domingo, 26 de septiembre de 2010

ABM - CARTA ELECTORAL A DIOS




Mi muy querido y respetado Diosito Santo. Estando como estamos en la chiquita, no me queda sino que escribirte.

Te he mandado muchísimas plegarias en estos días para que me hagas unas segundas.

En un comienzo no me pasaba por la mente llevarte un poco de chismes sobre la cuestión electoral que aturde hoy a este ex país.

Pero ocurre, queridísimo Dios, que el Cardenal Urosa Savino nos dio luz verde para hablarte de nuestro rollo electorero, al declarar que tu estás metido hasta el cuello en el asunto.

¡Quién iba a creer que te metiera en semejante enredo!

Y todo se destapó cuando el Cardenal enfrenta las acusaciones según las cuales el clima de fraude-trampa-Smarmatic reinante ni siquiera garantiza el secreto del voto.

Fue en ese momento cuando el Cardenal pronunció su divina revelación: “El voto es secreto, sólo Dios sabrá por quién votaremos. Por tanto, no hay razón para el temor ante amenazas indebidas. El voto libre y en conciencia es un derecho y al mismo tiempo una obligación cívica y también cristiana”.

Desde ese momento sabemos que tú eres la garantía de la pureza, honestidad y limpieza del CNE.

Para ti el voto aquí es libre, secreto y confiable. Y también sus resultados. No es verdad que haya una maquinaria dispuesta para violar la voluntad del votante.

Por ello, agrega US, ‘hay que dejar el miedo y asumir el compromiso de votar’. Y quien no lo haga contribuirá al fortalecimiento del socialismo del siglo XXI y de unos cuantos más.

Ahora, Papa Dios, te confieso que tengo muchas preguntas. ¿De dónde sacaste tú lo que le dijiste al Cardenal? ¿Puede haber algún tipo de secreto en una sociedad tomada por el miedo, la angustia y la desesperación?

¿Tú no viste acaso lo que le hicimos a Franklin Brito? Lo dejamos solo ante los asesinos, porque teníamos y tenemos miedo y en nuestra cobardía, cada uno es una entidad que nada tiene que ver con el otro.

Somos una suma de individuos, no una sociedad que mantiene en alto los valores propios de la cooperación, la solidaridad y el acercamiento humano-espiritual.

¿De dónde sacas entonces que un régimen autoritario, totalitario y que avanza en la llamada ‘dictadura perfecta’ –legal-constitucional, gracias al apoyo de los convalidadores- puede hacer las limpias elecciones que corresponden a las democracias?

Tu propio vocero ha dicho que es tan grave la situación que vamos en camino hacia el comunismo. Y ahora tú le dices que aquí hay elecciones limpias porque tú las garantizas.

¿Entonces dónde estabas tu cuando el fraude del 15Ag.-04? ¿Por qué permitiste que la gran abstención-protesta de más de 80% del 04D-05, contra ese asalto, fuera burlada por los partidos políticos, que de inmediato montaron su maquinaria para las elecciones presidenciales del 03D-06?

Después de la nueva derrota de las oposiciones, creció la dimensión de Venecuba.

Quedó claro que aquí no se podía ni siquiera pensar en elecciones limpias porque es como creer que las pudieran hacer los hermanos Castro.

Por eso hoy queda más que claro que los tales comicios son un medio fraudulento para garantizar el barniz de democracia que reclama esta revolución pacífica que tiene en el voto un fusil que dispara repetidamente contra la voluntad del colectivo.

Es más, independientemente del CNE, ya las tales elecciones son manejadas por los polos del poder que en nuestro caso se refieren a las dos expresiones de la cuarta república.

Dos minorías contra una mayoría que tiene conciencia de que la superación de la tragedia de esta ex-república pasa por la liquidación de los frentes de la destrucción.

La gran mayoría, que incluye a muchos de los atrapados por esos ‘polos’, aunque se le llame ni-ni o antipolítica, es la fuerza llamada a trazar las grandes coordenadas del país que tendrá que ser.

De esto tú tienes que estar consciente. Y si es así, ¿porqué le dices al Cardenal que aquí hay elecciones limpias cuando en realidad en ese campo todo es pudre -electoral?

Tú sabes perfectamente que la tal ‘unidad’ y el régimen-PSUV son la misma cuarta república que luchan por mantener o rescatar cuotas de poder para sobrevivir.

¿Cómo permites tú que se patee a la mayoría para que siga el privilegio de los negociantes del mando-poder?

¿Cómo es posible Papa Dios que te pongas al lado de la minoría que se esconde en la consigna “Somos Mayoría” y que se dedica a aplastar a quien atente contra la polarización de los dueños del mando-poder?

Finalmente Papa Dios, dime si te vas a restear con el colectivo o si vas a seguir en ese plano de la confusión para ver dónde y como te acomodas para que tu iglesia de aquí no tenga mayores problemas.

Dime en que andas porque preocupa que haya tanta gente creyendo en ti y que sigas metiendo la pata.

Con toda humildad, te lo pedimos Señor! abm333@gmail.com

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