lunes, 22 de febrero de 2010
ABM - ¿TODOS SOMOS FEDERICO ALBERTO RAVELL?
Sobre la sacada de Alberto Federico Ravell (AFR) de la Dirección de Globovisión (GV), hasta esta hora (martes 16/02/10) hay muchos comentarios, opiniones o boletines de prensa que dejan muchas dudas.
Lo primero fue el desmentido de la planta de que haya habido venta de acciones al gobierno, para llegar a acuerdos sobre el resguardo de otras posesiones. Porque “Globovisión ni se compra ni se vende”.
Posteriormente, el Presidente del canal ratificó que AFR deja la Dirección, sin perder su condición de accionista. Y reconoció que su salida se debió a diferencias que tuvo con él y que eso no significa un cambio en la línea editorial.
La única declaración de AFR, que se conoce a esta hora, se limita a señalar que no renunció, sino que le solicitaron la renuncia y que dará una rueda de prensa el jueves 18/02/10.
En general, el discurso manejado por el personal del canal tiene una constante: la solidaridad con AFR. Pero a la vez, no hay quien se haya opuesto a la decisión tomada por los principales accionistas.
A nadie le pasó por la mente (que sepamos) asumir una abierta defensa del afectado y decir: ‘Todos somos AFR y si renuncia él renunciamos todos’. Cada quien, táctica o estratégicamente, se cuadró con los propietarios del copito.
Y no es aventurado pensar que en poco tiempo AFR pase al olvido y la nueva gerencia tenga el respaldo general, como antes ocurrió con el destituido.
Esto nos lleva a tocar el tema de los medios como empresas de información y opinión, directamente conectadas con la ‘empresas políticas’.
Sin duda, la política practicada (que no decidida) por AFR estuvo unida al ‘programa de las oposiciones’. Entonces se entendió como deber o buen negocio contribuir a buscarle una salida electoral a la gran crisis de este ex-país.
Por ese camino, se comenzó a excluir voces que no militan ni con el oficialismo ni con ‘las oposiciones’. Frente al canal del pensamiento único del gobierno se ensayaba ahora el opuesto. La polarización hecha televisión.
Los partidos del electoralismo a lo largo del período parecen haberse sentido cómodos con ‘su canal’. Y ahora guardan absoluto silencio ante la destitución de AFR.
Seguramente aspiran seguir disfrutando de un pacto encaminado hacia la toma del mando-poder por la vía electoral, en el entendido de que se silenciará a todo aquel que discrepe de esa opinión.
En fechas recientes hemos observado que algunos analistas, observadores y comentaristas comienzan a aceptar lo que decimos desde el 2003, que éste es un régimen que actúa en pro de la destrucción y que ha unido nuestro destino a la llamada revolución cubana, para convertirnos en una nueva realidad geopolítico-histórica: VENECUBA.
Pero de nada vale percibir esto, si se actúa con los mismos esquemas del pasado y no con la política que reclaman las actuales condiciones.
Por ello preguntamos: ¿ persistirá la planta en la línea de convertirse en la réplica del pensamiento único o, por el contrario, se decidirá a ser un centro con capacidad para debatir sobre las diferentes ideas y posiciones políticas, ideológicas e históricas que permitan a la audiencia sacar cuentas y formarse una opinión propia?
Una empresa de información y opinión con sentido democrático, no tiene razones para excluir posiciones y autocensurar. ¿Es eso lo que se quiere corregir con una nueva gerencia? ¿Se intentó con AFR? ¿Fue esta la razón de las diferencias con el Presidente?
¿Habrá que admitir que los dueños principales de GV cuentan con el apoyo de todo el personal y que la planta ahora será otra cosa movida por la misma gente que actuó bajo la dirección de AFR?
Lo que hoy está definitivamente establecido es que nadie en este ex-país (que sepamos) ha promovido la identidad solidaria que estaría contenida en la consigna: ¡TODOS SOMOS RAVELL! abm333@gmail.com
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