sábado, 6 de junio de 2009
EDGAR JAIMES - PLAN II-GENERACIÓN DE RELEVO:
El Plan II es un Sub-programa de becas para la Formación de Personal de Relevo cuya finalidad es reponer el creciente número de profesores universitarios que egresan de la Universidad de Los Andes (ULA) por motivos de jubilación. En tal sentido, constituye una de las estrategias académicas más pertinente, eficiente y eficaz por parte de la Coordinación del Programa de Intercambio Científico (PIC), a cargo del Vicerrectorado Académico (VA) de la ULA, para dar continuidad a las actividades de docencia, investigación y extensión que, por más de veinticinco años, realizan los profesores antes de jubilarse.
Este plan fue propuesto y aprobado en el año 1986 y, en su primera etapa (1987-1997), dio resultados positivos para la ULA ya que logró la formación de 186 universitarios, de un total de 253 becarios que ingresaron al Plan II, de los cuales 184 ingresaron a la ULA como profesores universitarios en la categoría de Instructor. De este total (184), un gran número se desempeñan en la actualidad como coordinadores de grupos de investigación, coordinadores adjuntos a los programas de postgrado, jefes de departamentos, de centros o institutos de investigación. Además, 151 de ellos han sido acreditados en el Programa de Promoción del Investigador (PPI) y en el Programa de Estimulo a la Investigación (PEI), que adelantan el Observatorio Nacional de Ciencia Tecnología e Innovación (ONCTI) y el CDCHT-ULA, respectivamente.
Por otra parte, la mayoría de estos relevos tienen escalafones al nivel de profesores Agregados, Asociados y Titulares, demostrando estos resultados la estrecha relación que hay entre la puesta en marcha del Plan II y el incremento y mantenimiento de la planta de docentes e investigadores de la ULA. (INVESTIGACIÓN, Revista del CDCHT-ULA, Nº 18, Julio-Diciembre 2008, p 2-7).
No obstante, el Plan II fue abandonado durante diez años (1997-2007) al parecer por problemas presupuestarios y posiblemente por ineptitud de quienes tenían la responsabilidad de garantizar su continuidad.
Según algunos profesores que ejercieron funciones administrativas y de autoridad en la ULA, entre los que se destacan los que crearon y mantuvieron dicho plan en su primera etapa, señalan que los recursos que estaban destinados para asegurar la permanencia del mismo fueron desviados para otros fines que, en el mejor de los casos, han sido académicos, por ejemplo apoyar al Programa de Becarios Académicos de Postgrado (PBAP), cuya finalidad era enmascarar los graves problemas derivados del crecimiento acentuado de la jubilación del personal docente de la ULA durante los últimos doce años. En efecto, en 1996 había 559 profesores jubilados, de un total de 3083 (18,1%), mientras que en 2008 hubo 1692, de un total de 3646 (46,4%).
El Profesor David Díaz Miranda (2009, en Documento mimeografiado) explica que este incremento se debió a las siguientes causas: 1º) Aplicación de un nuevo régimen de prestaciones sociales por parte del gobierno nacional, el cual desmejoró los beneficios económicos del profesorado; 2º) No se tomaron previsiones atractivas para mantener en la nómina de ordinarios a profesores que, aún cumpliendo con los requisitos para su jubilación, se mantenían activos en la institución. 3º) No se aplicaron medidas para la sustitución de los cargos respectivos. De allí que, en opinión del Profesor Luis Ricardo Dávila, ex Coordinador del PIC todavía: “…no se ha formado la generación de relevo necesaria, (por el contrario) lo que tenemos es un potencial de jubilación que constituye más de la mitad de la planta profesoral y no tenemos presupuesto para reponerlo.” (INVESTIGACIÓN, Revista del CDCHT-ULA, Nº 18, Julio-Diciembre 2008, p 2-7).
A pesar de lo antes indicado, el Ciudadano Profesor José M. Andérez, Secretario de la ULA, a través del oficio Nº CU-0831, de fecha 27-04-09, notificó al Profesor David Díaz Miranda, Coordinador del PIC para la fecha, la decisión del Consejo Universitario (CU) de suspender la convocatoria que se estaba realizando para el Plan II – 2009, dado que el PBAP, adscrito al Consejo de Estudios de Postgrado (CEP), requiere para su ejecución durante el año 2009 la cantidad de Bs. (F) 2.160.184,00.
Ante tal amenaza, llamo la atención del Equipo Rectoral y del CU de la ULA para que no incurran de nuevo en una irregularidad administrativa toda vez que los recursos destinados para el Plan II, también denominado Programa de Formación de Generación de Relevo (PFGR), sean destinados para tal fin. Ciertamente, el PBAP nunca ha tenido presupuesto ordinario asignado por la ULA, por el contrario, el PFGR si los ha tenido, pero durante diez años fueron desviados para atender el PBAP, con la anuencia del máximo organismo de la ULA.
Invito a toda la comunidad universitaria a estar pendiente del informe solicitado por CU de la ULA al Vicerrectorado Administrativo en relación con esta materia para saber con propiedad cuál será el programa que debe continuar. La razón por la cual me inclino a favor del PFGR es porque garantiza la restitución de una parte importante del personal docente y de investigación que se va estar jubilando en la ULA, en los próximos veinticinco años, prospección académica que jamás será visualizada y menos alcanzada por el PBAP.
Además, el relanzamiento del Plan II-PFGR vendría a corregir un vicio administrativo continuado y cometido ex-profeso por las gestiones universitarias que ejercieron el Gobierno (Equipos Rectorales, incluyendo a los Decanos) y el Co-Gobierno (Consejos Universitarios) de la ULA, durante los periodos 1996-2000; 2000-2004 y 2004-2008. jaimes@ula.ve
Dr. Edgar Jaimes, Prof. Titular Jubilado del NURR-ULA, Trujillo
Este plan fue propuesto y aprobado en el año 1986 y, en su primera etapa (1987-1997), dio resultados positivos para la ULA ya que logró la formación de 186 universitarios, de un total de 253 becarios que ingresaron al Plan II, de los cuales 184 ingresaron a la ULA como profesores universitarios en la categoría de Instructor. De este total (184), un gran número se desempeñan en la actualidad como coordinadores de grupos de investigación, coordinadores adjuntos a los programas de postgrado, jefes de departamentos, de centros o institutos de investigación. Además, 151 de ellos han sido acreditados en el Programa de Promoción del Investigador (PPI) y en el Programa de Estimulo a la Investigación (PEI), que adelantan el Observatorio Nacional de Ciencia Tecnología e Innovación (ONCTI) y el CDCHT-ULA, respectivamente.
Por otra parte, la mayoría de estos relevos tienen escalafones al nivel de profesores Agregados, Asociados y Titulares, demostrando estos resultados la estrecha relación que hay entre la puesta en marcha del Plan II y el incremento y mantenimiento de la planta de docentes e investigadores de la ULA. (INVESTIGACIÓN, Revista del CDCHT-ULA, Nº 18, Julio-Diciembre 2008, p 2-7).
No obstante, el Plan II fue abandonado durante diez años (1997-2007) al parecer por problemas presupuestarios y posiblemente por ineptitud de quienes tenían la responsabilidad de garantizar su continuidad.
Según algunos profesores que ejercieron funciones administrativas y de autoridad en la ULA, entre los que se destacan los que crearon y mantuvieron dicho plan en su primera etapa, señalan que los recursos que estaban destinados para asegurar la permanencia del mismo fueron desviados para otros fines que, en el mejor de los casos, han sido académicos, por ejemplo apoyar al Programa de Becarios Académicos de Postgrado (PBAP), cuya finalidad era enmascarar los graves problemas derivados del crecimiento acentuado de la jubilación del personal docente de la ULA durante los últimos doce años. En efecto, en 1996 había 559 profesores jubilados, de un total de 3083 (18,1%), mientras que en 2008 hubo 1692, de un total de 3646 (46,4%).
El Profesor David Díaz Miranda (2009, en Documento mimeografiado) explica que este incremento se debió a las siguientes causas: 1º) Aplicación de un nuevo régimen de prestaciones sociales por parte del gobierno nacional, el cual desmejoró los beneficios económicos del profesorado; 2º) No se tomaron previsiones atractivas para mantener en la nómina de ordinarios a profesores que, aún cumpliendo con los requisitos para su jubilación, se mantenían activos en la institución. 3º) No se aplicaron medidas para la sustitución de los cargos respectivos. De allí que, en opinión del Profesor Luis Ricardo Dávila, ex Coordinador del PIC todavía: “…no se ha formado la generación de relevo necesaria, (por el contrario) lo que tenemos es un potencial de jubilación que constituye más de la mitad de la planta profesoral y no tenemos presupuesto para reponerlo.” (INVESTIGACIÓN, Revista del CDCHT-ULA, Nº 18, Julio-Diciembre 2008, p 2-7).
A pesar de lo antes indicado, el Ciudadano Profesor José M. Andérez, Secretario de la ULA, a través del oficio Nº CU-0831, de fecha 27-04-09, notificó al Profesor David Díaz Miranda, Coordinador del PIC para la fecha, la decisión del Consejo Universitario (CU) de suspender la convocatoria que se estaba realizando para el Plan II – 2009, dado que el PBAP, adscrito al Consejo de Estudios de Postgrado (CEP), requiere para su ejecución durante el año 2009 la cantidad de Bs. (F) 2.160.184,00.
Ante tal amenaza, llamo la atención del Equipo Rectoral y del CU de la ULA para que no incurran de nuevo en una irregularidad administrativa toda vez que los recursos destinados para el Plan II, también denominado Programa de Formación de Generación de Relevo (PFGR), sean destinados para tal fin. Ciertamente, el PBAP nunca ha tenido presupuesto ordinario asignado por la ULA, por el contrario, el PFGR si los ha tenido, pero durante diez años fueron desviados para atender el PBAP, con la anuencia del máximo organismo de la ULA.
Invito a toda la comunidad universitaria a estar pendiente del informe solicitado por CU de la ULA al Vicerrectorado Administrativo en relación con esta materia para saber con propiedad cuál será el programa que debe continuar. La razón por la cual me inclino a favor del PFGR es porque garantiza la restitución de una parte importante del personal docente y de investigación que se va estar jubilando en la ULA, en los próximos veinticinco años, prospección académica que jamás será visualizada y menos alcanzada por el PBAP.
Además, el relanzamiento del Plan II-PFGR vendría a corregir un vicio administrativo continuado y cometido ex-profeso por las gestiones universitarias que ejercieron el Gobierno (Equipos Rectorales, incluyendo a los Decanos) y el Co-Gobierno (Consejos Universitarios) de la ULA, durante los periodos 1996-2000; 2000-2004 y 2004-2008. jaimes@ula.ve
Dr. Edgar Jaimes, Prof. Titular Jubilado del NURR-ULA, Trujillo
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