martes, 22 de diciembre de 2015
EL OXÍMORON DE CHUO TORREALBA
EL OXÍMORON
DE CHUO TORREALBA
Y LA
DIRECTIVA DE LA AN.
Rafael Iribarren
Leer bien
el 6D.
La
directiva de la AN debe ser plural.
Chúo Torrealba, ante
una contabilidad que se hacía sobre las cantidades de diputados de cada partido
de la MUD, produjo un oxímoron; que los militantes partidistas electos a las AN
no eran diputados de sus partidos sino
de la Unidad. O sea que puestos en las
planchas unitarias y electos por su condición de militantes; en habiéndolo sido por la Unidad; ahora como diputados no
lo son de sus partidos sino de la MUD. Esto, que permite y pide, mucha reflexión; un oximorón, al
contener, sobre lo mismo, dos afirmaciones ciertas que se niegan entre sí;
viene al caso en relación a la cuestión sobre la integración de la Directiva de
la AN que se instalará el 5 enero próximo. Y que es el tema de las burocracias
partidstas.
El punto es que la
afirmación y el sentido del oxímoron de Torrealba son correcta y absolutamente
pertinentes. Todos los diputados de la MUD, todos, lo son de la Unidad y tienen
la misma representatividad. Y aun a
pesar de las militancias partidistas que los agrupa y separa; están en
la AN como diputados de la MUD; no de sus partidos. Solo los treinta a cuarenta
que salieron de las primarias, pueden reclamarse legítimos representantes de
sus electores. Los ochenta y tantos restantes, en su gran mayoría, no.
Sin hacer juicios de
valor; ni desconocer los méritos de muchos de ellos; pero llamando a las cosas
por su nombre; entraron a la AN camuflados, u, homéricamente, en el “Caballo de
Troya” de la Unidad; de la Tarjeta Única. Pues, ¿Cuántos de los actuales
diputados lo serían o habrían sido electos con las solas tarjetas de sus
partidos?
Tiene toda la razón
Chúo; aunque no haya sido más explícito.
La cantidad de diputados que cada
partido tiene, en la AN, a partir de la negociación y el reparto candidatural
unitarios; no es base para pretender ni reclamar ni más derechos ni prelaciones,
de ninguno sobre los demás. En el caso concreto, de la integración de la
directiva y de las presidencias de comisiones¸ el sectarismo y la prepotencia
tendrían que ser supeditados al criterio unitario. Porque, aparte de, como se sabía,
que las oposiciones ganaran la AN no sería, en tal caso, sino un paso; no un
cambio en sí mismo; que se practique la imposición y la manipulación sectarias
como estrategia para coger ventajas internas; y se reproduzcan las mismas prácticas chavistas sectarias; apunta a que la
nueva AN no llegue a ser demasiado diferente a la actual. A pesar de que la
correlación interna está invertida.
Todos los voceros de
las oposiciones de la MUD declararon,
antes y luego del 6D; que ganando la AN se
manejarían de forma opuesta y negada completamente al manejo que el chavismo
aplicó. Que sobre todo se respetaría la pluralidad; que al chavismo se le daría
el trato que corresponde a una parte parlamentaria importante; y cómo representación
que es de la voluntad de una buena parte de venezolanos.
Este, es exactamente
el primer momento, la primera circunstancia concreta, clave, en la que a las
oposiciones toca hacer bueno, sincero,
su discurso. El momento de la integración de la directiva de la AN. Pues, políticamente,
lo que ha de ser es que sea plural; que refleje la composición plural
parlamentaria. Concretamente; que de los tres directivos, uno sea del chavismo.
Nada justifica que no sea así. Como nada justificaba el sectarismo chavista. Y
este no es justificación de que se le
aplique a él.
Se dijo que para la
MUD no se trataba de sustituir un sectarismo por otro sectarismo. Se trata, de
ser consecuente con ese discurso. Nada justifica, ningún pretexto, lo
contrario. Como acertadamente ha dicho la CEV; “No es tiempo para diatriba ni para apresuradas
aprobaciones de leyes”. La
representatividad en la constitución de organismos y aprobaciones
parlamentarias, son condicionantes constitucionales; limitaciones a la mayoría
en materia de decisiones y actividades legislativas.
Una directiva plural,
en el caso, con participación chavista, obviamente, implicará limitaciones, y
hasta trabas, a la hora de garantizar iniciativas legislativas; pero es que de
eso se trata. Obviar el espíritu y la letra constitucional, por circunstancias
concretas, es, o sería, continuar en la perversión chavista llevada al extremo
por Diosdado Cabello.
Con toda la dimensión
y el alcance que tienen los resultados del 6D; su deriva político-institucional
concreta es limitada; específicamente ante el poder fáctico que concentra el
gobierno y la falta de autonomía de los poderes públicos. Que la AN sea
manejada de otra forma; con otro estilo y con otro sentido, de diálogo y
búsqueda de consenso; es lo que la gente espera, y en mucho, por lo que
masivamente votó antichavista.
El cansancio
antichavista de los venezolanos es también contra el abuso y el ventajismo;
contra el atropello a la disidencia. Asumir desde el inicio de la nueva AN, el
reconocimiento a la pluralidad en la integración de su directiva; a más de ser lo que ha de ser; abonará a
potenciar sus posibilidades de aportar a salir de la crisis nacional.
Se ha dicho que
Maduro y el gobierno deben saber leer el mensaje enviado por el país el 6D.
También la MUD y las oposiciones deben leerlo bien. La unidad, muy
concretamente ésta última electoral; es
un cauce para la suma de fuerzas y voluntades; y lo es eficientemente sobre
todo porque permite e implica permitir que la gente asuma una posición política independiente de
partidos y de partidismos.
Partidizar, como se
está haciendo, la integración de la directiva de la AN; a contrapelo del
sentido no partidista de las mayorías, y
hasta antipartido, legítimo por lo demás,
de muchos sectores que votaron
por la Unidad, es una estafa política; no tiene otro nombre. Tan igual a la que
hicieron Capriles, Aveledo y su comando de campaña en el 2012; cuando
convirtieron la candidatura, unitaria que era, en un proyecto personalista y
sectario. Ahora, igual, o peor.
Definitivamente no
están, la MUD y demás, sabiendo leer el mensaje. Peor. Los dos posibles
candidatos a la presidencia de la AN; “con más opción”; sin que está claro, por
qué ni cómo eso; si, según, no hay diputados de partido sino de la Unidad; son
precisamente, dos jefes partidistas, ciertamente; pero, precisamente los dos
dirigentes de oposición con más rechazo nacional.
Verdad es que la
intensa voluntad antichavista indujo a muchos a votar, en concreto por Ramos
Allup y Borges; pese a su expreso rechazo personal; y del general nacional,
medido, del que son objeto; porque encabezaban donde votaban. Un porcentaje muy
alto votó por la Unidad a pesar de hasta rechazar los candidatos; cual es el
caso.
Que ahora, esos
millones que, por las razones o sin razones que sea, fuera de la Unidad no
hubieran votado por ellos; lleguen a ver a alguno presidiendo la AN; lo menos que quiere decir es que,
realmente, no solo no están leyendo bien el 6D; sino que nada indica que lo
hagan en un futuro.
Caracas diciembre
2015.-
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