miércoles, 13 de abril de 2016

LA CONFRONTACIÓN



LA CONFRONTACIÓN
Héctor Espinoza T.

Lamentablemente, el camino escogido por los dirigentes políticos venezolanos para resolver la grave crisis que afecta al País, no ha sido la del entendimiento para concertar un acuerdo que permita conformar un gobierno de emergencia nacional. Han preferido el camino de la confrontación, el que conduce a un enfrentamiento de consecuencias impredecibles.

Nicolás Maduro no ha entendido el mensaje que le envió el País con el resultado de las elecciones del 6 de Diciembre, ese mensaje indica que la mayoría de los venezolanos rechazan las políticas de su gobierno especialmente las de la economía y la seguridad; las cuales junto a la corrupción, han sido factores fundamentales para sumir al País en la grave crisis que ahora se encuentra.

Nicolás Maduro tiene la responsabilidad histórica de evitar que el País siga transitando el camino que lleva al caos y a la destrucción, para ello debe rectificar las políticas antes mencionadas y conformar un gobierno de emergencia nacional en el cual estén representados todos los sectores fundamentales del País.

Este gobierno de emergencia nacional deberá poner en práctica de manera inmediata un plan de emergencia para atender el grave problema del desabastecimiento de alimentos y medicinas, así como de otros rublos indispensables para el buen funcionamiento de las actividades de la sociedad. Al mismo tiempo, la inseguridad y la corrupción son dos males que el gobierno de emergencia nacional deberá atacar de manera prioritaria y contundente.

Un acuerdo nacional que permita la conformación de un gobierno de emergencia nacional es la única alternativa real para sacar al País de su grave crisis.

La pretensión del gobierno de seguir adelante con sus equivocadas políticas, y las de la oposición al pedir la renuncia de Maduro, o de convocar un referéndum revocatorio o una enmienda constitucional para acortar el periodo de mandato, no son opciones que se puedan poner en practica sin que el País pague el costo de la confrontación, un costo que la mayoría de los venezolanos no está dispuesto a pagar.

No deben los dirigentes dejar de lado el tema del costo social, político, económico y moral. Nadie alerta de lo que significa una guerra civil y hacia ella conducen al País; pero esta conducta no es nueva, más bien la historia de la humanidad nos enseña que los hombres siempre repiten el error de primero hacer la guerra para después buscar el entendimiento.

Los hombres de bien, los que creemos en la paz, tenemos la obligación moral de alertar del peligro que significa que el País siga transitando el camino de la confrontación y debemos contribuir al entendimiento entre todos los sectores para sacar al país de su grave crisis.

Miércoles, 9 de Marzo de 2016.

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