Nadie
puede decir que la sociedad civil opositora venezolana no ha seguido a Henrique
Capriles hasta su última propuesta. Salió a la calle en todo el país el 15A
marchando hacia los CNE
estadales, enfrentando la violencia del gobierno a las marchas pacificas.
Se
quedo tranquila cuando se le desmovilizó el 17A cuando todos exigíamos marchar
al CNE en Caracas
para solicitar lo que tiene derecho en justicia cualquier venezolano: a ser
oído en su petición a los organismos públicos, como dice la Constitución. Sin
lugar a dudas ese fue el momento cumbre de Henrique Capriles. Pero todo el
mundo respetó su decisión de cancelar esa marcha que hubiera sido más gloriosa
que la del 11A, aunque eso tal vez constituyera el error político más grande
cometido en esta gesta para recuperar la democracia.
Aunque
se demande la nulidad de las elecciones del 14A, como ya se hizo para las del
7-O, lo correcto sería solicitar esa nulidad exigiendo también un juez
imparcial. Realizar un nuevo proceso electoral, conservando las mismas
condiciones con las que fuimos al 14A sería el paraíso del gobierno. Sería como
solicitar un nuevo juicio con el mismo CNE
que te robó el anterior y al que recusaste por ladrón.
Yo
no soy especialista en Derecho pero estoy seguro que los abogados que se están
haciendo cargo de esta nueva solicitud de nulidad deberán estar tomando en
cuenta ese pequeñísimo detalle, no vaya a ser que el gobierno les acepte la
nulidad y repitamos la farsa eleccionaria del 14 de Abril.
Pero
apartando los detalles del cierre de Henrique a la negativa del CNE
de aceptar las condiciones para la auditoría del proceso electoral, la gente se
quedó esperando un mensaje para ellos durante ese programa especial de
Globovisión, más allá de ir a marchar el 1ro. de Mayo -cosa que siempre
hacemos-, y proceder con la demanda de nulidad del proceso electoral, acción
ineludible ante un proceso a todas luces ilegítimo.
¿Y
entonces? ¿Cuál era el mensaje para encauzar las energías de más de 7 millones
de venezolanos arrechos porque nos robaron las elecciones? ¿Ese era todo el
mensaje del Comando Simón Bolívar, en cabeza de su principal vocero el
candidato Henrique Capriles? Y no estoy hablando de salir a incendiar el país o
poner la mitad de la población en contra de la otra. Simplemente que nos dijera
como habían pensado las acciones No Violentas que se llevarían a cabo hasta que
este gobierno accediera a contar nuestros votos. Lamentablemente no tenían nada
pensado.
¿Nadie
en el CSB
se había paseado al menos con una semana de anticipación que este CNE
malandro no aceptaría que se le auditara? ¿A nadie allí se le ocurrió que
debían realizarse escenarios de actuación para el minuto siguiente en que se
nos anunciara que no harían nada, como en efecto sucedió? Esto da que pensar y
creo que mucho de lo bueno que ha sucedido tiene que ver con esa actitud dura y
positiva del candidato, pero que requiere del soporte vital de quienes le
rodean. Al parecer Henrique ha tenido que hacer solo todo el trabajo, cargando igualmente
solo con los errores.
¿Qué
nos queda entonces a nosotros, la llamada sociedad civil, dolientes reales de
esos votos robados? ¿Qué puede hacer el pueblo soberano ante un Estado
delincuente que roba una elección impunemente y solo nos deja la posibilidad de
quejarnos ante las taquillas de un TSJ igualmente ladrón y vendido?
La
crisis ha alcanzado tal nivel que Venezuela, país dividido, no puede avanzar
con propuestas excluyentes, ancladas en el pasado. ¿Qué hacer y cómo hacer para
que los ciudadanos tengan confianza en un modelo de país, sus instituciones y
sus dirigentes?
¿Qué debemos hacer ya? Generar un gran debate nacional para acordar, con
inclusión de todos los sectores, este proyecto país y determinar vías
factibles, democráticas y constitucionales para lograrlo.
Pues
si la solución no les sale a la gente que está adentro con Henrique, tendrá que
salir de afuera. Existe una manera de canalizar esta arrechera más allá de
darle a una cacerola y resulta que nos la da la misma Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela: Los Artículos 347 y 348 Constitucionales (1).
Léase
bien el último párrafo del Artículo 348: Solamente el 15% de los electores y
electoras inscritos en el Registro Electoral pueden cambiar este estado de
cosas. Esto es, de acuerdo a este CNE
en la última elección estaban inscritos para votar 18.802.248 electores. Esto
es, con 2.820.338 electores podemos convocar a una Asamblea Nacional
Constituyente.
Si
consideramos que Capriles obtuvo, de acuerdo a este CNE,
7.298.491 votos el 14A, con menos del 39% de los votos que sacó Henrique
removemos de los poderes a estos delincuentes. De hecho podemos afirmar que
tenemos los votos para convocar tres veces esa Constituyente. Para poder
ejecutar el proyecto de país que todos queremos y que nos conduzca a la
reconciliación y a la reconstrucción nacional, se requiere transformar el
Estado y es necesario entonces convocar una Asamblea Nacional Constituyente,
por iniciativa popular. Razones tenemos para hacerlo: 1) lograr la
reconciliación nacional (NO IMPUNIDAD); 2) garantizar la reconstrucción de
Venezuela; 3) el pueblo participa proactivamente en el diseño del sistema
social que queremos y en el cual todos cabemos; 4) crear un nuevo ordenamiento
jurídico que permita transformar y modernizar al país, en paz; 5) sacudirnos de
inmediato la invasión castro-comunista.
Ya
existe un estudio a fondo del problema constitucional venezolano y
afortunadamente ha sido ya planteado a algunos sectores del al país. Hace pocos
meses asistí a una conferencia privada donde los autores de la Malicia Andina,
el Movimiento Independiente Democrático del Táchira-MID Táchira propusieron a
un grupo de personalidades este curso de acción, con un proyecto país, para una
Venezuela reconciliada, democrática, desarrollada y moderna ya consolidado, que
incluía las bases legales y comiciales para una convocatoria Constituyente. Este
grupo ha tratado de plantear este curso de acción al CSB,
todavía sin éxito.
Aun
faltaban por pasar muchas de las cosas que han pasado, incluyendo este robo en
descampado de las elecciones del 14A. Debo confesar que no me pareció en esa
ocasión el momento oportuno para plantear una Constituyente. Sin embargo, cada
cosa tiene su tiempo y oportunidad exactos. Para aquellos que deseen
profundizar en la naturaleza de este estudio pueden bajar la presentación
resumen desde la siguiente dirección: https://docs.google.com/file/d/0B6yI0gUROWzDU0tJRXpOeEVUTms/edit?usp=sharing
Henrique
Capriles tiene ahora la oportunidad de canalizar el descontento de la gente por
un Poder Constituido en rebeldía ante el Poder Originario de contar los votos
del pueblo. Puede encabezar una gran cruzada en toda Venezuela apoyado por
todas las clases sociales venezolanas promoviendo e impulsando el debate del
proyecto país para la nueva Venezuela por venir y sobre el proceso
constituyente por iniciativa popular por medio de bases comiciales
fundamentadas en la ética y la verdad.
El
MID Táchira tiene ambos proyectos para ejecutarlos. La MUD y el CSB
saben quiénes son ellos porque a través de su trabajo de la Malicia Andina,
Henrique pudo sacar en el Táchira el 70% de los votos a través del cuido de la
secuencia del Artículo 441 del Reglamento Electoral en todos los centros del
Estado.
Podría
decirse que la gente temería a otra Lista de Tascón en la recogida de las
firmas. Creo que no es necesario que firmen más de los que ya estamos en todas
las listas. Tampoco es necesario que firmen los empleados públicos que votaron
por Henrique el 14A. Creo que en vuelta de pocos días recogeríamos todas las
firmas necesarias, canalizando así la arrechera del pueblo venezolano ante
estos atropellos fascistas de los cuales hemos sido víctimas todos los
venezolanos después del 14A.
Si
Henrique no asume este compromiso seguramente alguien lo tomará de inmediato
para presentarlo a los venezolanos, pasándole por arriba a las aspiraciones
politiqueras de algunos personajes que se niegan a ver morir un modelo político
anclado en el siglo pasado. La historia toca solo una vez a las puertas de los
elegidos. Queda de ellos saber si el momento les corresponde. Si Chávez pudo
cambiar la historia venezolana realizando una Constituyente en un país en
muchísimo mejor estado del que tenemos ahora, ¿por qué nosotros no podemos
reconstruirlo de la misma manera, antes de que lo terminen de destruir los
cubanos y socialistas del Siglo XXI?
Si
deseamos salir de este estado de cosas pacíficamente y con votos, debemos crear
las bases para eso, destituyendo los poderes constituidos. Es un completo contrasentido
asistir a otra elección con este CNE,
como ya se está anunciando, y los partidos avalando, acudiendo a unas
elecciones Municipales que desde ya son írritas porque se robaron una elección
Presidencial.
Si
Henrique Capriles comprendió que el curso de acción para derrotar este estado
de cosas es hablar con la verdad y de frente, no eludirá este compromiso de
convocar al Poder Originario. La hora de la Sociedad Civil ha llegado.
Lusi Manuel Aguana
Caracas, 27 de Abril de 2013
Blog: http://ticsddhh.blogspot.com/
Email: luismanuel.aguana@gmail.com
Twitter: @laguana
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