viernes, 20 de agosto de 2010
EDGAR JAIMES / DEMOCRACIA, CAPITALISMO, SOCIALISMO, COMUNISMO Y AUTORITARISMO (PARTE II)
Capitalismo En un régimen capitalista, sea de Estado o de mercado, el resultado es la concentración del poder político y económico en pocas manos, generando una oligarquía y/o burguesía de Estado cuyo enorme poder es difícil de controlar con eficacia ya que la totalidad de los funcionarios que ejercen el poder constituido –ejecutivo, legislativo, judicial, electoral y ciudadano- son seleccionados por cúpulas políticas que reciben el apoyo financiero de esa oligarquía o directamente del Estado, con el propósito de marginar al pueblo de esos poderes.
De esta forma es como la estructura gubernamental al servicio de esas cúpulas político-económicas privilegia sus intereses y no los de la sociedad como un todo. Por otra parte, estas cúpulas controlan las fuentes principales de información como son la educación y la cultura, incluyendo sus canales de difusión - prensa escrita, radial y de TV-. Bajo esas condiciones es absolutamente imposible que la ciudadanía ejerza eficazmente sus derechos políticos o civiles.
Visto así, democracia y capitalismo son incompatibles porque este último es una manera no democrática de organizar la economía en términos de producción y distribución de la riqueza ya que ésta se convierte en patrimonio exclusivo de unos pocos, siendo la causa principal de la pobreza y la marginalidad social.
En consecuencia, el capitalismo siempre tenderá a incrementar las diferencias sociales, las cuales no han podido ser superadas a pesar de la intervención del Estado, que es el instrumento mediante el cual la democracia burguesa ha intentado cumplir las promesas de justicia social. En fin, el capitalismo de Estado y/o la economía de mercado han logrado opacar, por ahora, el establecimiento en Venezuela de una democracia con tendencia socialista, entorpeciendo el desarrollo que conduciría a un verdadero socialismo.
Democracia Socialista. Es la fase transicional en la cual se prefiguran o comienzan a expresarse los valores y principios del socialismo pero donde aún se mantienen las relaciones socio-económicas y políticas propias del capitalismo. Para construir un verdadero sistema socialista es imprescindible crear y mantener condiciones de creciente libertad durante el desarrollo y establecimiento de la etapa democrático-socialista porque es el único proceso capaz de conducir hacia la emancipación política y el desarrollo humano sostenible. Solo la democracia socialista puede sacar del atraso a un país como Venezuela, pero no con una burocracia capitalista, sea ésta de Estado o neo-liberal.
Construir el verdadero socialismo no lleva implícito la destrucción o ruina inexorable del capitalismo sino su transformación sistémica a través del trabajo-aprendizaje en equipo y la visión compartida de quienes integran la estructura y el tejido social. En otras palabras, el advenimiento del socialismo requiere de mayor democracia que cualquier otro modo de producción. Construir el socialismo en Venezuela implica la necesidad de amplificar la participación democrática de todos los sectores del país, incluyendo también a los que se oponen o rechazan el socialismo.
En síntesis, la democracia socialista, y por extensión el socialismo, no son compatibles con la hegemonía política burguesa neo-liberal o neo-burguesa burocrática o de Estado porque ambas son contrarias al progreso y cambio social. Una democracia socialista se sustenta no solo en leyes y en valores ético-morales sino también en el control popular a través de canales efectivos de regulación, la cual solo es eficaz, con poderes públicos independientes. La coacción no es válida para construir una democracia socialista, solo la persuasión y la convicción de las mayorías son las únicas herramientas para que Venezuela alcance un desarrollo humano integral y sustentable a mediano y largo plazo.
En la sección siguiente analizaré lo relativo al comunismo y el autoritarismo.
.Edgar Jaimes (*)
(*) Candidato a la Asamblea Nacional por la lista del MOVPRO, estado Trujillo.
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