Usted ya conoce que la encuestadoras "más serias" de este país hablan de un 51%de NI-NI y al menos un 15% de opositores. En otras palabras, al menos el 66% de los venezolanos rechazan a Chávez (34% de apoyo actual a 10 años de la Revolución).
Los resultados del domingo pueden variar entre el 2% al 8% (49%-51%; 48%-56%, etc.) para cualquier bando. Usted dice que en este caso el resultado final favorecerá a la opción del "SI".
MÁS ALLÁ de los resultados de este plebiscito, mi tesis es que Venezuela es ingobernable por cualquiera de los dos monstruos. Y que en el ámbito "político" la sociedad esta divida en dos. Y a tales efectos no importa quién sea mayoría ya que un 34% de apoyo a Chávez es suficiente como para que se mantenga la inestabilidad política y económica que afectaría al 66% de venezolanos que lo rechazan. Por otro lado, la escuálida diferencia de 8% no le es suficiente a Chávez para gobernar con estabilidad política y económica porque tendrá a la mayoría de los ciudadanos venezolanos disintiendo activa y pasivamente.
En respuesta a lo escrito arriba, yo mismo pudiera contra argumentar lo siguiente: Precisamente, Chávez es Maquiavélico y opera de acuerdo al Príncipe. Por lo tanto, a él le conviene la inestabilidad necesaria, capaz de generar focos de violencia para moverse como pez en el agua ya que es un militar entrenado para la violencia y para la guerra. De allí que al Chávez vender como conclusión de su discurso la tesis positivista-liberal (vale decir, Occidental y CAPITALISTA) del gendarme-necesario deba pues generar violencia controlada (algo así como la inflación controlada sugerida por Keynes en el "New Deal") e inducir o provocar a la oposición para que ponga de su parte al respecto.
Ante el argumento anterior Yo digo lo siguiente: Sí, es muy probable la veracidad de dicha tesis. Entonces dando por sentada la misma, simplemente afirmo que como toda estrategia, la de Chávez tiene una gran desventaja. En concreto la historia demuestra que todo régimen que se sustenta en la violencia como medio para mantener el poder y control es tan volátil como la inestabilidad política que produce. De manera que ese control y poder SIEMPRE penden de un hilo que en cualquier momento, en ocasiones inesperadas, se rompe.
Puedo recordar de memoria la rebelión exitosa de un pequeño pueblo en contra del mayor imperio que occidente haya conocido. Estoy hablando de los visigodos y del Imperio Romano. Éste último había basado su estrategia en la violencia y subyugación del pueblo "bárbaro". Hasta que la humillación colocó al extremo el sentido de supervivencia humana y el pueblo visigodo explotó. Aquí mismo en Venezuela tenemos el ejemplo reciente del golpe de estado del 11A de 2002. Horas antes del suceso, Chávez tenía el apoyo substancial de la colectividad (y reitero, lo sigue teniendo) y en fracciones de minutos quedó conmocionado en la Orchila al ser víctima de la violencia que él mismo había auspiciado.
Por todo lo anterior, la clave fundamental para avanzar y neutralizar la crisis estructural de nuestra sociedad versa sobre la creación e implementación de una ALTERNATIVA al puntofijismo y, sobretodo, al chavismo. Mientras no exista una ALTERNATIVA esos dos sectores (que repito, cada cual cuenta con su proyecto país) estarán luchando a muerte y eventualmente cada uno ganará y perderá batallas pero ambos sectores mantendrán el poder y control de nuestra sociedad. Lamentablemente, no existe tal ALTERNATIVA mencionada. Somos nosotros quienes tenemos la obligación de diseñarla y hacerla pública.
Una vez que tengamos la ALTERNATIVA, la táctica es básica si bien complicada; esto es, resistir y ser pacientes ya que el momento decisivo llegará. Dicho momento no es otro que el colapso de las dos fuerzas existentes que se producirá como resultado de la violencia que ellos provocaron y mantuvieron hasta ese entonces. Particularmente, cuando el hilo que mantiene a Chávez en el poder se rompa, ese hecho no agarrará de sorpresa a los que tengamos la ALTERNATIVA porque lo estábamos esperando.
Es ahí cuando la mayoría de los venezolanos (el equivalente al 66% que rechaza a Chávez en la actualidad) arropará el cambio tal y como ocurrió con la caída de Pérez Jiménez (al presentarse la ALTERNATIVA de la G. del 28) y como ocurrió en el 98 con Chávez (cuando presentó su ALTERNATIVA). Pero si cometemos el error de no tener alternativas cuando el colapso pronosticado tenga lugar, sencillamente, estaríamos abriendo la oportunidad para que la tesis del gendarme necesario predomine y por ende que alguno de los dos sectores (con especial tendencia al chavismo) se eternice en el poder.
Si en algo coincidimos es que, lamentablemente, la salida será violenta. Pero participar en esa violencia sería colocarnos del lado de alguno de los dos bandos. Por lo tanto, si bien la salida es violenta, nuestra forma de lucha no puede ser ni será (hablo en lo que a mí respecta) violenta. La violencia se la dejamos a los violentos. Ellos se van a pagar y nos dejaran el vuelto a nosotros. Pero reitero, dependerá de si tenemos o no la ALTERNATIVA.
Comencemos pues a trabajar en la ALTERNATIVA. Si no lo hacemos nosotros, ¿Quién? Y si no ahora ¿Cuándo?
Claudio J. Sandoval
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