Sin duda alguna que las estatizaciones de diferentes sectores de la economía hechas a trocha y mocha, la última de ellas, las cementeras, tomadas anoche por el teniente coronel Chávez Frías, encumbrado cual rey “SADIM” (quien transforma en excremento todo lo que toca), nos está retrotrayendo a la IV República. Reflejo fiel de que la caja de transmisión de la revolución no alcanza a coger la V, por más que revolucione.
El Estado totalitario ha desandado el camino recorrido despues de largos años de ejercicio democrático para privatizar sectores de la economía que los diferentes gobiernos puntofijistas no pudieron manejar eficientemente.
Hoy amparándose en diferentes razones absurdas ha venido estatizando diversos sectores de la economía. Es así que hoy es dueño y “opera”, ineficientemente o sin mayor éxito, fabricas de: telas; papel; ensambladoras de carros, tractores y vehículos militares, vehículos anfibios, lanchas; fabrica armas de defensa propia y de guerra, municiones, explosivos; elaboración de monedas y billetes, acerías; complejos productores de aluminio; procesadoras de oro; empresas de generación, transmisión y distribución eléctrica; telefonía residencial fija y móvil: estaciones terrenas y próximamente un satélite: plantas lácteas; empresas aéreas: ferrocarriles: metros: teleféricos; hoteles; estudios de cine; amplia red de estaciones de televisión, radio y redes sociales; astilleros; dragas; instalaciones portuarias y terminales de despacho de productos; aeropuertos; silos de almacenamiento de granos; procesadoras de tomate; centrales azucareros; fabricas de casas; bancos de primer y segundo piso; fundos; represas, estaciones de bombeo; de tratamiento de aguas; flotas de vehículos de transporte marítimo, terrestre y aéreo; compra, importa, almacena y distribuye alimentos de primera necesidad; redes populares de expendio de alimentos; complejos petroleros y petroquímicos; tanqueros, remolcadores; imprentas de papel; empresas madereras; minas de carbón y de oro; recientemente una empresa de ingeniería y proyectos; y pare de contar.
Ayer como prueba de su poder y determinación en imponer su comunismo, adquirió la mayoría accionaria de las empresas cementeras y estatizó a la renuente. Con lo cual incrementa la penetración del Estado en los diferentes sectores de la economía, aparejado con la limpieza ideológica al desprenderse de personal contrario al sistema gracias a las listas de Tascón y Maisanta y ahora las depuradas del PSUV, que le indican que hay que garantizar fuentes de trabajo a cuatro millones y medio de sus huestes. No va a poder trabajar en el Estado quien no jure su fidelidad al Supremo.
Adicionalmente, continúa dando toques cercanos efectistas a las redes de producción, procesamiento y distribución y venta de alimentos, como presagio de sus próximas acciones a tomar, ante la incapacidad manifiesta de controlar la inflación y el desestimulo a la producción nacional con sus políticas erradas, anticuadas y amenazantes.
Ahora bien, las principales actividades económicas de la inmensa lista antes citada, la maneja a través de la principal industria del país y generadora de casi todo el ingreso de divisas, PDVSA, y su super operador político y económico, encumbrado en Presidente de PDVSA, Ministro de Energía y Petróleo, Vicepresidente del PSUV, Responsable de la promoción y campaña política de las candidaturas para gobernadores, alcaldes y diputados a las legislaturas del oriente del país, y comandante de las brigadas rojas.
No todo es malo para nosotros los humildes súbditos del rey DIMAS. Hay que buscarle el lado bueno de las privatizaciones.
Se me ocurre además que “el petróleo es de todos nosotros” que de por sí ya nos garantiza una buena ganancia a todos, estamos incrementando nuestra “cartera de valores” con el aporte de éstas nuevas acciones en empresas de altísima rentabilidad.
Cartera de por sí garantizada por el alto desempeño gerencial de los administradores revolucionarios de probada competencia y solvencia, como: Ramírez, Vierma, Carruyo, Uzcátegui, Simancas, Merentes, Sanz, Nóbrega, Yánez, Cabezas, Rodriguez, Lanz, Isea, Maniglia, Mc Cormick, El Trudi, Iglesias, Cabello, Delfín, Albarrán, Carreño, Wefer, Fariñas, Chacón, Velasquez, Bigott.
Blindada además por el comandante Clodo, vigilante y defensor de la buena y sana administración y el celo de la Fiscalía y de la Asamblea Nacional en la aplicación de medidas represivas a los infractores, y la sana y justa aplicación de todo el peso de la ley de nuestros tribunales de justicia. No sin olvidar a la voz alerta de JVR , siempre atento y presto para fustigar a los corruptos, si los hubiere, y no descansaría hasta verlos tras las rejas. …,……..¡Creo que podemos estar tranquilos!
EDUARDO CARDOZO
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