domingo, 31 de mayo de 2015

ECONOMÍA POLÍTICA DEL CHAVISMO


ECONOMÍA POLÍTICA DEL CHAVISMO
Miguel Aponte

Creer que la economía determina todo o que desde ella se articula el resto de la institución de la sociedad es un grave prejuicio que se encuentra en la base del pensamiento tanto marxista como liberal y que con el tiempo ha minado ambas perspectivas hasta su degradación.  Se trata de que por ese camino disuelven la política y terminan despreciando la democracia y perdiendo la libertad. ¿Cómo explicar el problema y sus derivados y cómo se expresa entre nosotros?

Vamos con el marxismo: siempre han creído que la “base económica” es la infraestructura de la cual deriva “necesariamente” la superestructura social, esto es, la política, la cultura, el imaginario social e incluso la libertad -que sería automática-. Positivismo puro. Y, ¿para qué sirve la democracia como régimen, como modo de ser del individuo y la sociedad? Respuesta: para nada. Ella queda disuelta en las “relaciones sociales de producción”, punto. Es un derivado. Así a partir de teorías económicas absurdas como la “ley del valor-trabajo” y otras, como la “caída en la tasa de ganancias”, pretenden que el camino del capitalismo al socialismo y de éste al comunismo, “está asegurado” y, peor aún, que es “necesariamente” bueno. Se trata de su versión de la “línea de progreso”. No estamos aquí en el mundo exclusivo de la teoría, sino que el asunto tiene una cruda vigencia práctica y muy actual, ¡pues estos señores están gobernando!

Así, absurdo tras absurdo y fracaso tras fracaso, han dejado de pensar el asunto quedándose con una sola consigna: lo privado es malo, lo colectivo es bueno. Así han descendido hasta la seudoreligión, el fanatismo, el caudillismo más palurdo y, con todo, a la esclavitud mental y social. Por eso, para ellos, todo es consigna y simplificación. Imposible sacar nada útil de estas cabezas. Vea si no, todo lo que proponen en materia económica para Venezuela después de 16 años de corrupción y despilfarro; cuando parece que salen de la excusa de la “guerra económica”, que ni ellos, en verdad, se creen, ¿qué proponen?

Desde la más absurda “dolarización”[1], argumentada con las peores razones y para alcanzar metas igualmente descocadas, hasta la más idealista y risible “bolivarización”[2]. Han perdido todo contacto con la realidad. Todo sustentado en ilusiones de una riqueza que no entienden y que jamás, si fuera cierta, sabrían manejar. Un total despropósito. Y note que no hablamos de la burocracia mediocre atrapada en su propia trampa, sino de las “mentes pensantes” de la revolución. ¿Qué esperar entonces para el resto? El chavismo no entiende sus propias contradicciones teóricas e ideológicas y no supera las ideologías del resentimiento social. Es religión degradada. Consignas vacías hundidas en un rotundo fracaso. ¿No cree? Revise Aporrea. Se sorprenderá.


Miguel Aponte
31 de mayo del 2015

No hay comentarios: