¿Y AHORA QUÉ?
Intervención en
la Cátedra Pío Tamayo de la
Universidad Central
de Venezuela
28-05-2018
De nuevo mi saludo y agradecimiento a la Cátedra Pío
Tamayo y al Prof. Agustín Blanco Muñoz por esta nueva oportunidad para
debatir a Venezuela. Y me gusta usar el término “debatir a Venezuela”
porque eso es lo que menos se hace en nuestro país, en especial cuando la
situación se torna cada vez más difícil y compleja, y se requirieren
análisis permanentes como los que se realizan en esta Cátedra. La mayoría
actúa reactivamente a lo que nos hace el régimen, y no proactivamente. Y
para actuar proactivamente hay que pensar primero, establecer lo que hay
que hacer, y efectivamente hacerlo después.
Las preguntas del foro en la Cátedra de hoy “¿Y ahora
qué?¿Seguiremos esperando la invasión, la insurrección, el golpe, la
dimisión o la próxima convocatoria a elecciones?”, estarían
adecuadamente respondidas si alguien en la oposición oficial –no solo
aquella que fue a elecciones, sino la que precisamente no fue- se hubiera
tomado el trabajo de pensar en este escenario después del 20 de Mayo, que
en mi modesta opinión, no dicha sino escrita en blanco y negro desde hace
varios años, era perfectamente previsible: el régimen se volvió a robar
las elecciones.
El 8 de Octubre de 2012, día siguiente de la elección de Capriles-Chavez,
titulé una nota en mi blog con la misma pregunta de esta Cátedra: “¿Y
ahora qué?” (ver ¿Y ahora qué?, enhttp://ticsddhh.blogspot.com/2012/10/y-ahora-que.html). Decía en aquel entonces algo perfectamente aplicable
a este momento:
Cualquiera con cierta decencia le dejaría paso a otro para que tome
las decisiones de ahora en adelante. Toda la dirigencia está ahora en el
banquillo. En especial aquella que nos dijo que con ese sistema era
imposible perder las elecciones. Me gustaría ver a los técnicos del Grupo
La Colina, en especial a Juan Mijares, decirnos cómo Chávez remonto la
cuesta al punto de pasar por encima de Henrique en más de un millón de
votos. Pero lo más importante, las condiciones electorales. ¿Seguiremos
montándonos en el ring con las manos amarradas? ¿Seguiremos yendo a los
sucesivos procesos electorales con un RE que no aguanta una auditoría
mínima? ¿Seguiremos aceptando que no se abran el 100% de las urnas
electorales? Deberemos empezar a considerar seriamente no ir a un nuevo
proceso electoral sin condiciones. Y eso pasa por descabezar a todos
aquellos que dijeron que con esas condiciones chimbas con las que fuimos
ganábamos las elecciones. Hay que empezar a pelear en serio por
Elecciones Auténticas.
No lo oyeron los dirigentes opositores pero si fue oído por el mismo
pueblo el que se convenció, y terminó no yendo a un proceso electoral sin
condiciones. Pero eso no lo acaban de entender aquellos que creyeron que
iban a sacar al régimen enfrentando a una máquina de fabricar votos y lo
justifican diciendo que al “ganar” la abstención Maduro se quedó, como lo
afirmara Eduardo Fernández en su lamentable artículo titulado “¡Ganaron!”
que circula por las redes sociales.
Por ningún lado se refirió Eduardo Fernández a un sistema electoral
pervertido que dice que participaron 9,3 Millones de venezolanos cuando
los centros estaban desiertos en todo el país, y que Maduro sacó de esos
fantasmas 6,2 millones de votos. Un sistema que el año pasado le puso 8,1
millones de votos a la participación en esa Constituyente ilegitima
igualmente fantasma y posteriormente dijo que Andrés Velásquez había
perdido las elecciones, aun demostrándole al mundo con las actas en mano
que había ganado la Gobernación de Bolívar. Todo un robo en descampado
del gobierno para proteger la destrucción del ambiente y el latrocinio en
el Arco Minero.
Estos son los dirigentes que pretenden dirigir la lucha opositora. Con
razón no hemos salido de esta tragedia. Sin embargo algo diferente paso
el 20 de Mayo. El venezolano dejo de creer – ¡por fin! - en el sistema
electoral del régimen, y en el camino también de sus seguidores de la
oposición oficial que han conducido hasta ahora la lucha opositora. A
partir de ahora se ha abierto una nueva posibilidad de conducción
política a un pueblo ávido de soluciones creativas para ponerle fin
a esta pesadilla. Finalmente estos seguidores sufrieron un golpe
fundamental cuando al salir el primer día del robo del 20M a pedir nuevas
elecciones, el régimen les calló la boca juramentando a Nicolás Maduro
ante la ilegitima Asamblea Nacional Constituyente. ¿Cuál será ahora el
discurso de esa gente? ¿Intentar seguir engañándonos? Ahora más del 80%
del Registro Electoral les dio la espalda el 20 de Mayo.
¿Que tendremos los venezolanos después de esta aplanadora del fraude de
Maduro y su Constituyente ilegitima después del 20M? Derogar la
constitución actual, disolviendo a la Asamblea Nacional e instaurando un
régimen constitucional de corte cubano. No hay que ser adivino para
suponer que ese es el siguiente paso. ¿Qué hacer ante esa panorámica
evidente que se nos viene encima en cualquier momento después de la
juramentación ilegitima? Nuestra respuesta a los venezolanos es accionar
los elementos constitucionales necesarios para impedir ese cambio, y en
eso solamente el pueblo tiene la palabra.
El 24 de noviembre de 2017 un grupo de venezolanos pertenecientes a la
Alianza Nacional Constituyente, entre los que tengo el honor de
participar, introdujimos un RECURSO DE EJECUCION DE SENTENCIA ante el
TSJ-L (Tribunal Supremo de Justicia Legítimo, con sede en Washington,
DC.), en nuestra condición de ciudadanos no investidos de autoridad (para
mayor explicación revisar mi nota del 3 de diciembre de 2017, Recurso y
Sentencia, enhttp://ticsddhh.blogspot.com/2017/12/recurso-y-sentencia.html), en lo que respecta a la activación de los
Artículos 333 y 350 constitucionales, señalados en el numeral tercero del
dispositivo de la sentencia No. 001/2017 del TSJ-L, que emitiera ese Alto
Tribunal en fecha 25 de Octubre de 2017, declarando nula a la Asamblea
Nacional Constituyente del régimen.
A la pregunta de esta Cátedra de que hacer de ahora en adelante, la
respuesta es Resistencia Civil No violenta, traducida en encauzar todas las actividades de
restablecimiento constitucional, para generar un procedimiento que
ponerle al frente a la tramitación ilegítima de un proceso constituyente
para cambiar la constitución y en el cual la ciudadanía, investida de
autoridad o no, tiene la obligación de colaborar en el restablecimiento
de la constitución vigente. En otras palabras, la
única manera de hacer cumplir el fallo del TSJ-L es con un procedimiento
que le de cauce a la ejecución del Artículo 333y 350, y eso fue lo que
solicitamos en ese Recurso.
El 26 de Febrero pasado vine a esta Cátedra y dije que una Consulta
Popular era una alternativa para enfrentar la destrucción (http://ticsddhh.blogspot.com/2018/02/una-consulta-popular-como-alternativa.html). Ahora creo que dejo de ser una alternativa para
convertirse en lo único que podemos hacer en Venezuela para salir del
régimen. Es necesario recordar ahora el fallo del TSJ-L: “En
razón de que el país está sumido en una crisis social y económica
profunda que tiene afectado la vida normal de los ciudadanos, es
procedente la activación de la resistencia civil y pacífica decretada por
este Alto Tribunal al tenor de los artículos 333 y 350 constitucional, lo
que hace urgente producir los cambios que requiere Venezuela para la
restitución de la vigencia de la Constitución y por ende de la democracia
en Venezuela, por lo tanto, cualquier salida de la crisis que se pretenda en el escenario
político, debe hacerse dentro de los mecanismos de participación popular
que consagra el artículo 70 de la Constitución, y nunca a espaldas del
pueblo, con el fin primordial de provocar la salida inmediata de todo
aquello que ha generado la crisis por la que atraviesa el país”. (subrayado
nuestro)
De allí que las preguntas de esta Cátedra el día de hoy solo tienen una
respuesta: lograr la
demostración de la fuerza popular del depositario de la soberanía,
traducida en la concurrencia del pueblo a una Consulta Popular SIN LA
PARTICIPACION DEL CNE, a tenor de lo requerido en nuestra comunicación a
la Asamblea Nacional el 16 de abril de 2017 (ver Carla a la AN en, http://ancoficial.blogspot.com/2018/04/carta-la-asamblea-nacional-16-04-2018.html), pero esta vez con una diferencia muy importante en
la primera pregunta:
1.- ¿Aprueba Ud.
desconocer los resultados de la elección presidencial del 20 de Mayo de
2018?
2.- ¿Aprueba Ud. permitir
la inmediata apertura de los canales de ayuda humanitaria, con el fin de
dar asistencia en alimentos y medicinas al pueblo de Venezuela, bajo la
supervisión de las Iglesias y Organizaciones de Derechos Humanos del país
y que se proceda de inmediato a ordenar la libertad plena y el
sobreseimiento de los procesos y medidas en contra de los enjuiciados y
perseguidos políticos?
3.- ¿Aprueba Ud.
desconocer y en consecuencia considerar disuelta la ilegítima Asamblea
Nacional Constituyente instalada por el gobierno y nulas todas sus
actuaciones?
4.- ¿Aprueba Ud. convocar
una legítima Asamblea Nacional Constituyente Originaria por Iniciativa
Popular, con Bases Comiciales que incorporen proporcionalmente la más
amplia representación ciudadana con principios rectores dignos y justos?
5.- ¿Aprueba Ud. autorizar
que la Asamblea Nacional Constituyente Originaria designe, de entre sus
miembros electos, una Junta de Gobierno de Transición de Unidad Nacional
hasta la aprobación de una nueva Constitución?
6.- ¿Aprueba Ud.
respaldar a la comunidad internacional (OEA, ONU, Unión Europea,
Estado Vaticano, Grupo de Lima, Parlamento Europeo, Ex Presidentes de
IDEA) y demás países y organizaciones, en su determinación de ayudar al
pueblo venezolano en su heroica lucha por el rescate de la libertad y
aprobar su correspondiente apoyo a las acciones que se deriven de esta
Consulta Popular?
7.- ¿Aprueba Ud. exigir a
los integrantes de la Fuerza Armada Nacional que, de acuerdo a la
Constitución y las leyes, den su apoyo al proceso y resultado de esta
Consulta Popular?
Esta Consulta debemos aprobarla y empujarla todos los venezolanos como
ocurrió el 16 de Julio de 2017, porque de otra forma no podría
realizarse; y es la manera en que podría constituirse como una
herramienta formidable de Resistencia Civil No-Violenta, democrática,
pacifica, electoral y constitucional en contra del régimen. Su resultado
tendría la fuerza telúrica de un 11 de abril de 2002, cuando el pueblo se
expreso de manera contundente logrando la salida de Chávez; y del 16 de
abril de 2017 cuando la Comunidad Internacional le dio el espaldarazo a
la Asamblea Nacional para cambiar al gobierno y no lo hizo.
Esta solución de lograr que el pueblo venezolano decida ha sido
respaldada por los Obispos de la Iglesia Católica en su Exhortación
Pastoral de su Asamblea Ordinaria Plenaria realizada el 12 de Enero de
2018, “Dios Consolará a su pueblo”. En este mensaje los Obispos dijeron
claramente que ante “Las dificultades de entendimiento cada vez
más graves entre el gobierno y la oposición política, a falta de un punto
de apoyo común que se respete en la realidad, como debería ser la
Constitución vigente, exigen al pueblo que asuma su vocación de ser
sujeto social con sus capacidades de realizar iniciativas como, por
ejemplo, que la sociedad civil lleve adelante una consulta para señalar
el rumbo que quiere dar a la nación como prevé nuestra Carta Magna (Cfr.
Art. 71).”. Este apoyo se reitera en la valiente posición pública
expresada por Mons. Ovidio Pérez Morales, y cito “Urge, por
tanto, que el soberano recobre el ejercicio de su poder y ordene, según
el artículo 71 de la Constitución qué hacer en concreto para que no se
siga destruyendo el país, sino que se lo enrumbe hacia una convivencia
democrática, pluralista, solidaria y productiva. Me adhiero a la propuesta
de que se organice en tal sentido una inmediata y genuina consulta
(referéndum) al soberano, asegurando su autenticidad y el respeto a sus
resultados.”. Hemos manifestado públicamente nuestro respaldo a la
posición de Mons. Pérez Morales (ANCO manifiesta su solidaridad y apoyo a
Mons. Ovidio Pérez Morales…, en http://ancoficial.blogspot.com/2018/05/anco-manifiesta-su-solidaridad-con-mons.html).
Finalmente, el régimen podría tratar de impedir la Consulta pero habría
que ver si las Fuerzas Armadas estarían dispuestas a arremeter en contra
de un pueblo que desea expresarse libre y pacíficamente, y más aún con el
apoyo de la Iglesia Católica, que ha respaldado públicamente esta
propuesta. De realizar esta Consulta no tendríamos que esperar que nos
invadan, o una insurrección violenta o un golpe, ni una dimisión, ni
mucho menos las elecciones de un CNE corrupto, porque estaríamos actuando
proactivamente como una Fuerza Popular unida, pero no unida por los
partidos políticos sino por un propósito común. El pueblo soberano decidiría
de nuevo el curso de la historia de Venezuela.
Muchísimas gracias…
Caracas, 28 de Mayo de 2018
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2 comentarios:
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