Fraternalmente
Edgar Jaimes
Prof. Titular Jubilado del NURR-ULA
Si los venezolanos quieren construir y mantener una República libre e independiente, regida por los valores de la vida, libertad, igualdad, justicia, solidaridad, soberanía del pueblo, responsabilidad social, autodeterminación nacional, constituida en un Estado democrático y social de Derecho y de Justicia, descentralizado, alternativo, participativo, electivo y de mandatos revocables; que propugna, además de los valores antes indicados, la preeminencia de los derechos humanos, la ética y el pluralismo político, es urgente que cada ciudadano asuma como tarea principal la reflexión, el análisis crítico y la discusión pública del texto constitucional, particularmente el PREÁMBULO Y LOS PRINCIPIOS FUNDAMENTALES de la Carta Magna por ser ésta el instrumento jurídico-legal que regula y condiciona el destino de la sociedad venezolana en la actualidad y para las generaciones futuras.
Por otra parte, es necesario que el colectivo se avoque en lo inmediato a la conformación de una red de transmisión e intercambio de información con el objetivo de ejercer una verdadera y eficaz Contraloría Social, dirigida a poner en evidencia el carácter ilegal, ilegítimo y autoritario de muchas decisiones tomadas por el Ejecutivo Nacional y avaladas por los otros órganos del poder constituido. Si los venezolanos quieren neutralizar todos los decretos-leyes además de otras decisiones aprobadas unilateralmente por el Presidente de la República y que coliden con lo establecido en la Carta Magna, es crucial el desarrollo y mantenimiento de esta red social de comunicación. De allí la importancia de utilizar medios como la Red Internacional del Colectivo (RIC) para vehiculizar todos estos análisis y reflexiones.
Correlacionado con la tarea anterior está el de programar y realizar movilizaciones de calle a nivel regional, nacional e internacional a los fines exigir al Estado venezolano el cumplimiento y observancia de lo pautado en el Artículo 7 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (CRBV) en todas las decisiones y actos de gobierno en los que estén implícitos o comprometidos los valores superiores antes referidos y los derechos fundamentales, incluidos los humanos, políticos, económicos, sociales, patrimoniales y culturales, entre otros; toda vez que dicha Carta Magna: “…es la norma suprema y el fundamento del ordenamiento jurídico. Todas las personas y los órganos que ejercen el Poder Público están sujetos a esta constitución”. En cada calle, plaza y auditorio venezolano la consigna nacional debe ser: “TODO DENTRO DE LA CONSTITUCIÓN, NADA FUERA DE ELLA”
Una cuarta tarea es la de responder la pregunta clave de este momento, es decir ¿cómo salimos de esta crisis institucional, transitando la vía democrático-electoral-constitucional? Seguramente no hay recetas específicas que permitan dar una respuesta globalizadora de todas las opciones posibles, no obstante existe un documento básico (Un Sueño para Venezuela, ¿cómo hacerlo realidad?), escrito por Gerver Torres (2001) en el que se analizan los componentes principales para dar la respuesta más pertinente a esta interrogante, esto es: la gente ante todo, las instituciones, los liderazgos y la formulación de un Plan de Desarrollo Nacional Sostenible, fundamentado en la Cogestión y la Autogestión, con un horizonte a 25 años.
Con base en este planteamiento, tres Ideas-Fuerza pueden coadyuvar en la búsqueda de la respuesta más adecuada. Una es que el escenario histórico en el que se ha desarrollado la sociedad venezolana, en términos de su pasado, presente y futuro, debe ser asumido como etapas vinculadas entre sí, ya que lo que hoy vivimos está relacionado con nuestras vivencias y hechos del pasado reciente. En consecuencia, si queremos una Venezuela prospera, de cara al futuro, tenemos que comenzarla a construir desde ahora.
En segundo lugar, construir esa Venezuela más que una responsabilidad colectiva es individual, de allí que para la concreción de esta Idea-Fuerza juega un papel primordial la concepción del “Hombre-Pueblo” por encima de la del “Hombre-Masa”, de las cuales hablé en el artículo anterior. Por lo tanto, para tener un mejor país no bastan los partidos políticos, los liderazgos, las instituciones o el Estado, por ser éstos los generadores de los “Hombres-Masa”, sino que es vital el protagonismo de los “Hombres-Pueblo”, por ser éstos los que construyen y hacen efectiva la nacionalidad de un país o de una patria, a través de su responsabilidad individual en todos los actos en los que participa como ser social.
Una última Idea-Fuerza que quiero dejar planteada para el debate es que el pueblo venezolano no debe satanizar la posibilidad de que se instaure en Venezuela un Sistema Socialista, siempre y cuando éste sea asumido y entendido como un nuevo sistema que abarca un conjunto de teorías socioeconómicas revolucionarias y prácticas políticas que tienen en común el intento de eliminar las diferencias y conflictos que existen entre las clases sociales de cualquier colectivo humano. El verdadero SOCIALISMO se sustenta en concepciones pluralistas, éticas y morales, dialógicas y comunitarias, cuyo objetivo final es el logro del bienestar común, la justicia, la equidad, la solidaridad y la libertad del “Hombre-Pueblo” venezolano, y ¿no es acaso esta concepción la que está explícita e implícita en la CRBV. Usted: ¿Qué opina?, ¿Está de acuerdo conmigo? Los convoco al debate. E-mail:
Jaimes@ula.ve
PD: Invito a todos los lectores a que visiten el siguiente portal:
http://www.redinternacionaldelcolectivo.blogspot.com
Dr. Edgar Jaimes. Prof. Titular Jubilado del NURR-ULA
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