sábado, 22 de abril de 2017
EL ENTIERRO DE LAS ILUSIONES
QUE LA MARCHA DEL SILENCIO SIGNIFIQUE
EL ENTIERRO DE LAS ILUSIONES
Pablo Hernández Parra
Sábado 22 de abril del 2017. Hoy el día
amaneció lluvioso y la neblina se mantuvo por un largo rato al amanecer, hasta
la aparición del padre de la vida, el mismísimo sol. La oposición que ayer
llamo a marchar para sacar al gobierno, hoy llama a marchar en silencio por los
muertos y nos imaginamos que también por los presos de esas luchas. Realmente
esta jornada no es un homenaje a quienes cayeron o en solidaridad con quiénes están presos,
creyendo que luchaban y luchan por salir
de un gobierno y por un mejor futuro. Para ellos la lucha continua. Dos de los
fallecidos ni siquiera tenían nada que ver con la situación política, pasaban
por el lugar y en el momento menos indicado.
La caminata de hoy, es una marcha fúnebre, es el entierro de las ilusiones y las esperanzas
del pueblo sobre un gobierno militar, de asesinos y delincuentes que prometió
la máxima felicidad posible y de una oposición aliada y cómplices, que por
enésima vez lo convoca a salir del gobierno. Hoy todos, quedan al descubierto:
Ambas cúpulas son simples asalariados en
defensa del Orden Constitucional” y del Estado vigente, verdadera razón de su
existencia..
Ni al gobierno, ni a la oposición le importa en
absoluto el hambre, pobreza, miseria en que se debate la mayoría de la
población. Todo lo contrario, es ese pueblo, su único y verdadero enemigo.
Para las dos cúpulas su objetivo
primario es defender la ley, el derecho,
la Constitución, el orden y toda la babosería con que engañan y estafan y de la
cual viven. Con promesas y papeles no se quita el hambre ni se curan los
enfermos.
Por ello la marcha de hoy, esperamos se
convierta en el entierro de nuestras
ilusiones y podamos aterrizar en la realidad: Ni patronos, ni gobierno;
ni dioses, ni militares vendrán a salvarnos y en consecuencia terminemos de entender, solo en cada uno de
nosotros, simples mortales está nuestra propia salvación.
No asumir esa responsabilidad individual, es
continuar con nuestra prisión y esclavitud ante una banda de delincuentes y
forajidos, cuya única ventaja no es el número, sino las armas en sus manos con que matan y la palabrería
hueca con que engañan. Ambas bandas ni
siquiera tienen el derecho y la legalidad de la cual se ufanan. El gobierno porque no les hace falta para asesinar
y robar. Los otros porque la perdieron al no cumplir con la función para la
cual fueron electos.
El único derecho que existe para el pueblo
trabajador ante los criminales y sus
aliados es el derecho a la vida y su legítima defensa. Para cada hombre
y mujer de este país en resguardo de su
trabajo, hogar, hijos propiedades y
futuro ese es tanto su verdadero derecho,
como su más importante obligación. Y para
ello no podemos reparar en medios para ejercerlo. No hay alternativas: O luchamos para vivir o morimos en el intento.
Que nadie se llame a engaño, ni espere
soluciones desde arriba, está lucha apenas comienza, su triunfo comenzará en el
mismo momento que caigan las ilusiones en nuestra conciencia de creer en un gobierno o una oposición política preocupados por el pueblo y sus trabajadores.
Para ambas bandas eso que ellos llaman pueblo son solo, instrumentos para matar
y torturar, bien como guardias, policía, militares o paramilitares en defensa
del orden establecido y el gobierno o simples potenciales votos cuando son convocados por los segundos.
Para ellos solo somos: Carne de cañón en sus "revoluciones" y en la
defensa de su orden o mercancía donde elegimos al próximo verdugo de izquierda
o derecha, civil o militar, que nos ofertan en su bazar electoral.
Quién vive de su trabajo no necesita ni de
patrón, ni de gobierno, en cambio ellos sin nuestro trabajo, simplemente no
existen. La humanidad desaparecerá el día que sembrando un billete o una moneda
de cualquier signo o país, salgan frutos, petróleo y vida, mientras tanto solo
el trabajo sencillo y concreto seguirá siendo la fuente de toda la riqueza de
la sociedad.
Marchemos y protestemos contra el gobierno y
la oposición, celebrando el principio del fin de nuestras ilusiones y engaños. De los golpes y derrotas aprendamos, a
superar el miedo inculcado desde niño,
pero sobre todo por las armas que nos asesinan cuando crecemos. Dejemos de ser
ciudadanos respetuosos de una “ley que no cumplen” y de un “orden que solo los
beneficia” y asumamos la única identidad que nos separa del mundo animal: Ser
individuos de la única especie conscientes en este planeta.
La legítima defensa es nuestra única salida. Si
para defender la vida, tenemos que empuñar un arma dejemos el miedo a nuestras
espaldas y ejerzamos el único derecho donde estamos obligados a ser libre. Único
momento donde vida y libertad se unen y confunden. Y para ello, paradójicamente tenemos que
esgrimir las mismas armas que el trabajo de millones de hombres y mujeres ha producido para
sostener a este infierno del capital financiero.
Trabajadores, asalariados, deudores,
refugiados, emigrados, esclavos, desempleados del mundo, somos nueve de cada
diez seres humanos pobladores de la Tierra, pero desorganizados, sin conciencia
de nuestros intereses y objetivos y encima de eso, desarmados, solo somos
números en las estadísticas de gobiernos
y patronos. No perdamos de vista, los que van a morir en la anunciada guerra
mundial no serán los banqueros, Reyes o millonarios, son los mismos que mueren
a diario, seres humanos que les sobran para mantener su nivel de vida en la
opulencia, el lujo, la abundancia a costa precisamente de nuestra miseria,
pobreza, hambre y muerte.
Para los pobres no es el camino del infierno
el que está empedrado de buenas intenciones, sino nuestras vida es el propio
infierno donde el dinero es el diablo y
los bancos sus administradores. Solo así
entenderemos el verdadero fin del mensaje: Para llegar al paraíso del
trabajo creador, de la vida realmente humana
y del amor entre mujeres y hombres, solo hay un camino: Acabar con este
infierno, con sus bancos y todo este edificio de represión y
engaño.
Conquistemos aquí en la tierra el paraíso
donde cada quien viva de su trabajo productivo, útil, socialmente necesario
pero fuente de creación y recreación como debe ser.
Saludos y bienvenidos al infierno de Dante y
recordemos sus palabras:
¡Los
que entráis, abandonad toda esperanza!»
Es
necesario aquí dejar todo recelo;
Toda
cobardía es necesario que aquí muera.
Pablo
Hernández Parra
20/04/2017
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