Durante las visitas realizadas hasta ahora como candidatos a la Asamblea Nacional postulados por el MOVPRO durante las cuales hemos expuesto nuestra propuesta de gestión parlamentaria y escuchado o compartido muchas de las sugerencias planteadas por diversas comunidades urbanas y rurales del estado Trujillo, hemos podido comprobar la desinformación y confusión que tienen muchas personas en relación con los términos que titulan este artículo, específicamente los referidos al socialismo, comunismo y autoritarismo.
Tal confusión es estimulada en parte por la desinformación de la gente en relación con el significado de estos términos, pero la causa principal ha sido el debate o confrontación, la mayoría de las veces sin bases teóricas y metodológicas, que han venido desarrollando los voceros del oficialismo, a través del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) y sus aliados, y por los líderes de la oposición nucleados en la Mesa de la Unidad Democrática (MUD). El propósito de esta reflexión es contribuir al despeje de las dudas surgidas en la gente. Para ello me apoyaré en algunos materiales que ya he publicado con anterioridad y expuesto por analistas de reconocida trayectoria como Domingo Maza Zabala, Luis Fuenmayor Toro y Ernesto Rodríguez, entre otros. Este análisis lo desarrollaré en tres secciones seguidas la cuales publicaré a partir de hoy.
No tengo duda en que la democracia es el sistema socio-político que garantiza la preeminencia de los derechos humanos, la ética pública y el pluralismo político. De hecho, cualquier diseño constitucional que se fundamente en estos y otros valores superiores como la libertad, la justicia, la igualdad, la solidaridad, la responsabilidad individual y colectiva, consagra la conformación de un Estado Federal descentralizado regido por los principios de integridad territorial, cooperación, concurrencia y corresponsabilidad en el que las comunidades y los gobiernos -nacional, regionales y locales- participan en la definición de las políticas públicas de la nación, estados, municipios y parroquias, respectivamente, al servicio de la sociedad.
El Socialismo es una etapa superior a la Democracia porque vuelve más eficaz la aplicación de los principios y valores antes referidos con el objetivo impulsar la transformación de las relaciones económicas que dan origen a las diferencias sociales que son características durante la etapa democrática. Por el contrario, en el Socialismo se preconiza la participación ciudadana con la finalidad de que todas las personas tenga las mismas oportunidades, como por ejemplo: que la educación y la salud de calidad llegue a todos los ciudadanos independientemente de los ingresos que tenga. De allí que, ser socialista o vivir en un sistema socialista es querer y poder conseguir un mundo con mayores cuotas de justicia, bienestar y riqueza social, o como lo ha planteado el Dr. Maza Zabala: “…el socialismo constituye en sí mismo un avance histórico, una etapa superior del capitalismo para impulsar un progreso acelerado de las fuerzas productivas y elevar sostenidamente el nivel y la calidad de vida de la población…”.
En la próxima sección analizaré lo relativo al capitalismo, la democracia capitalista y la democracia socialista.
Edgar Jaimes (*)
(*) Candidato a la Asamblea Nacional por la lista del MOVPRO, estado Trujillo.
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