domingo, 3 de enero de 2016
ALGUNAS TENDENCIAS DE LA ECONOMÍA GLOBAL EN CRISIS
ALGUNAS
TENDENCIAS DE LA ECONOMÍA GLOBAL
EN CRISIS
Ramón Santaella
Los
países emergentes han apuntalado el crecimiento de la economía global durante
los últimos años, mientras los países desarrollados parecían estancarse. Razón
por la cual, las
debilidades surgidas en la economía china, la de mayor importancia a nivel
mundial, se extienden hacia los países desarrollados, evitando la posible recuperación
de la crisis reflejada en toda la estructura global geohistórica.
La desaceleración de la
economía china (por ejemplo) pone de manifiesto la caída del PIB, de 10%
durante una década, a “6,9%” en 2014,
consecuencia del poco crecimiento y escasa demanda de las economías
desarrolladas con las que mantiene relaciones de mercado, así como el poco
desarrollo de su mercado interno que resulta cualitativamente débil; de hecho,
sus importaciones cayeron aproximadamente, 20% en Septiembre del presente año,
(Trivedi, Anjani, 2015).
No obstante,
economistas occidentales consideran que China ha falseado las cifras y el
crecimiento de su PIB, pudiera ser menor de 6,9%. Incluso, uno de los problemas
de esa economía asiática es que no ha logrado desarrollar el potencial-consumo
requerido en un mercado interno que de fuerza y confianza al desarrollo productivo
porque la población parece esquematizada o bloqueada en la cultura del ahorro, de
tiempos “pretéritos”, incluyendo los 27 años de dictadura Maoísta (1948-1975),
aún sin deslastrar.
Mientras eso ocurre
en China, Singapur, cuya economía exportadora sirve de “barómetro asiático”,
estuvo a punto de caer en recesión, de no ser por su banco central que tomó
medidas para estimular la economía por segunda vez en lo que va del año (Ídem),
caso parecido a Japón.
Lo cierto es que la desaceleración de China y otras economías en desarrollo
ha provocado que bancos centrales de las economías desarrolladas, de Estados
Unidos a Japón, consideren también al resto de las emergentes (Rusia, Brasil,
India, Sudáfrica) como riesgo en lugar de ayuda (Ídem).
Ello
significa desinversión, salida o “retorno” de grandes capitales hacia el país
de “origen” (formalismo para asumir que tienen un espacio determinado desde el
cual realizan sus operaciones, independientemente de las legislaciones
pautadas). Sin descartar intentos de reagrupamiento de países preocupados por
la crisis global que caracteriza la última década, con la necesidad de
sobrevivir en el ámbito de la diversidad.
Significa
también, buscar mejor posición en las relaciones de la estructura-sistema
geohistórico, amparándose en el resto del contexto mundial-mercado, más allá de
las decisiones del capital financiero y tecnológico, también de comportamiento
global, con un mercado, al parecer, de “mayor” demanda y concurrencia de variados
productos, donde destaca fundamentalmente la tecnología comunicacional.
Es
posible que así como ha entrado en crisis la producción y comercio de las
materias primas, esté a punto de ocurrir lo mismo con el mercado de la
tecnología comunicacional, por la velocidad de transformación entre un producto
y otro en “contradicción” con principio e intereses del capital en actitud permanentemente emergente.
Cuando
hablamos de la búsqueda de mejor posición en la estructura-sistema
globalizante, nos referimos al Tratado Transpacífico (TTP), mediante el cual,
EE.UU, y Japón, buscan aliados en ambas caras del océano: del lado occidental
estarían Japón, Brunei y Singapur (indonesia), Malasia. Vietnam, Nueva
Zelanda y Australia y en la cara Oriental: Canadá, EEUU., México,
Perú y Chile; se trata de un pacto de cooperación económica, promovido por
EE.UU., con la intención de formar un frente competitivo a China, no tomada en
cuenta para dicha firma, en un sector, donde se controla el 40% de la economía
mundial.
La
participación, por ejemplo, de Indonesia
(Singapur, Brunei, Tailandia…), la mayor economía del sudeste asiático, está
relacionada con la crisis referenciada, en la que han vivido el descenso de la
producción industrial, al punto de haber importado 16% menos bienes para sus
fábricas, solo el mes agosto (2015), en relación a igual mes del año anterior
(Ídem).
Mientras tanto, la zona euro atribuye el
descenso de su producción industrial, el mismo mes, al repliegue de las grandes
economías como China. Y Alemania, divulgando además que al siguiente mes (Septiembre),
se precisó la caída en pedidos de fabricación en agosto y las exportaciones más
bajas en siete años (Ídem)
En
el caso de Japón, la producción fabril fue más débil de lo esperado en agosto,
al igual que las exportaciones de EE.UU., las más bajas desde 2011 (Ídem).
Al
parecer, Agosto y Septiembre (2015), marcan semanas recesivas en la economía de
grandes países productores, pero el capital global (financiero y tecnológico)
continúa su avance porque entre otras posibilidades, “carece” de ataduras
legislativas, más allá de las leyes del capital; no pertenece a espacio
residencial fijo, determinado, más allá de la legislación que favorezca su permanencia
y su cuota de ganancia, es decir, goza de “plena” libertad” para ceder espacios o acceder a ellos, según
conveniencia a invertir en fusiones y tecnología que cambia y transforma la
sociedad.
Los
problemas económicos y políticos trascienden el mundo en desarrollo, arrastra los
países residualizados, no precisamente, por excluidos, sino por carecer de
indicadores indispensables para el funcionamiento de la economía global, según ley, proyectándose
directamente sobre la sociedad cada problema de los referenciados.
Aunado
a esto, las economías emergentes como Brasil, por ejemplo, que después de años
de exceso de inversión y endeudamiento, demorarán años en resolver sus
problemas.
En
tales casos, economistas occidentales como el Fondo Monetario Internacional,
han considerado que la debilidad de los países en desarrollo ha arrastrado al
crecimiento mundial a su expansión más débil, desde la crisis financiera
asiática (2008) y podría afectar a los países ricos hasta 2017 (Ídem).
En
esta dirección, el Banco de Japón reconoce que “la desaceleración de las
economías emergentes” pesa sobre las exportaciones y la producción del país.
Las cifras económicas más recientes apuntan a una nueva recesión inmediata
(Ídem) y a nuevas medidas sociales “emergentes” del Primer Ministro japonés,
Shinzo Abe, para mejorar las condiciones económicas del país.
Toda
la economía responde a una anémica demanda global que deja a ciertas economías
más dependientes de sus exportaciones como ocurre con Sudáfrica, Taiwán y
Singapur, cercanas a la recesión (Ídem).
El
banco central de Rusia, por ejemplo, informa que la recesión arrastrará al país
durante varios trimestres (Ídem). Tal vez, la mayor razón de la información
depende de ser Rusia gran productor de petróleo (10 millones de barriles
diarios) y depende de este, la mitad o más del Situado Constitucional, algo
parecido a lo que ha estado ocurriendo en Venezuela hasta este año.
Consecuencia
de esos problemas globales, la mayoría de las monedas de Asia y América Latina
han perdido entre 24% y 60% de su valor este año (Ídem). Por supuesto, el caso
Venezuela excede los promedios y pudiéramos preguntar (no al BCV que se niega a
dar información al respecto), ¿Cuánto habrá perdido el bolívar?, a sabiendas
que el dólar paralelo rige nuestra economía
habitual y presenta un equivalente de Bsf.897
(lunes, 30 de Noviembre, 2015, Dólar Today). Más allá de un simple extravío o
pérdida, cabría la posibilidad de considerarlo “desaparecido” porque el tsunami
económico-político ha sido de los peores, al mantenerse en el tiempo por 16
años.
El
caso Japón en su particularidad se percibe interesante, el Primer Ministro,
Shinzo Abe como se ha referido antes, anuncia aumentar el gasto en programas
sociales e incrementará el salario mínimo en un intento de impulsar la
renqueante economía, antes de las elecciones del próximo año (2016), además, se
entregará dinero en efectivo a los ancianos pobres y se construirá residencias
para mayores y el cuidado infantil, con el fin de ayudar a los jóvenes acceder
a la población activa y no salir de ella, medidas que se enmarcarán en un
paquete de estímulo valorado en unos 3 billones de yenes (US$24.000 millones), Obe, MItsuru (2015).
Por instantes, pensamos estar leyendo un artículo relacionado con Venezuela
porque el Gobierno de lo que nos dejan por país, siempre alardea ante una
cualquiera de sus geniales salidas políticas: “esto solo se ve en revolución”,
frase por cierto, poco mencionada en la actualidad porque la gente pudiera
emplearla y confundirla con el caos económico, social, político y moral que
caracteriza nuestra actualidad histórica.
Por supuesto, cuando el Ministro Abe se preocupa por mantener la población
en condición activa, más allá de la ayuda económica a los ancianos y salarial
al obrero como factores de crecimiento económico, nos percatamos que va en
dirección opuesta al Socialismo S.XXI, régimen empeñado en sacarnos del juego
de la vida, con libertad, para llevarnos al juego de la vida subsidiada,
con buena dosis de sumisión, donde los factores claves son: desabastecimiento,
delincuencia, corrupción, trueque político, etc.
Posiblemente
terminemos formando parte del reparto en el film realista, “La guerra del
hambre, parte 3” en el cual todos los
venezolanos y quienes residen acá”, seremos protagonistas.
Algo interesante en
la política que asumiría a fines de año o comienzos del 2016, Japón, es que se
tomará medida para evitar lo que ha sido
inevitable en nuestro “paraíso de la felicidad mayor”, la diáspora de la
población activa, inducida por el mismo Gobierno que por decirse socialista, se
ha comprometido acabar con las fuentes de trabajo privadas y mantener el ocio
(pagando) de esa población que flota entre la desidia y los intereses políticos
gubernamentales, adelantándonos al propósito futuro del capital globalizador,
acabar con el trabajo salariado (ley estudiada y confirmada por Marx según
artículo escrito en 1865 y publicado después de su muerte en 1898].
Abe confía en revitalizar una economía que ha caído en recesión
por segunda vez en dos años, [qué pudiéramos decir por acá, sumidos
en una recesión económica que lleva por lo menos, 10 años, desde 2005, donde
las contradicciones resultan abismales más allá de lo afirmado por el Gobierno
que somos privilegiados por vivir una
“verdadera y maravillosa democracia, participativa y protagónica en el mundo”, donde muchos venezolanos,
consciente de la situación, aunque “mal agradecidos” se empeñan en decir que no
habrá futuro inmediato para encontrar la salida necesaria].
El gobierno japonés dará un pago de 30.000 yenes (US$245) en
efectivo, a cada uno de los 10 millones de ancianos pobres del país que no se
beneficiarán del incremento de los salarios pero sí están afectados por las
subidas de los precios (Ídem). [Definitivamente, Japón
pareciera querer plagiar las ideas de la revolución socialista S.XXI, ojalá no
estén planificando también los mismos resultados,
sería trágico como imperdonable, “plagiar” nuestra revolución].
Volviendo a la generalidad
de la economía “globalizada”, entre las
divisas de peor desempeño en el trimestre (julio-Septiembre), figura el real
(Brasilero), que cayó 22% frente al dólar (Brasil no ha podido soportar el peso
de la corrupción); el rand sudafricano, 12% y el ringgit de Malasia, 14% Cui, Carolyn (2015).
Por su parte, Brasil
enfrenta una profunda recesión, alta inflación y un creciente escándalo en su
compañía petrolera estatal (Petrobras).
Por otra parte, si la
Reserva Federal (Fed.) aumenta la tasa de corto plazo en EE.UU. en el cuarto
trimestre (Diciembre), como prevén muchos inversionistas, la medida podría
presionar al alza, los costos de endeudamiento en los mercados emergentes, lo
cual probablemente impulsaría un incremento de las cesaciones de pagos [¿se
agudizaría la crisis?, es posible], (Ídem).
Sin embargo, pareciera que el Yuan (chino)
mantiene su fuerza ante el crecimiento del dólar, tal como se aprecia en compras
de empresas estadounidenses, por capitales chinos, tales como:
§ Morgan Stanley, $5.580 millones (10% de la empresa).
§ Smithfield Foods $4.870.
§ Western digital $3.780 (15% de la empresa).
§ Motorola Mobility $3.140
§ Blackstone Group. $3.000 (10%)
§ Activosa de petróleo y gas $2.440
§ Sirices International Group. $2.240
§ IBM (negocio de servidores x 86), $2.070
§ Hilton (Waldorf Astoria N. York,
$1950
Fuente: Dalogic, The
Wall Street Journal, Wei, Ling Ling (beijin) y Craig Karmin (N. York),
miércoles 28 de Octubre de 2015. Nota: “3 grupos chinos compiten
por adquirir el gigante hotelero Starwood” (Internet).
Bibliografía
consultada:
·
Dólar Today (2015), lunes, 30
de Noviembre, 2015, Internet.
·
Obe, Mitsuru (2015),
Jueves,
26 de Noviembre, TOKIO (EFE Dow Jones), “El primer ministro de Japón anuncia nuevos
programas sociales para impulsar la economía”, The Wall Street Journal Americas,
Internet.
·
Trivedi, Anjani, “La Economía Global pierde el
motor de los países emergentes”, 2015, The Wall Street Journal Americas, Internet.
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