIN ARENAS AMIGÓ
PROFESOR DE INSTITUCIONES
POLITICAS DE LA U.C.A.B.
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