jueves, 12 de noviembre de 2009

ALBERTO JORDÁN HERNÁNDEZ - UN PRESO DE CONCIENCIA, NO DEL GOLPISTA PRESIDENTE






En el número 21 de sus testimonios violentos, Agustín Blanco Muñoz pone al habla al capitán del Ejército Otto Gebauer Morales, condenado por un nuevo delito: el de ver llorar al teniente coronel Hugo Chávez. El oficial preso en el Centro Nacional de Procesados Militares de Ramo Verde, expone en el libro que aquí presentamos, dos puntos que consideramos necesarios para la crisis que nos conmueve:

I) “un verdadero expediente de la institución armada”, reseña que en la ciudad militar, debe ser analizado.
II) Minuciosa biografía del 11 al 13 de Abril del 2002

Especialmente evidencia la vulneración de los derechos humanos, constitucionalmente tratados en Venezuela como ninguna otra Ley Suprema, sin dejar de incluir la corrupción, característica de este autoritario régimen.

Habla el Comandante es el primer libro escrito sobre el teniente coronel golpista del 4 de febrero de 1992. Se le debe al historiador nativo de esta Ciudad y es el número 12 de la citada colección. Lo comenzó a elaborar con la conversación que con él sostuvo el 28 de marzo de 1995, día que “marca el inicio de un intercambio que se extiende por más de tres años”. Entonces preguntaba Blanco Muñoz: ¿Un héroe para canalizar la desesperación de un pueblo?

El 24 de junio de 1998 realizó la última conversación para el libro; entonces afirmó el comandante:

“Nosotros estamos decididos a inventar un modelo humanista distinto al capitalista y al socialista”. También expresó aquí: “No hay piso…para un comunismo que yo creo que quedó atrás” (páginas 611 y 558, de la primera edición).
Cuando las encuestas le daban las mayores posibilidades de convertirse en el octavo presidente de la democracia venezolana, Blanco Muñoz se formulaba la interrogante:

¿…tendrá claridad el comandante Chávez para manejar la esperanza colectiva que se deposita en él?

“Chávez no tiene el más mínimo concepto del manejo del Estado –Habla Luís Valderrama, el capitán sublevado en Valencia el 4F, para el libro La Maisantera Chávez. Mas contundente agrega: “Y un hombre totalmente ignorante es una bestia en toda la extensión de la palabra. Por eso digo que peor que esto no lo habría hecho ni Bongo”.

-¿Quién es Bongo? –inquiere el autor

-… el perro rodwailer que tengo mi casa. El hubiera sido mejor presidente que Chávez. ¡Hacerlo peor que esto es imposible! Sencillamente imposible.


POR EL RESCATE DE NUESTRA FAN

Es el décimo quinto tomo de la citada colección, el séptimo relacionado con el PG (Presidente Golpista, como le señala el historiador. De seguidas puso al Habla a El Comandante Irreductible Jesús Urdaneta Hernández; a Herma Marksman, para Chávez me utilizó; al prenombrado Valderrama; a Yoel Acosta Chirinos del Proyecto al Proceso; a el que se fue, mensaje de Carlos Ortega; a El Preso de Opinión, político y de conciencia, general Francisco Usón Ramírez.

Después, “Escribir sobre Chávez se ha vuelto un lugar común”, según reseñaba Marisol Pradas en El Nacional, del 30/06/2006, al comentar dos libros sobre el PG.

“Más de 576 libros se han escrito sobre Chávez”, informó en Últimas Noticias del primero de mayo 2005, el historiador Ramón Castellanos.

Igualmente podría señalarse lugar común a los textos del 11 A, golpe o vacío de poder, tal lo calificó sentencia del Tribunal Supremo de Justicia, que el régimen hizo anular. Un ligero censo nos llevó a contar veintidós, en buena parte subsidiados por el régimen.

Entre los no oficialistas, figuran: Siete días que estremecieron a Venezuela, Crónica Gráfica de la crisis de abril de 2002, de la colección libros de El Nacional; Mi testimonio ante la historia, publicado en junio de 2004 por el Presidente auto juramentado para gobernar 28 horas, Pedro Carmona Estanga; Las Balas de Abril, producido por el periodista Francisco Olivares, para la Colección Actualidad Debates, en 2006; El Acertijo de Abril, escrito por Sandra La Fuente y Alfredo Meza, en el 2007.

De acuerdo con la cita periodística, y con referencia a la escasez del líquido vital, diremos de la mayoría de las obras dedicadas al GP, que terminan fastidiando de tanto repetirse, al igual que el cántaro (tapara en su léxico): tanto va al agua que termina rompiéndose.

En beneficio de la trivial expresión del lugar común, recurrimos al complemento de la nota en comentario: es también una oportunidad para acceder a un mercado global ansioso por entender lo que ocurre en Venezuela.

El 11 A Yo lo vi llorar habla el capitan Otto Gebauer, El hijo de Dalile, ofrece revelaciones, dignas de observación y de estudio, sobre la degradación de las Fuerzas Armadas. La formación académica iniciada aquí en Maracay, ha sido distorsionada y pretende eliminar, para convertirla en milicia, después de una larga y reconocida formación académica. Comenzó con la incorporación como componente, de las milicias y prácticamente suprimió al Ministerio de la Defensa, al anexarlo como una sección más de la vicepresidencia. Confía más en los efectivos de seguridad cubana.

El GP no ingresó por convicción a la institución, asevera en Habla el Comandante.

“Yo entro en el mundo militar que era totalmente desconocido para mí”, por otra vocación: “yo no entendía, pero me movía ese deseo, el estar ahí para llegar a ser posteriormente un pelotero”.

Que diferencia con OGM!:

“Siempre sentí inclinación por la carrera militar” –afirma con orgullo.

HISTORICA MOVILIZACION

Su desgracia comenzó en los comentados sucesos que se originaron a partir del 11 de abril del 2002, fecha en la cual, a decir de Blanco Muñoz surgió “el movimiento de calle de mayor fuerza y proyección que se haya visto en este ex­ país…que tiene un único y posible antecedente: el 14 de febrero de 1936”, que para Manuel Caballero debe ser declarado Día de la Democracia.

Recibió la orden de custodiar una persona detenida. “Jamás imaginé que el preso podía ser Chávez” Contacto con él tuvo en la mañana del 12 A:

“Sentado en la cama veía con atención la televisión. Estaba muy golpeado anímicamente, quebrado emocionalmente y con la cara hinchada, se veía que estaba sufriendo y parecía que en verdad le afectaba lo que veía. No era el Chávez que pega gritos...Me dijo que no me preocupara. De verdad me inspiraba mucha lástima. No era el mismo de cuando daba cadenas. En la cara se le notaba que estaba llorando, se le veían las lágrimas. Esa situación nos hacía velar más por su seguridad, por el respeto a su integridad y por su investidura. No era recomendable que vieran en esas condiciones a un teniente coronel”.

Posteriormente PG le manifiesta aprecio a los oficiales de esa custodia; les dio “muchas gracias por haberme protegido, por el trato que me dieron”. Atención especial tuvo para el capitán Gebauer Morales a quien le regaló las botas norteamericanas que usaba, con el argumento: “no me van a hacer falta porque no me voy a volver a poner el uniforme’. De haber devuelto esas botas, tal se lo pidieron, OGM con postgrado en Derecho Internacional Humanitario, el preso torturado, hubiera recobrado su libertad.

Pero ahora el PG lo considera autor de un delito: verlo llorar.

“Por eso estoy aquí (en la Cárcel de Ramo Verde). Vi a un Chávez llorando y que me diga a mi que es mentira. A ese respecto hay que señalar que las damas son más fuertes que nosotros en este país. Llorando como el propio cobarde, como el hombre que no quiere afrontar lo que le viene producto de la conducta demostrada''. Derramó lágrimas para que le dieran un avión que le llevara a Cuba”.

Por ello el 11 de diciembre de 2002 es dado de baja de la Fuerza Armada y a los siete días le dictaron orden de captura.

La justicia militar lo condenó a cumplir la pena de 12 años, 6 meses, 22 días y 12 horas de presidio por la presunta comisión de los delitos de insubordinación y privación ilegítima de libertad.

El 29 de ese mes, el hijo de doña Dalile se asiló y el 30 de mayo ee 2003 sale a Montevideo, donde comenzó un periplo que lo lleva a varios países.

En septiembre decide regresar y se dispone a buscar trabajo. En eso andaba el 10 de noviembre de 2004 cuando lo capturaron en una ferretería en San Agustín, cuyo dueño socio de un coronel de la Guardia Nacional, llamó a esta institución que lo entregó a la DIM. Allí es recibido a golpes por José Baldomero Peña Carrillo, el de la masacre de Kennedy y quien antes había sido condenado judicialmente por estafa.

Después de permanecer 4 años y 4 meses en la cárcel Militar de Ramo Verde, aguantando las humillaciones y maltratos no solo por parte de un sistema judicial, instrumento de represión del régimen, sino también los vejámenes, insultos y arbitrariedades de la cual son objeto los prisioneros, le permitieron hacer uso del régimen abierto de cumplimiento de pena. Tal beneficio que debió corresponderle desde hacía tiempo. Pernoctaba en el CTP a partir de las 9:00 pm. de lunes a jueves, pudiendo salir a trabajar todas las mañanas y el fin de semana podía quedarse en su casa.

A los dos meses, el fiscal militar, Jesús Rosales apeló extemporáneamente dicha medida y el mismo día el juez la revocó sin darle derecho a la defensa.

Alegaron que el capitán estuvo fuera del CTC más de las 48 horas permitidas, "y en efecto estuvo ausente cuatro días, pero contaba con un permiso extraordinario otorgado por la directora del recinto para ausentarse jueves y viernes, y tenía sábado y domingo libre por el permiso ordinario". Fue apresado en una operación tipo comando ejecutada por funcionarios de la DIM, en su domicilio el pasado 28 de mayo.

GENTE DE SU CALAÑA

“El Presidente renunciante es devuelto a Miraflores por los mismos que lo detienen”. Ahora manda preso ahora a quienes lo salvaron y los que trabajaron por su prisión, están a su lado.

Nos suministran una lista de algunos de los oficiales aludidos en primer término y allí les encontramos a unos ascendidos; otros jubilados sin acusaciones en contra; algunos que siguen activo en la Fuerza y, por supuesto, sin juicio; a quienes les facilitaron el asilo; unos ocho que siguen trabajando, igualmente sin juicios abiertos contra ellos; y otros mas “afortunados” que a petición propia pidieron no seguir activos en el Ejército y no fueron enjuiciado.

El capitán Gebauer Morales revela que “la mayor eventualidad que se presentó” cuando en la alcabala en la cual cumplía vigilancia con instrucciones de repeler intentos de ingreso a la Comandancia General del Ejercito en el Fuerte Tiuna. Fue cuando le ordenaron dejar pasar un vehículo en el cual iba un reconocido comandante, de gran actividad entre Maracay y Caracas, con definidos planes.

“Cuando yo analizo esta situación pienso que (Francisco) Arias Cárdenas se acerca a la comandancia y se presenta como opositor a Chávez, pensando que lo iban a nombrar en una alta posición, más cuando su pariente Romer Fuenmayor es quien dirige las supuestas acciones en contra de Chávez para obligarlo a que renuncie”

Y tu, Otto Gebauer Morales, recibe este reconocimiento de Mery sananes, primera en conocer este libro.:

“Fuiste testigo de excepción de la improvisación, la falta de coraje, el miedo y la huida de muchos que luego regresaron a acomodarse. Y te lo cobraron, Otto, te destrozaron tu vida y tu carrera, a la hora de cumplir las órdenes de unos superiores que no fueron capaces de dar la cara, ni de tomar las riendas de una situación que parecía más bien un montaje, dedicado a extirpar toda la disidencia y que tuvo un gran y único culpable en Otto Gebauer Morales. Quienes te dieron las órdenes están hoy en plena libertad” –

Emulando a Cástulo Gregorisch, poeta cubano con cuyos versos iniciamos esta intervención, terminamos preguntándonos: entre un reo de conciencia, y el que le pone tras las rejas, ¿cuál de los dos es el preso?

El de afuera omnipotente /piensa que es libre, el muy necio,/sin que pueda darse cuenta/ que de cruel doctrina es preso.

El de adentro, con sapiencia,/ pasando mil sufrimientos,/ sabe que mientras pensar pueda/ es tan libre como el viento.

Y no le quitamos la razón a la defensora del puesto, cuando niega la existencia de presos, porque prisionera es ella, puesto que:

Preso es aquel, él que piensa/ atado a un adoctrinamiento,/su controlada conciencia le impide/ que tenga un libre criterio.

Alberto Jordán Hernández,

Maracay, 30 de octubre de 2009



Palabras pronunciadas en el acto de presentación del libro de Agustín Blanco Muñoz: El 11A-02: yo lo vi llorar. Habla el Capitán Otto Gebauer Morales, el hijo de Dalile, el 30 de octubre del 2009, en Maracay.

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