viernes, 8 de abril de 2016

LA VERDADERA REVOLUCIÓN


Joan Miró



LA VERDADERA REVOLUCIÓN
Héctor Espinoza


La historia de la Humanidad nos describe sucesos importantes, que acaecieron en diferentes épocas y en distintos lugares de la geografía mundial y en los cuales se produjeron cambios radicales, en el orden  económico, político y social. A estos sucesos se les ha catalogado como revoluciones.

A algunas de ellas se les define como socialistas, a otras como burguesas. Ejemplo de unas y otras, la ocurrida en Rusia, que dio origen a la Unión Soviética, y la que conocemos como la Revolución Francesa, ambas de gran influencia en el pensamiento de la humanidad y que han inspirado muchos acontecimientos que también han sido catalogados como revoluciones. Ejemplo de estas: la Revolución Cubana dirigida por Fidel Castro y la Revolución Bolivariana dirigida por Hugo Chávez.

Haciendo referencia al título de este escrito  yo pregunto: ¿ha ocurrido en alguno de los acontecimientos mencionados y en otros similares  una verdadera revolución? Y mi respuesta es negativa, porque una verdadera revolución para ser tal, debe cambiar es al Ser Humano.

De nada sirve a la humanidad que se proclamen revoluciones en nombre del Socialismo o del Capitalismo y que se recurra a todo tipo de teorías filosóficas y económicas, porque al final, todas las teorías deben ser llevadas a la práctica por Seres Humanos y si estos no tienen las virtudes necesarias, todas las teorías, sean socialistas o capitalistas, fracasaran.

Y como prueba de esto, solo hay que ver el resultado de todas estas llamadas revoluciones. Para que ocurra una verdadera revolución, tenemos que comenzar por cambiar nosotros. Los Seres Humanos tenemos que convertirnos en personas de bien, lo cual significa ser autentico, humilde, honesto y coherente, auténticos para ser como realmente somos, humildes para aceptar nuestras debilidades y estar dispuestos a realizar el esfuerzo para convertirlas en fortalezas.

Honestos para actuar en todas las circunstancias como personas de bien y coherentes para que nuestros pensamientos, nuestras palabras y nuestras acciones tengan el mismo fin y sean un todo. Hasta el momento actual, ninguna de las llamadas revoluciones, ha logrado la transformación de los seres humanos en personas de bien y los vicios que son los contrarios de las virtudes, han prevalecido en la conducta de dirigentes y dirigidos.

Y todos estos procesos, que ofrecen los cambios que conducen al bienestar y la felicidad, terminan en fracaso y frustración y se imponen el egoísmo y la corrupción. Estos dos vicios han estado presentes en el socialismo y en el capitalismo y seguirán destruyendo cualquier intento por construir un mundo mejor y ese mundo mejor solo será posible, cuando ocurra La Verdadera Revolución, la de la transformación de los Seres Humanos en Personas de Bien. 

Héctor Espinoza
03 de abril 2016

1 comentario:

maydeloyola dijo...

Completamente de acuerdo Señor Espinoza. Como decía Einstein si siempre se hace lo mismo ¿Porque crees que algo cambiará?.Cuando las personas cambien su filosofía cambiará el mundo.