viernes, 19 de junio de 2009
ABM - OTILIO GALÍNDEZ PILA Y PILA
Imposible dejar de mirar a la muchacha que pila y pila o no sentir la lámpara de medio peso, que ya no da lumbre a los pueblos que tienen impuesta la tristeza.
Primero fue su militancia en el frente de publicidad de la lucha armada, luego lanza su voz de rescate: ¡Caramba, mi amor, caramba! Si tú me lo hubieras dicho, nuestro tiempo sería distinto.
Un amor apartado de las viejas maneras. Entonces la timidez y la ingenuidad se hermanaron para insinuar una obra que tiene ‘en lo mucho que nos quisimos’, la fuente de la cercanía
Era un mayo. Y cuando se fue en el viento yaracuyano no se supo cual fue el árbol que la vio pasar. Desde entonces Otilio Galíndez (1935-2009) es un alma llena de penas y chispitas.
De allí su sentencia: hay que amar a todas las mujeres de la vida. Y este es un decir que se junta al viejo dolor que estaba en la soledad, el verso, la nota o el trago.
Desde fines de los 60 y por un buen tiempo compartimos oficina en la UCV. Ya no era asiduo al Orfeón Universitario y su oficio era de mecanógrafo que ejercía con el mismo perfeccionismo que buscaba en los versos para sus canciones. Es el repudio a lo fácil, a la tonalidad aprendida y repetida.
Por eso la nueva versión del villancico de navidad, el otro parrandón. A ese lugar llegó el tripón de la Negra Rebeca, el propio Amor Caramba, el Pueblo de Tristeza, Las Chispitas, Margarita.
Y al decir de Luis Mariano Rivera. Tu canción vivirá siempre / porque nace de tu adentro / y lo que endulza el amor / resiste la acción del tiempo.
Y agrega el cantautor de Canchunchú: Caramba, caramba Otilio / el espontáneo y creador / el que ilumina sus cantos / con la luz del corazón / el que teje melodías / siempre en tono menor / porque dice que ese tono / le causa más emoción / cuando canta a la tristeza / o cuando canta al amor.
Pero hay que decir además que Otilio es un rebelde que pone su mayor expresión en El Son de los No Descubiertos, que en la voz de César Liendo es un expediente contra 5 siglos de sometimiento.
Otilio asume así el compromiso de invocar la lucha, por la vía del llamado a enfrentar a quienes han empujado a los pueblos hacia la tristeza, por formar parte de la legión de los invasores que, sin embargo, no han podido asesinar el son de la libertad. Sancho, que alegría contar por siempre con un Otilio que pile y pile! abm333@gmail.com
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