lunes, 13 de marzo de 2017

EL SUEÑO

René Magritte

EL SUEÑO
Héctor Espinoza

Cuando aún era niño tuve un sueño. Soñé que existía un mundo, en el que las relaciones entre sus habitantes se basaban en el amor,en la solidaridad. Un mundo en el que quienes lo gobernaban lo hacían para que todos disfrutaran de los mismos derechos, sin discriminación.

Un mundo en el cual los niños al nacer,sin importar la condición social y económica de sus familias, tenían garantizado su derecho a una vida plena, con salud, con juegos, con estudios y al crecer, con trabajo.

Un mundo cuyos gobernantes eran hombres honestos y ejercían sus funciones con el propósito de dar bienestar y felicidad a todos los habitantes de ese mundo.

Luego, con mucha tristeza, pude comprobar que en la realidad del mundo en el que vivía, nada existía de lo que había soñado. 

Entonces tuve un pensamiento que borró toda mi tristeza y la convirtió en esperanza. Pensé que si el mundo que había soñado no existía, había que construirlo y desde ese momento me comprometí a trabajar por hacer realidad ese mundo.

Hoy han ya pasado muchos años de aquel sueño. El mundo que soñé sigue estando muy lejos de la realidad en la cual vivo. Pero nunca he perdido la esperanza. Nunca he dejado de trabajar para construir lo soñado. 

Y seguiré buscando ese mundo, aunque quizás sólo sea un sueño. Y lo haré hasta el último día de mi vida. Y si no lo encuentro, moriré con la esperanza de que la muerte es un viaje al mundo que de niño soñé.                        

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