¿PARA
QUÉ SIRVE UNA DISIDENCIA
DISPERSO-FRACCIONADA?
Agustín
Blanco Muñoz
La dispersión de
movimientos que dicen tener como objetivo enfrentar el cuadro
político actual es más que conocida. Lo común es que cada grupo o posición se
afiance en ideas que considera como propias y, en muchos casos, como única
manera de dar respuesta a lo que hemos caracterizado como dictadura
militar-narco-delincuencial-civil.
Pero hoy es más que
evidente que, en medio de la disgregación de esfuerzos, no es posible avanzar
en la conformación de una política capaz de organizar el colectivo-pueblo
para detener o contrarrestar la acción destructora del régimen y sus
connotados aliados de la convalidación.
Por ello no parece
aventurado afirmar, a propósito de la expresa solicitud de
algunos grupos asistentes al foro, que hiciéramos el 13/03/17 sobre los
objetivos y fundamentos del recién fundado grupo denominando Gran
Alianza Nacional (GANA),
que existe interés en otras organizaciones de darse a conocer y lograr el
espacio al cual aspiran.
Y ante esta situación
–insistimos- de la existencia de una creciente e improductiva dispersión,
consideramos importante, no sólo escuchar los planteamientos de los
diferentes grupos, sino avanzar hacia un punto crucial que signifique
comenzar a romper el aislamiento y pérdida de energías y perspectivas: crear
instrumentos que permitan establecer las obligadas relaciones entre quienes
tienen el mismo propósito: enfrentar la monstruosidad que profundiza cada día
más la condición de ex país que hoy nos define.
No se trata de imponerle
a nadie las ideas y principios del otro, sino de estudiar las posibilidades
de acuerdos que permitan una acción más efectiva en áreas críticas como el
hambre-escasez-inflación-muerte.
¿Puede alguien negarse a
enfrentar de manera conjunta, con la mayor fuerza y decisión, la realidad de
una pobreza come basura en la que milita incluso una buena parte de “camisas
rojas”?
Este foro tiene entonces,
como finalidad, contribuir a crear los mecanismos que permitan, a cada uno de
los componentes que actúan en términos de movimientos, comenzar a explorar
las posibilidades de acciones comunes en el campo táctico.
Todo en el entendido de
la existencia de un objetivo común: poner a un lado en la conducción de esta
Venezuela a quienes actúan hoy desde las posiciones de la corrupción, el
sometimiento de las mayorías y la destrucción.
Para esta tarea, que
consideramos como permanente y adecuado a las actuales circunstancias, no
privilegiamos ni excluimos ningún grupo o posición. Consideramos importante
cercar el viejo, gastado e improductivo protagonismo que ofrece el antiguo
liberal-positivismo-marxismo de la verticalidad y el atraso.
Llamamos por consiguiente
a todos los grupos-movimientos que tienen un objetivo común a sentirse
convocados en un plano de igualdad, a esta tarea de la conexión-acercamiento
entre todos y por todos.
Este es el aporte que se
propone hacer
La mayoría opositora, la
que no milita en el régimen y su oposición, está obligada a preguntarse si ha servido o sirve para algo hoy una
disidencia-oposición mayoritaria pero dispersa y fraccionada.
Si una disidencia
opositora puede estar gobernada por el sobre conocido
caudillismo-protagonismo-personalismo que nos ha pisoteado en su condición de
dictadura o con el disfraz de democracia, libertad, concordia, entendimiento,
pluralismo y diálogo.
Importante e
indispensable definir hoy una posición: se está con los monstruos-cúpulas del
poder o con las mayorías disidentes en busca de una verdadera democracia.
Y quienes jueguen a la dispersión y el fraccionamiento están
obligados a permanecer en las cúpulas gobernantes. Nada tienen que buscar en
la disidencia.
19 de marzo del 2017
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