sábado, 27 de febrero de 2010
EDGAR JAIMES - SOCIALISMO DEL SIGLO XXI: ¿UTOPÍA O FRAUDE?
En un artículo anterior (La Revolución NECESARIA: una visión más allá del Socialismo), escribí que: “…es falaz atribuirle al socialismo el colapso económico de una nación porque como modelo de organización social jamás ha existido, ni existe; me estoy refiriendo al verdadero socialismo que sigue siendo una visión liberadora de la sociedad como un todo, aún por realizarse, y no una realidad concreta como el capitalismo.” A raíz de este comentario varias personas me han formulado la siguiente interrogante: ¿Qué es entonces el socialismo que propugna Chávez: una utopía o un fraude?
Utopía no es, ya que como visión liberadora de la sociedad está muy lejos de prefigurar el verdadero Socialismo, sistema en el cual la gente y las instituciones que lo estructuran están guiadas principalmente por la razón y la ética. En la Venezuela del 2010 la visión dominante es la de un régimen militarista que acentúa cada vez más tendencias negativas en el seno de la sociedad, reproduciendo las cualidades de un régimen socio-político donde lo característico es la opresión, la tiranía y la desesperanza más absolutas, es decir: la consolidación de una autocracia de corte Neo-Fascista.
En todo caso es un fraude, porque Hugo Chávez (HC) de la nada crea ilusiones ópticas de un bienestar social a plenitud que está a la vuelta de la esquina y que él es el único ser en Venezuela con capacidad y liderazgo para lograrlo, donde el único análisis crítico y visión verdadera son los que él expresa. Lo trágico de esta fantasía es que muchos compatriotas así lo perciben. Lo afortunado de todo esto es que la mayoría del pueblo venezolano lo que visualiza es un fraude que, de persistir, lo conducirá a una tragedia humana de proporciones incalculables.
¿Por qué digo esto?: I.) En once años de gobierno HC no ha logrado afectar en lo más mínimo la hegemonía ideológica del capitalismo; II.) Ha sido incapaz de explicar cómo se construye el “socialismo desde abajo” y III.) El pueblo venezolano no ha logrado entender, y menos asumir, al “socialismo del siglo XXI” como un sistema económico y político de emancipación social.
La realidad que está percibiendo la mayoría del pueblo venezolano es la que se indica a continuación, en la cual solo se destacan las arrugas más elocuentes:
1º) 10 millones de venezolanos están en situación de pobreza de los cuales casi 3,5 millones lo están en condiciones críticas.
2º) 23.203 viviendas, de un total ofrecido de 100.000, fue lo que pudo construir el gobierno en el año 2008. Hasta hoy el déficit real es de 2,5 millones de viviendas.
3º) Para diciembre de 1998 había 898.000 trabajadores en la administración pública, pero en diciembre de 2009 alcanzó la cifra record de 2.4 millones. Esto es la expresión más evidente del tráfico de influencias, sectarismo, nepotismo y abuso de poder imperante en estos diez años de “revolución” chavista.
4º) Entre 1999 y 2009 el gobierno recibió por renta petrolera e impuestos de todo tipo más de 950.000 millones de dólares y, sin embargo, la población carece de servicios básicos de agua, luz, salud, trabajo, educación, entre otros.
5º) La inflación acumulada entre 1999 y 2009 es de 733%; de allí que Venezuela ocupe desde 2005 el primer lugar de inflación en América Latina.
6º) En diez años la dependencia agroalimentaria alcanzó la cifra del 90%.
7º) La violencia cobró la vida a más de 125.000 venezolanos entre 1999 y 2009. El 97% de los delitos cometidos en el país han quedado impunes;
8º) La deuda externa e interna en conjunto alcanzó en once años la astronómica cifra de 130.000 millones de dólares. Solo en donativos a otros países supera los 60.000 millones de dólares;
9º) 4 millones de niños están fuera del sistema escolar.
De acuerdo con estos fracasos es obvio que estamos muy lejos de alcanzar un verdadero Socialismo. En todo caso lo que se prefigura a un corto-mediano plazo es la implantación del sistema socio-político más salvaje y aberrante que haya existido: el Capitalismo de Estado, como el que dominó en la extinta Unión Soviética y todavía insepulto en otros países.
Edgar Jaimes (*)
(*) Profesor Titular Jubilado del NURR-ULA, Trujillo, Venezuela. jaimes@ula.ve
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