Primero que todo debo aclarar que soy un ferviente defensor de la democracia, de sus instituciones, de los derechos humanos inalienables, de la alternancia presidencial continua, y sobre todo, del voto como instrumento pacífico para dirimir diferencias e ideas encontradas. Obviamente, valores y derechos secuestrados, manipulados y en vía de extinción en la Venezuela castro-chavista de hoy en día. De todos esos derechos, el más sagrado es el voto, ya que de allí se origina la soberanía popular como mandato inexorable del pueblo; para remover gobernantes, sustituir gobiernos, y transformar sociedades pacíficamente.
Los que siguen mis columnas semanalmente, saben muy bien que desde hace algún tiempo para acá, he venido pregonando una salida constitucional y cívico-militar amparados en varios artículos de la propia Carta Magna venezolana, como los son; el 333 y 350, entre otros. A medida que han pasado los meses, son más las personas que concuerdan con esta idea, y menos los ciudadanos que creen en el voto como instrumento catalizador de algún movimiento cívico que derroque al dictador. En una sociedad democrática, o con un movimiento opositor patriota, el voto serviría sin duda alguna como punta de lanza para desenmascarar al tirano; pero en la Venezuela de hoy en día, solo sirve para legitimar al ex militar golpista año tras año.
Ayer mismo el CNE en boca de su pusilánime presidenta, Tibisay Lucena, cambió de nuevo las reglas del juego, al anunciar la modificación de las circunscripciones electorales en las entidades del país con mayor cantidad de votantes. Es así como el patrón electoral del Zulia, Miranda, Táchira, Distrito Capital y Carabobo (estados opositores y con mayor densidad de población) quedaron modificados y a merced de los designios chavistas el día de las elecciones. Igualmente sufrieron modificaciones: Amazonas, Barinas y Lara. Seguramente para disimular el robo a mano armada que le hicieron a los opositores. En definitiva el patrón electoral fue modificado en un 66%. ¿Con qué finalidad lo hicieron? Sencillamente para obtener más diputados con menor cantidad de votos manipulando el patrón electoral.
Por ejemplo, San Félix y Puerto Ordaz permanecieron en una misma circunscripción, a pesar de que representan a 220 mil habitantes, mientras que Valencia, con la misma cantidad de población electoral, se dividió en dos bloques. Evidentemente magia matemática, numerologica y chavista del siglo XXI. Como en elecciones anteriores, la trampa no se hace de un día para otro, es continuada y sistemática. Necesitan tiempo para ir moviendo sus piezas, ir creando el manto legal y constitucional, además de comprar conciencias y voluntades a su antojo. Ahora las preguntas de las 10 mil lochas que siempre le hago a los defensores del voto de un tiempo para acá:
¿Por qué seguimos votando sin exigir condiciones igualitarias y la depuración del Registro Electoral Permanente? ¿Por qué permitimos que nos cambien las reglas del juego a cada rato? ¿Cuál es el afán de que nos hagan fraude y se burlen de la voluntad popular?
Parece ser que esas interrogantes no tienen respuesta por parte de la alta dirigencia opositora, y el ciudadano de a pie que todavía cree en el voto, sólo atina a decir que prefiere la trampa, a quedarse en su casa sentado mientras le roban el país. ¿Qué clase de lógica masoquista y desesperanzadora es está? ¿A qué punto de degradación moral hemos llegado? ¿Es qué acaso seguiremos esperando a que los dirigentes opositores que ya tienen asegurados sus curules en la Asamblea Nacional nos llamen a la calle?
Eso nunca pasará, les recuerdo que en Cuba también hay elecciones después de 50 años de dictadura castrista. La dirigencia opositora tiene su mesada chavista y su “status quo” seguirá protegido por el mismo régimen. Es una simbiosis necesaria para ambos bandos pero letal para la salud de la patria y el porvenir de nuestros hijos.
Cada día la represión dictatorial se hace más evidente. ¿Cómo es posible que el pueblo haya permitido la golpiza salvaje que le dieron a los estudiantes al salir del juego Caracas-Magallanes sin ni siquiera protestar? ¿Qué más prueba de dictadura quieren? ¿Seguiremos votando a ciegas? ¿Cómo es posible que el pueblo del interior se cale los cortes eléctricos mientras que en la capital están como si nada? ¿Dónde esta nuestra dignidad y nuestro gentilicio? ¿Qué diantres nos pasa? El voto en Venezuela ha sido secuestrado, no podemos seguir votando con la única finalidad de complacer nuestro ego democrático. Ahora la batalla debe ser en otros términos y con armas distinta.
La salida no es electoral, pero sí es Constitucional. El ex militar golpista le tiene pavor al pueblo en la calle. Utilicemos las armas que nos da la propia Constitución para derrocar al tirano. No podemos seguir participando en elecciones amañadas con el resultado ya cantado a priori, para legitimar al gorila mayor. En nuestras manos se encuentra el desenlace de esta pesadilla primitiva. Y a ti amigo votante: ¿Qué piensas hacer cuando te des cuenta que has sido engañado de nuevo por la maquinaria electoral opositora, y que la dictadura te ha robado de nuevo el voto? Tu voluntad debe ser respetada, no te prestes para la farsa. No permitas que te utilicen para fines partidistas, la patria es de todos y debe ser recuperada por todos en la calle antes de las elecciones ilegitimas del 26 de Septiembre. El desconocimiento del régimen es la única salida.
“Contra los canallas pueden emplearse las armas que usan ellos mismos”
Simón Bolívar
¡Patria, Democracia y Libertad!
Roberto Carlo Olivares
robertocarlo14@hotmail.com
20-01-10
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