miércoles, 18 de febrero de 2009

EDGAR JAIMES - PASÓ EL 15F-09: ¿QUÉ VENDRÁ AHORA?



Varias son las respuestas a esta pregunta. Por parte del oficialismo se intensificará la autocracia y el autoritarismo de un régimen que ha venido reproduciendo, sistemáticamente, una nueva forma de dominación que se sustenta en una de las cualidades más importante de cualquier sistema democrático como es el ejercicio del sufragio directo, secreto y universal por parte de los ciudadanos.

Ciertamente, Hugo Chávez (HC) y su cúpula “cívico-militar” se jactan de dirigir el gobierno más democrático del mundo porque en diez años en el poder han realizado nueve elecciones entre referendos consultivos, elecciones Presidenciales, de Gobernadores y Alcaldes, de Asamblea Nacional y Consejos Legislativos Regionales, incluyendo el plebiscito efectuado el 15F-09. No obstante, durante ese tiempo el gobierno “chavista” también se ha dedicado a practicar, de manera aberrante, el irrespeto, la intolerancia y el abuso de poder en contra de quienes disienten de sus políticas neo-fascistas, contrarias a los principios que deben prevalecer en una verdadera democracia.

Además, mientras HC continúe concentrando el ejercicio del poder del Estado en la figura del Presidente de La República y, simultáneamente, interfiriendo la autonomía y competencia de otros entes gubernamentales (poder Judicial, Electoral, Legislativo y Ciudadano); las repetidas elecciones que se han dado hasta ahora y las que vengan en el futuro, continuarán siendo un fraude o delito de Estado continuado, que a la larga deslegitimarán a su gobierno.

Es oportuno que HC y su banda “cívico-militar” valoren el consejo dado por el insigne intelectual portugués y Premio Nobel de Literatura, José Saramago, quien señaló que: “El poder tiene sus riesgos, ya que no es necesario un poder absoluto para gobernar. Ante la posibilidad de un gobierno largo, puede ocurrir que se constituya en una casta que pierda con el tiempo la comunicación con el pueblo.” En síntesis, en lugar de continuar esgrimiendo un lenguaje que apuntala la discordia y el enfrentamiento entre los venezolanos con la finalidad de sembrar el odio como estrategia socio-político, debería considerar, en su justa dimensión, la pertinencia de estas sabias palabras. 

En segundo lugar, los resultados obtenidos el 15F-09 deben llevar a los sectores opositores a un análisis socio-político profundo y realista toda vez que, si bien es cierto que se puso en evidencia un potencial electoral muy significativo por parte de dicha tendencia, también es claro que todavía hay un número significativo de venezolanos que ni avalan la gestión de gobierno de HC ni tienen confianza en el mensaje y las prácticas políticas de una oposición que sigue reproduciendo los vicios del pasado, entre los que destacan el burocratismo, el sectarismo y la carencia de un liderazgo con un mensaje que refleje no sólo una clara opción de éxito político-electoral sino que permita al pueblo prefigurar posibilidades reales de gestiones de gobierno que atiendan y resuelvan de manera eficaz , eficiente y oportuna los más sentidos problemas sociales, económicos, ambientales, entre otros, en procura de una calidad de vida adecuada para los venezolanos que más lo necesitan. 

Ya basta de líderes políticos reaccionarios que despotrican del socialismo y del comunismo como sistemas socio-políticos que representan la alternativa al sistema capitalista expresado en sus dos acepciones: el mercantil y el de Estado. El hecho de que el régimen de HC se autoproclame como socialismo del siglo XXI, con base en una revolución bolivariana, pero que en la práctica lo que muestre sea la propia esencia del capitalismo salvaje; no son razones para descalificar al socialismo verdadero toda vez que este sistema socio-político se fundamenta en una visión que es diametralmente opuesta al nacional-socialismo militarista que es el sistema político que propugna HC mediante su revolución de pacotilla.

Es pertinente que la oposición entienda, de una vez por todas, que el socialismo constituye la única opción para lograr una sociedad en paz y de iguales, cuyo objetivo principal es el de procurar el bienestar humano bajo una visión integral compartida de la vida como base para alcanzar el desarrollo social auto-sostenible, sustentado en concepciones pluralistas, éticas y morales, dialógicas y comunitarias, cuyo objetivo final sea la justicia, la equidad, la solidaridad y la libertad de la gente, independientemente de sus diferencias sociales, raciales, de género, aptitudes físico-motoras, creencia religiosa, acervo histórico-cultural, actitud político-ideológica o militancia partidista.

Para que el mensaje opositor pueda surtir un real efecto motivador en el sector abstencionista y en algunos que todavía apoyan a HC, es indispensable formular una propuesta de democracia socialista basada en la visión compartida antes referida, lo cual requeriría de un nuevo liderazgo que sea capaz de elaborar un proyecto socio-político que gire en torno al desarrollo de una nueva moral ciudadana cuya escala de valores no esté representada por el poder económico, militar y político-partidista, y que tenga como guía la generación y mantenimiento de una “riqueza social”. Sólo así será posible desmontar el discurso populista de HC y de la cuarta república, vigente aún en la quinta república. jaimes@ula.ve 

Dr. Edgar Jaimes, Prof. Titular Jubilado del NURR-ULA, Trujillo



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