Dejaste morir a Franklin. No puedes eludir tu responsabilidad. Era una muerte anunciada. Demostraste que no te importa la vida humana. Le diste más motivos a Izarra para que siga riendo. Entiende que la historia no te perdonará. Nada te costaba ordenar que a Brito le reconocieran sus derechos sobre la tierra que trabajaba. Sencillamente no quisiste que se hiciera justicia. Para ti la propiedad privada no vale nada.
En otros casos le dejaste el trabajo sucio a tus hordas camisas rojas o a la Guardia Nacional. Maritza Ron fue asesinada por tus fanáticos molestos porque ella protestaba en la Plaza de Altamira ante el fraude del referendo revocatorio. A Evangelina Carrizo la asesinó un oficial de la Guardia también porque intentó ejercer el derecho constitucional de la protesta. José Manuel Vilas se atrevió a manifestar y lo asesinaron unos motorizados ante la mirada complaciente de la Guardia. Al parecer a Juan Carlos Sánchez lo asesinaron estando detenido.
Los 19 ciudadanos masacrados el 11 de abril cayeron porque tu permitiste que grupos armados estuvieran ocupando la Zona de Seguridad de Miraflores; porque tú no ordenaste que interceptaran la marcha pacífica de la oposición antes de que llegara a las inmediaciones de Puente Llaguno y porque tú no anunciaste que la Directiva de PDVSA había renunciado, lo cual hubiese desinflado la marcha a Miraflores a solicitarte la renuncia.
Miles de venezolanos mueren anualmente porque tú permites que los malandros se armen, ya que los consideras aliados. Tú eres el culpable de la violencia cuando ordenas operaciones “demolición” y cuando arengas a tus fanáticos a “volver polvo a los escuálidos” o cuando calificas de apátridas a quienes te adversamos. Tú has amenazado con llevarnos a una guerra con Colombia, pero te arrepentiste cuando percibiste que no tendrías apoyo. Tú sabes retroceder cuando tienes un adversario fuerte como lo hiciste el 4F y cuando pediste perdón el 13 de abril. Con Brito no retrocediste. Para ti no valía la pena, al fin y al cabo era un pobre viejo sin seguidores. Te equivocaste, la muerte de Brito te costará cara políticamente. Como dice el Génesis: “¿Qué has hecho? La voz de la sangre de tu hermano clama desde la tierra”.
¡No más prisioneros políticos, ni exiliados!
eddiearamirez@hotmail.com
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