Humberto García Larralde
viernes, 8 de enero de 2016
LOS ÚLTIMOS ANUNCIOS ECONÓMICOS DE MADURO
LOS ÚLTIMOS ANUNCIOS ECONÓMICOS DE
MADURO
“Como si no fuéramos muchos, ahora parió
la abuela”
Humberto García Larralde
Dos hechos ominosos oscurecen aun más el
horizonte económico de Venezuela para comienzos del nuevo año. El primero, la
reforma apresurada de la Ley de Banco Central por parte de Maduro al filo de la
medianoche en que expiraba su última Ley Habilitante. Tres aberraciones ahí
contenidas amenazan con provocar aún mayores sufrimientos a una población
llevada a extremos de hambre por la inflación y el desabastecimiento. El
artículo 37 reformado, después de reiterar la prohibición constitucional de
financiar al Estado, señala de seguidas (numeral 2, segundo párrafo):
“Excepcionalmente … el
Banco Central de Venezuela podrá obtener, otorgar o financiar créditos al
Estado y entidades públicas o privadas, cuando objetivamente exista amenaza
interna a la seguridad u otro perjuicio al interés público, que calificará el
Presidente o Presidenta (sic) de la República mediante informe confidencial; o
en aquello casos en que hayan sido aprobados de forma unánime por los miembros
del Directorio”.
La excusa de “amenaza a la seguridad” es
la favorita del fascismo y de los regímenes dictatoriales en general para
“justificar” sus atropellos. ¿Y quién califica la existencia de tal amenaza?
¡El Presidente de la República! Y también el Directorio, en decisión unánime.
Pero como ahora en la designación de este cuerpo no participa la Asamblea
Nacional sino que corresponde a Maduro designar a todos los miembros,
incluyendo el Presidente del Instituto (artículo 16 reformado), es lo mismo.
Esta barbaridad echa por la borda de un
plumazo todas las previsiones incorporadas a nuestra Carta Magna para “lograr la estabilidad de
precios y preservar el valor interno y externo de la unidad monetaria” (Artículo 318). Ya
la reforma de esta Ley de 2010 permitía la impresión de billetes
por la maquinita del BCV para auxiliar a PdVSA[1], pero ahora el
procedimiento abarca al Estado en general, siempre conforme a la decisión
previsiva, responsable y ponderada de Maduro (¡!).
La inflación, según fuentes extraoficiales
del BCV, cerró en 2015 en 270,7%[2],
con un impacto empobrecedor brutal sobre los venezolanos. Ahora, con estas
reformas a la Ley del BCV, se le despeja completamente a Maduro la Autopista
del Sur hacia la hiperinflación. Y, pasándose de vivo, incluye un cambio
adicional: se dictamina en el artículo 40 reformado que el Directorio del BCV
podrá clasificar cierta información sobre indicadores económicos como
“confidencial” y
“…suspender
transitoriamente la publicación de información por el período durante el cual
se mantengan situaciones internas o externas que representen una amenaza a la
Seguridad Nacional (mayúsculas en el original) y a la estabilidad económica de
la Nación”.
Es decir, legaliza la mantención de la
población venezolana en ascuas acerca de los desastrosos resultados de la
política oficial contra la economía nacional, como lo viene haciendo de manera
criminal e irresponsable el Directorio del Instituto Emisor desde el tercer
trimestre de 2014, fecha desde la cual no se publican las variables
macroeconómicas y del sector externo fundamentales, y durante todo el 2015
referidas a la inflación. Tal opacidad no sólo impide tomar decisiones
acertadas con base en información fidedigna –con sus consecuentes costos sobre
el acontecer económico- sino que arroja al venezolano de a pie a depender
angustiado de rumores sobre su suerte.
El otro hecho ominoso es el nombramiento
del sociólogo Luis Salas como vice-presidente del área económica en el nuevo
gabinete anunciado por Maduro el miércoles 7 por la noche. Entre las perlas de
este señor está la explicación de que la inflación es provocada por márgenes
desmedidos de ganancia –especulativos- del empresariado (¡!), por lo que, al no
ser un asunto monetario, es válido el financiamiento del BCV.
¿Cuánto deben ser las ganancias para
producir un alza de precios del 271%? Y, ungido de semejante sabiduría, publicó
un folleto titulado, 22 claves para entender y combatir la guerra
económica. Es decir, la excusa para continuar destruyendo lo poco que queda
del bienestar material de los venezolanos. ¡Con el ideólogo de la “guerra
económica” nos hemos topado!
Y uno se pregunta, ¿Es tan bruto Maduro
como para tomar tales decisiones? ¿No se ha enterado del precipicio económico
por el que estamos cayendo sin freno a causa de decisiones de este estilo? La
respuesta habitual es que responde a convicciones ideológicas comunistas, y que
busca por ello destruir la economía privada (¡llevándose a todos nosotros a la
miseria!)
Sin desconocer la influencia de esquemas
maniqueos simplistas que ofuscan mentes fanatizadas, impidiéndoles asir la
realidad, creo que la verdadera razón para profundizar en políticas tan
funestas es que constituyen el marco por excelencia para la corrupción. En los
controles de precio que pregona Salas para “derrotar” la especulación, hay
oportunidades copiosas para el arbitraje especulativo –bachaqueo-, la extorsión
a comerciantes y el invento de cualquier “negocio” para ofrecerse como
proveedor de bienes a cambio de jugosas comisiones y/o el acceso a dólares
regalados (a Bs. 6,30).
Si estas prácticas involucran la reventa
en otros países –bachaqueo de extracción- las ganancias son infinitamente
mayores, como lo reconocen los militares que “custodian” la frontera, pues
generan dólares convertibles a 800 y tantos bolívares cada uno. En un ambiente
en el que se opera sin rendición de cuentas, sin transparencia y con plena
impunidad ante las denuncias de corrupción -ya que éstas provienen de los
“enemigos de la Patria”-, los controles y las regulaciones –junto al
narcotráfico- constituyen el conducto más expedito para expoliar al país.
Pero esta situación promete cambiar. Los
fascistas, acostumbrados durante 17 años a considerar la “Patria” como su
patrimonio privado, están aterrorizados ante la instalación de un poder
fiscalizador y controlador, la Asamblea Nacional en manos de las fuerzas
democráticas, que ha asumido el compromiso de investigar tanta pillería. De ahí
que, desesperados, inventan todo tipo de patrañas para deslegitimar la voluntad
popular mayoritaria expresada en los comicios del 6 de diciembre con la vana
ilusión de continuar depredando la riqueza nacional con impunidad.
Su fanatismo de secta los obnubila tanto
que creen poder lograrlo rasgándose las vestiduras por la remoción de la imagen
del difunto -que los puso a todos “donde haiga”- de los predios de la Asamblea
Nacional. Tan escasos de ideas están, que se refugian en el culto primitivo a
un muerto para escabullir sus responsabilidades ante el país.
Y la desesperación y arrechera que les
ocasiona la eventualidad de verse privado de sus privilegios proporcionan
quizás otra razón de peso para insistir en políticas que condenan a los
venezolanos a penurias aún mayores al comenzar el 2016. Es la mera venganza
ante un pueblo que, ante la perspectiva de mayor empobrecimiento, les dio la
espalda y se negó a seguir dejándose manipular con estúpidas consignas
“revolucionarias”. No basta con quitarles taxis y viviendas entregadas, ¡ahora
que se jodan todos por ingratos!
Humberto García Larralde
economista, profesor
de la UCV
[1] Para el 25 12
2015, este auxilio financiero montó en Bs. 875 millardos, 22% de la liquidez
monetaria!
[2] El Nacional,
5 01 2015
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1 comentario:
Estimado y apreciado profesor Humberto García Larrralde, muy buenos días, gusto saludarlo, con los mejores augurios para usted y sus seres queridos. Excelente reflexión. Muy buena para empezar el año. Esa labor de denuncia constante es la que nos corresponde hacer con serenidad y buen juicio. La Universidad entera debe volcarse a estudiar y analizar una a una las fechorías cometidas por el gobierno durante 17 años en todos los ámbitos.. La Universidad cumpliría, así, una de sus más importantes funciones: "contribuir en la solución de sus problemas nacionales". Nos parece que el colega profesor José Guerra, debe tener en su poder estos comentarios y, de inmediato, transformarlos en proyecto de ley de reforma parcial de la ley del BCV, para que esta importante institución vuelva al redil, a lo que es y debe ser la Banca Central en todos los países del mundo. Por nuestra parte, informo, que estamos trabajando arduamente en el ámbito de nuestra competencia para enviar a la Comisión Permanente de Desarrollo Social Integral nuestras opiniones, en forma de proyectos de ley, sobre lo que estimamos debe hacerse en seguridad social. Mis respetos. Absalón Méndez Cegarra
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