jueves, 19 de marzo de 2015
OBAMA LES SUBIÓ LA APUESTA
OBAMA LES SUBIÓ LA APUESTA
Humberto García Larralde
Las medidas sancionatorias de Obama
contra siete funcionarios del gobierno venezolano responden fundamentalmente a
asuntos de política interna de EE.UU. Congresistas republicanos como el senador
Marco Rubio y la diputada Ileana Ros-Lehtinen, han asumido posturas duras
contra el gobierno de Maduro en respuesta al acercamiento con Cuba, buscando
minar el domino del partido demócrata en el electorado latino de ese país. Con
las sanciones Obama le sale al paso a la acusación de ser blandengue e
indeciso, ampliando su margen para llevar a buen término la negociación con los
Castro, de innegable valor político e histórico para él mismo y para su
partido.
Esta iniciativa se ampara en una ley que
justifica las medidas esgrimiendo la existencia de una “amenaza inusual y
extraordinaria a la seguridad de Estados Unidos”. Pero la desproporción de
colocar a Venezuela como amenaza al gigante del norte no debe despacharse con
ligereza. La percepción en ese país de que funcionarios venezolanos están
involucrados en narcotráfico, el lavado de dineros ilícitos y el financiamiento
a terroristas –delitos graves a los ojos del ciudadano común-, exige respuesta
de su presidente. Se añaden ahora las denuncias de presuntos terroristas del
Medio Oriente viajando con pasaportes venezolanos. El señalamiento de que los
sancionados están incursos en actividades que violaron derechos humanos, si
bien no constituye una amenaza a los EE.UU., introduce un elemento moral que
contribuye a legitimarla ante la opinión pública.
La respuesta de Maduro y cía. era
previsible. Metidos en una crisis que empeoran adrede, utilizan la sanción de
Obama como prueba -¡al fin tienen algo de qué agarrarse!- de que el responsable
es el Imperio. Las medidas no serían contra siete funcionarios, sino que se
estaría agrediendo a Venezuela. En esta representación, esbirros y gorilas
salen absueltos. En vez de abrirles una investigación, el presidente Maduro los
felicita en acto público y premia a uno de ellos con el cargo de ministro
(¡!). Junto al “chiste” de Chaderton sobre la bala atravesando la cabeza hueca
de un “escuálido”, es expresión repugnante de la terrible degradación moral que
carcome el régimen.
No obstante, el fascismo se regocija
porque dispone ahora de su propia “Playa Girón”. Esta “agresión” imperial los
retrata como heroicos defensores del “sagrado suelo patrio, mancillado por la
planta insolente del extranjero”. La cosa llega al ridículo, empero, cuando se
ejercitan movimientos de tropas y milicianos contra una “inminente” invasión de
los marines. Como dijera el general Kelly, jefe del Comando Sur de EE.UU., para
vergüenza de la “revolución”: ellos no están metidos en ningún intento de
“golpe” a Maduro porque, “¿quién querrá meterse ahí” (en Venezuela)?
Pero para los fascistas. la gloriosa
gesta patriótica legitima sus crímenes contra estudiantes y contra otros
disidentes, “justificados” ahora porque quedó claro que el enemigo siempre
estuvo ahí, agazapado. Ya lo dijo Cabello: quien no esté dispuesto
a defender la patria contra esta agresión, es un traidor y debe tratarse como
tal. La aprobación de una Ley Habilitante para tomar medidas expeditas contra
amenazas externas e internas a la seguridad nacional, además de reeditar la
retórica de toda dictadura militar, busca extender un manto de “legalidad” a
las medidas represivas que nos esperan.
Sin embargo, el gobierno de Maduro en
absoluto las tiene todas consigo en esta contienda. Cierto, la Unasur le pidió
al gobierno de EE.UU. que derogase la medida pero, como señaláramos arriba, su
legitimidad no depende, para los gringos, del visto bueno de los demás países
latinoamericanos. Debe preocupar a la oligarquía en el poder descubrir que
ahora, desde el norte, tienen precisados a los integrantes más notoriamente
vinculados con ilícitos de todo tipo, y que tomarán medidas al respecto.
Los siete funcionarios medios
sancionados en absoluto agotan la lista, pero haberse limitado sólo a ellos
–por ahora- manda una señal a sus jefes, socios y cómplices, de que se cuiden
porque la cosa va en serio. No es coincidencia que estallen simultáneamente
escándalos de lavado de dinero en Andorra, Madrid, República Dominicana y
Panamá, y que aparezcan acusaciones de amparo por parte del gobierno venezolano
a terroristas árabes y por su involucramiento en la presunta negociación que
absolvió a funcionarios iraníes en el crimen del AMIA, en Argentina. Más allá
de la confrontación épica que buscan escenificar con el imperio para cosechar
dividendos políticos –siempre de la boca para afuera-, el hecho de que Obama
les haya subido la apuesta coloca el asunto en un plano más grave.
En la medida en que crezca el
descontento –porque no dejará de crecer ante la actitud suicida del gobierno de
no rectificar sus políticas- y con el resoplido que muchos gorilas y mafiosos
deben estar sintiendo sobre sus nucas al estar bajo escrutinio de un “imperio”
que ha demostrado su disposición a tomar medidas, es previsible un mayor
culipandeo interno. Junto al achicamiento del botín a causa de la caída en los
precios del petróleo, se dificulta la cohesión interna en el campo de Maduro.
Esto no significa que su gobierno se va a portar bien. Como el cuento del
alacrán y la rana, reprimir está en su naturaleza.
En primer lugar, el talante fascista de
Maduro y sus militares los obliga a fabricar confrontaciones con “enemigos” que
“justifiquen” el atropello de derechos individuales y civiles. No entienden de
política otra cosa que no sea una guerra hasta el triunfo definitivo,
aplastando al que piensa distinto.
En segundo lugar, y aun más importante,
los que están en el poder son beneficiarios de un sistema de expoliación basado
en controles arbitrarios que dan lugar a prácticas de extorsión y que fomentan
toda suerte de oportunidades a través de actividades especulativas, el
monopolio de las decisiones en materia económica que les permite cobrar
comisiones y expatriar dinero sucio sin rendirle cuentas a nadie, la protección
para negocios ilícitos como el narcotráfico y el acceso privilegiado a dólares
baratos, ¡un tiro al piso a la hora de meterse un billete!
Esta mafia no va a abandonar
gratuitamente su botín, aun habiendo sido expuestos públicamente por sus
manejos financieros en el HSBC, el Banco Privado de Andorra y el Banco de
Madrid, su sucursal, así como en el Banco Peravia de República Dominicana. Su
angustia crece, empero, porque se le achican los espacios donde podrán gozar de
sus fortunas una vez tengan que abandonar el poder.
La bola ahora está en el campo de
Maduro. El antiimperialismo retórico, como única respuesta, se les irá agotando
rápidamente. Y la crisis, lejos de retroceder, se agravará, gracias a él.
Lamentablemente, no puede esperarse de la oligarquía militar-civil un
comportamiento respetuoso de los procedimientos democráticos. Pero les va a
costar cada vez más caro. Ahora que se deshilachan las costuras del
oficialismo, toca a las fuerzas democráticas cohesionar sus filas en torno al
fortalecimiento de la opción electoral que habrán de encarnar en los próximos
comicios. Ello sólo puede construirse con base en la denuncia de la
irresponsabilidad oficial en la grave situación por la que atravesamos los
venezolanos y el acompañamiento en sus luchas. Sólo con una postura decidida y
firme, podrá contrarrestarse la intención del fascismo de desconocer su
derrota.
Humberto García
Larralde
economista, profesor
de la UCV
Etiquetas:
Humberto García Larralde - Obama,
Sanciones USA
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1 comentario:
Buen artículo, pero eso de lo electoral es caer en el mismo fango, llamar fascista a estos pillo, lo cual es cierto, y pretender que el CNE esta fuera de la inmundicia es como decir que estamos en un totalitarismo con instituciones democráticas, si se sabe que todo el sistema es fraudulento entonces cómo se piensa cobrar la victoria, aún cuando la MUD es la primera en reconocer el engaño. La abstención masiva es la única vía de comenzar a salir de esta dictadura, lo demás es legitimarla.
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