miércoles, 18 de febrero de 2009

EDUARDO CARDOZO - ANÁLISIS DEL PROCESO DE REFERENDO DE LA ENMIENDA

O COMO LOS BORREGOS SE DEJAN CONDUCIR MANSAMENTE AL DEGOLLADERO

A pocos días de haberse llevado a efecto el proceso de referendo del proyecto de enmienda “inconstitucional” a la Constitución Nacional. Cuando se ha logrado calmar la indignación que causa, y la impotencia que se siente, ante los desmanes del gobierno nacional y la indiferencia, incompetencia y complicidad de todos los poderes públicos nacionales, para cumplir con las obligaciones que le señalan las leyes y poner un “freno” a las trapacerías del “tenientillo” que nos desgobierna y restituir el Estado de Derecho y de Justicia que reclama el país, me he sentido motivado a escribir mis apreciaciones sobre el proceso y las consecuencias que de él se derivarán para el país.

Como sociedad civil, hemos caído en el perverso juego de creer que la institución del voto, per se, es el mecanismo democrático para dirimir las diferencias políticas, producto del arraigo, que no en balde, hemos transitado por más de medio siglo de democracia. Pero que lamentablemente resulta inoperante, cuando una de las partes no juega limpio y hace uso de las prerrogativas que le brinda la democracia, para conspirar impunemente contra ella en busca de su destrucción.

Es conveniente señalar que el fondo de la enmienda votada, escondida en la pregunta engañosa elaborada por la “deshonorable Asamblea Nacional ilegítima”, lo que pretende es permitir al “tenientillo” postularse como candidato a la presidencia del país, una vez más sin solución de continuidad, es decir, con carácter de permanencia y continuidad, tan pronto se abra el período constitucional de postulaciones, a finales de su segundo mandato y los consiguientes, o antes, cuando lo considere conveniente.

Tal pretensión ya había sido negada por el pueblo, en ocasión del referendo del proyecto de reforma de la Constitución Nacional, llevada a efecto el 2DIC2007, incluida en lo referente a la reforma del Artículo 230 (reelección indefinida del presidente de la República), al ser superior el número de votos por el no.

Aunque fuese “pírrico o de mierda” el resultado de la consulta, quedó negado todo el proyecto de reforma, y en consecuencia, todas y cada una de sus propuestas. De igual manera, quedaba en suspenso la reactivación de cualquiera de los particulares de la reforma, mientras durara el “tenientillo’ en ejercicio de sus deberes constitucionales. Así creíamos, y jurábamos, que sucedería.

¡La vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida!, dice el estribillo de la canción “Pedro Navaja”que bien entona Rubén Blades. La muy “honorable Sala In-Constitucional del TSJ”, bajo ponencia elaborado por el “tramparente magistrado”, Francisco Antonio Carrasquero López, impartió la bendición a la “inconstitucionalidad de la Enmienda”. En decisión que será materia de obligatorio estudio y análisis de las escuelas de derecho de universidades del país y extranjero, por la brillantez y profundidad de la aplicación de la “doctrina jurídica” hecha por las mentes más preclaras de esa Sala, como bien lo expresara la también magistrado, Luisa Estella Morales Lamuño, de cuya “imparcialidad” no se puede tener duda alguna, pese a que en una ocasión un travieso fotógrafo la pescó, boleta en mano, rechazando la Reforma de la cual fue su principal autora, pero que en descargo se presentó esta vez a sufragar por el SÍ, toda uniformada de rojo.

En aquella ocasión del referendo a la reforma de la Constitución Nacional, había celebrado el pueblo su victoria, con bombos y platillos, y daba por descontado que su decisión se respetaría, tal y como lo señala la Ley. Poco duró la satisfacción, toda vez que en ausencia de un Estado de Derecho y de Justicia, bajo la complacencia y guía de los poderes públicos, se instó al “tenientillo” para que desacatara el mandato legal de obediencia y propusiera de nuevo, su bastardo deseo de perpetuidad en el poder, como en efecto lo hizo.

Aquí se evidencia la primera falla de la “verdadera sociedad civil”, ante la actitud del “tenientillo” de violentar la Constitución Nacional, y la pasividad cómplice de los poderes públicos, y lo que es más grave aún, ante la también complicidad de los seudos dirigentes de los mal llamados partidos de la oposición, había que optar por uno de los mecanismos que brinda la Constitución Nacional, y debió protestar enérgicamente tal atropello y negarse a participar en cualquier referendo al respecto.

En lugar de ello, cada quien salió a hacer lo que sabía hacer, más no, lo que debía hacer. Es así como habiendo partido la idea del “tenientillo”, la Asamblea Nacional, en su perruna obediencia la acogió como suya, y apuró todo para que la intención y el plazo exigido por el amo se cumpliese. De igual manera, lo hizo la acertadamente calificada por Teodoro, “banda de los cuatro del CNE” (aunque Tibisí afirme que ella es cuatrista, pero no cuatrera), y bloqueó el registro electoral para truncar las esperanzas de una juventud que siente el llamado del país para incorporarse en la lucha contra la barbarie, y ajustó el lapso del proceso refrendario para satisfacer los deseos de su amo y señor, y la bajeza llegó al límite de extender en dos horas el horario de apertura de las mesas, contraviniendo su propia ley, para que los revolucionarios pudiesen mover a sus anchas, bajo presión y amenaza, a sus huestes reacias. Y claro está, la dirigencia de los partidos de “oposición” se prestaron al juego “inconstitucional” y azuzaron a los estudiantes para que tomaran las riendas del proceso, actuando ellos como respaldo.

Es así como el “tenientillo”, habilidoso en buscar fechas patrias o cabalísticas, logró que coincidiese con el día de Instalación del Congreso de Angostura el 15 de febrero de 1819, contraviniendo el mensaje del Libertador Simón Bolívar, para que se entronice por siempre en el poder.

El gobierno groseramente, con el descaro que lo ha caracterizado, con la mayor impunidad e impudicia, echaron mano a todos los recursos del estado, y de sus horas de trabajo, para ponerlo al servicio de la revolución. No en vano el “tricargado” ministro del poder popular de Energía y Petróleo, presidente de PDVSA, y Vicepresidente del PSUV para los estados orientales, con licencia expresa y “chimba” de su jefe, Rafael Ramírez Carreño, ha estado ausente de sus dos primeras responsabilidades para dedicarse de alma y corazón a impulsar la revolución en esos estados y ganar adeptos “voluntariamente” para el SÍ, con el despilfarro más grande y vulgar de los recursos monetarios de la industria petrolera.

Hoy, 17 de febrero de 2009, fecha natalicia del célebre genio Alejandro Volta, inventor de la pila que lleva su nombre, ha resucitado en el país un muerto, el Contralor General de la República, Clodosbaldo Russián, y claro está, “cargó las pilas” que las tenía descargadas, y en un programa del canal del PSUV, VTV, y aseguró….”que el pasado 15 de febrero quedó expresada la decisión de la inmensa mayoría, un deseo que debe cumplirse con un mandato”…

!Que caradurismo, Clodosbaldo!, ¿Qué tienes que decir del rechazo de aquella otra mayoría, no tan inmensa, pero mayoría para los efectos legales, que se le negó la misma pretensión del “tenientillo” al cual le lames las botas …y quizás algo más…

Dijo algo adicional, el zombi. Más grave aun. Nos recordó ….”que a partir del año 2000 se creó la Oficina de Atención al Ciudadano para aquellos ciudadanos que consideran que el Estado usó recursos financieros del país para la campaña electoral a favor del SÍ”… “Si hay venezolanos que consideran que esta situación ocurrió, perfectamente pueden ir a la Contraloría y poner la denuncia en la seguridad que nosotros la vamos a procesar. Lo que si no vamos a hacer nosotros es estar averiguando o tratando de auditar cualquier opinión que del particular se dé”…
Solo le faltó decir al “mequetrefe” que son los “tres célebres monitos (ver, oir y callar)”, quienes le recogerán y tramitarán las denuncias.

¿Qué rito mágico te hizo a salir de tu estado cataléptico en estos momentos?, ¿Una orden de tu amo?, ¿Te dictó la cartilla que hoy recitas?.

Descansa en paz, “coma-andante Clodo”, tu futuro con esta revolución ya está asegurado. El futuro que te falta asegurar, es con el Derecho y la Justicia cuando se restituya. Anda calentando las piernas, mantén las pilas cargadas, y entona bien los esfínteres.

La comedia, hoy tragedia, quedó así bien montada. Los encuestadores hicieron gala de sus mejores interpretaciones de los datos, resalta las predicciones “certeras” de Nelson Merentes, el 26 de diciembre, con diferencia de 10 puntos y un promedio de aceptación de la enmienda de 53%. A su encuesta no le daban credibilidad alguna. Las encuestas “de la oposición” dejaban abierta la posibilidad de éxito si se estimulaba a los indecisos y se cuidaban los votos. Vamos a ver que excusas traen para justificar sus desaciertos.

Estaba fresca la comparación entre la marcha local, policroma y multitudinaria, de cientos de miles de hombres y mujeres libres y espontáneos, que a “ojo del buen cubero” que resulta ser el “tenientillo, la tasó en menos de 20.000 almas. Marcha esta convocada por los estudiantes para ir desde Petare hasta donde le permitió el recién electo, pero no actuante, Alcalde del Distrito Metropolitano, Jorge Rodríguez, ungido como Jefe de Campaña del “tenientillo”, en un alto que le permitiera sus deberes revolucionarios, quien aceptó que llegaran hasta la Iglesia del Santa Rosa en la Avenida Libertador, y por otra parte, la fallida marcha de las huestes revolucionarias, rojas rojitas, desde Catia a Petare, trastocada en una escuálida concentración nacional de almas. Unas sedientas, cegadas, hipnotizadas, y enardecidas; y otras, reclutadas en contra de su voluntad y arreadas cual borregos hasta la Avenida Bolívar, que no dudaron en largarse tan pronto los perros ovejeros se descuidaran, y largas filas de busetas y autobuses, al servicio del Estado y de particulares, aparcados en las principales vías de la Capital, que crearon un caos vehicular.

El día pactado para la contienda, bien temprano la oposición en masa, como manada de borregos, por su negativa a la protesta oportuna, acudió a votar. Con la esperanza de reafirmarle al “tenientillo” su decisión de pararle, una vez más, el trote a sus pretensiones monárquicas. No previendo que con su participación estaba avalando la canallada cuchillada contra la Constitución Nacional y contra sus derechos ciudadanos, enterrando una vez más la esperanza de un pueblo de ser libre.

Las encuestas a boca de mesa arrojaban ventaja significativa del NÓ, pero al avanzar el día, merced a la labor diligente de los soldados de la revolución, la formidable capacidad de desplazamiento de la flota de vehículos del Estado, y el “culillo” de los reacios a sufragar, lograron reducir drásticamente la diferencia y se trastocó en ventaja al SÍ, lo que finalmente se refleja en el resultado que el CNE se está cuidando de completar, para que supere la barrera de los seis millones.

Ya la Asamblea Nacional está presta para dar a conocer la redacción final de los Artículos para permitir al “tenientillo” la posibilidades de erigirse en “monarca vitalicio”, y de seguir imponiendo a dedo a sus “lugartenientes” para los cargos subalternos, castrando las posibilidades de los jóvenes emergentes revolucionarios, en una farsa montada al mejor estilo del régimen castrista.

Una vez satisfecho su ego y afianzada su pretensión monárquica, no puede sentirse tranquilo sabiéndose ya el candidato indiscutible de su revolución para el próximo periodo constitucional, toda vez que los efectos devastadores de la situación económica y financiera internacional ya están presentes. El precio de la cesta petrolera no ha tocado fondo aun cuando el invierno está en pleno apogeo, lo que hace presagiar que el precio de la cesta utilizado para el presupuesto del 2009 está muy lejano. Afectado además por las estimaciones que hace la Agencia Internacional de Energía y otros organismos serios. El periodo de las vacas flacas está en sus inicios. Adicionalmente, el gobierno ha quedado en evidencia en cuanto a la producción petrolera nacional y los 3,6 millones de barriles vociferados a los cuatro vientos, parece que no llegan sino a 2,3 millones, que restándoles las “donaciones” a los países amigos y pago de los prestamos otorgados a PDVSA, dejan solo un 1,2 millones de barriles que realmente están contribuyendo al ingreso por éste concepto, y a un precio de 40$ en promedio para el 2009, producirán unos 17,5 millardos de dólares. Siendo que las importaciones del país pudiesen estar en unos 50 millardos de dólares, una deuda de 60 millardos de dólares, el panorama luce sombrío, y la pérdida de su imagen de líder y arrastre se verá seriamente comprometida.

No nos parezca extraño, que ante éste panorama cierto, recurra a una de sus “huidas hacia adelante”. Presente su renuncia a la presidencia y se haga un llamado a elecciones, y se presente como candidato único y sin “currutaco” alguno que se le oponga, para garantizarse unos seis años continuos y evadir un referendo revocatorio próximo, que pudiese resultarle adverso.

Parece descabellado, pero piensen ustedes si ante la desesperación tome una medida similar. Ya nos está preparando la agenda política para cuando pase el carnaval. Ya saldrá, si todavía no la ha hecho, rumbo a Cuba, a escuchar quizás, la última conseja directa y recibir la bendición postrera de su maltrecho mentor. Se han tomado todas las medidas para que permanezca instalada en el país una sala situacional cubana, conformada por sus peores consejeros cubanos, para instaurar, a troche y moche, su esquema de socialismo foráneo, como nos amenazó desde el balcón de Miraflores.

La sociedad civil, de profunda y demostrada vocación democrática, tiene ante sí un terrible problema que atacar. Por una parte, poner en su lugar a esa seudo-dirigencia partidista, que con agenda oculta coquetea con el “tenientillo”, perjudicando al pueblo. Demandar de los poderes “impúblicos” (Asamblea Nacional, CNE, Poder Moral, TSJ) su renuncia irrevocable, por su incapacidad, servilismo, negativa a cumplir y hacer cumplir las leyes. Restablecer el Estado de Derecho y de Justicia.

Para ello deberá recurrir a los mecanismos que le otorga la Constitución Nacional, con apego a las vías democráticas. Si no lo hace prontamente y con firmeza, se habrá perdido para siempre la República, y con ello, la libertad y la democracia. Eso no lo perdonarán las futuras generaciones.

En nuestras manos está la solución. No dejemos que otros la tomen.

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